Lunes en la Ciencia, 29 de enero del 2001



Alternativa para el automanejo de problemas de conducta

ƑQué es el control mental?

Benjamín Domínguez Trejo

In memoriam doctor Luis Lara Tapia

Control mental (CM) es un término muy utilizado, en muchos casos mal aplicado o confundido con otros fenómenos. Cuando una persona suprime un pensamiento suicida, inhibe una emoción, mantiene un estado de ánimo, vence un deseo, lucha contra una sensación de urgencia o de alguna manera ejerce influencia sobre sus propios estados mentales, presumimos que el CM está presente.

Aunque hemos invertido mucho esfuerzo en la conquista del mejoramiento personal, nuestra sociedad ha destinado recursos monetarios intentando suprimir el consumo de tabaco, alcohol y drogas, tratando de controlar la agresión, entre otras conductas indeseables; queda mucho por avanzar. La campaña "Dí no a las drogas" ha demostrado que algunos problemas resultan mucho más complejos que las buenas intenciones y requieren atacarse multidisciplinariamente, pues hay que recordar que un esfuerzo por lograr el CM puede afectar y ser afectado por nuestras creencias, emociones, motivos e incluso por nuestra salud.

querer poder1 La investigación sicológica ha identificado varios aspectos asociados al CM. Uno de ellos, la atención, es una función reciproca del CM. Sabemos que es posible atender cosas o ideas y también alejarse de éstas, incluso por periodos prolongados. Los especialistas sostienen que la mente opera en modalidades automáticas, más allá de nuestro CM, y en otras ocasiones puede funcionar con base en modalidades de acción controladas y conscientes. De hecho, William James (1890) propuso que la atención podía desplazarse involuntariamente en varias direcciones.

Cuando una persona se confronta con estados mentales indeseables o inaceptables intenta sobreponerse a éstos de varias formas. Estas estrategias conscientes o inconscientes fueron reconocidas por Freud y constituyen un tipo de mecanismos de CM. A pesar de que la teoría que promovía que las personas "podían controlar casi todo" perdió vigor en el campo de la sicología, la ciencia cibernética nos ha enseñado que lo que sí es posible es construir sistemas para "buscar ciertos estados o desenlaces" (como las bombas inteligentes que buscan su blanco). Si un mecanismo tan simple como un termostato puede regular la temperatura en una habitación, Ƒqué puede ocurrir con un mecanismo más complejo?; en este caso, la mente de una persona podría autorregular sus procesos y estados mentales.

Los estudios sobre conductas autodestructivas han visto al CM como una forma de crear vías efectivas para el automanejo de los problemas de conducta. Esto es especialmente útil en situaciones en las que debemos responder a un evento traumático, por lo que se requiere más del CM cuando se enfrentan dificultades o preocupaciones. De esta manera, el CM puede comprenderse también como una respuesta al estrés.

ƑCómo sabemos que una persona está realmente controlando su mente? Muchas personas actúan como si pudieran lograr y ejecutar este tipo de control en cualquier momento; ciertas personas declaran: "me voy a dormir", o a concentrar más en un problema, o a relajarse después de un día muy ajetreado o concentrarse en el lado positivo de las cosas. Sin embargo, decidir si el CM está presente o es simplemente un caso más de actividad mental apropiada no deliberada es complicado. Tendríamos, por ejemplo, que discernir si una persona controla su coraje o simplemente dejó que éste se enfriara.

Es importante saber qué tanto puede una persona iniciar o interrumpir un estado mental cuando se le solicita. Se ha observado que ciertas personas pueden concentrarse en un pensamiento cuando se les pide hacerlo, lo que sugiere que pueden lograr algunos cambios sin ayuda. Las personas capaces de reseñar cómo logran ejercer el CM, cuentan desde luego con una herramienta importante. En general, cuando enfrentamos situaciones estresantes, nuestras habilidades intelectuales como tomar decisiones, planear, analizar, etc., requieren un doble esfuerzo. Sucede así porque la atención se divide, afectando también al CM que se esté ejerciendo. Por eso, cuando se observa que una modalidad del CM se perturba ante tareas mentales competitivas, la inferencia de que está operando el CM se fortalece.

Generalmente se tiende a pensar que el nivel de CM es responsabilidad del individuo. De esta manera se le culpa de algunos estados mentales o se les premia por otros (sentir simpatía por un estudiante encarcelado); por esto, dichos estados se han clasificado como modalidades del CM. Tal responsabilidad varía de acuerdo con el contexto social y normas legales; por lo que esta propiedad del CM puede valorarse sólo como un indicador complementario. Cuando todos los procedimientos parecen insuficientes, la vía más fácil es preguntar a las personas qué es lo que realmente hicieron durante sus intentos de CM. El autorreporte es únicamente sólo para determinar cuándo se inicia el CM. Controlar el llanto puede lograrse momentáneamente, sólo para posponerlo cuando las lágrimas se desborden.

En conjunto, estos procedimientos pueden facilitar el estudio de las causas, consecuencias y dinámica del CM. Con ellos, podemos comenzar a explorar qué partes de nuestra mente son susceptibles de ser controladas y qué partes no.

El autor es investigador de la Facultad de Psicología de la UNAM

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