LUNES Ť 12 Ť MARZO Ť 2001

Ť Descarta que la Sedeso se convierta en "gran centro de filantropía"

Irresponsable, dejar de apoyar a más de 44 millones de pobres: Vázquez Mota

Ť Es una tarea fundamental del gobierno; sería imperdonable no hacerlo, dice la secretaria

ROSA ELVIRA VARGAS Y ALMA E. MUÑOZ

En cada respuesta, Josefina Vázquez Mota reitera, remarca: "pueden dormir tranquilos, la Secretaría de Desarrollo Social no abdicará de sus funciones de diseñar las políticas públicas de combate a la pobreza''. Hacer lo contrario - se subleva- sería gravísimo, irresponsable e imperdonable en un país donde casi la mitad de los mexicanos vive en condiciones de pobreza y de pobreza extrema.

Pero también aclara: "la Sedeso no se convertirá en un gran centro de filantropía''.

En un afán irrefrenable por convencer, establece que la pobreza "no es una cuestión de caridad, no se reduce al asistencialismo. Es una responsabilidad fundamental del gobierno federal, de las políticas públicas y exige respuestas de carácter ético''.

Con la meta de disminuir la brecha entre los más pobres y los más ricos, la secretaria de Desarrollo Social conviene en que si bien "no es nuevo que existan muchos Méxicos'', el problema es que éstos se distancian cada día más y tratan de convivir un México del siglo XXI, con tecnología de punta, que habla por computadoras, con acceso al Internet y que exporta al resto del mundo, con otros muchos Méxicos, algunos todavía viviendo en la época de la Colonia''.

Trabajo y educación

En una larga charla con La Jornada, la secretaria Vázquez Mota afirma que los pobres en este país demandan, ante todo, trabajo y educación. "Ellos quieren ser tratados como adultos y no como niños''. No buscan una respuesta que les resuelva su problema por una semana o que cada mes les llegue una ayuda temporal: "lo que ellos nos están pidiendo es un camino, transitarlo y asegurar de manera permanente una mejor condición de vida''.

Pero al mismo tiempo acota: "siempre habrá una parte de la sociedad que requiera ser acompañada, que no será capaz de valerse por sí misma y a la cual sí tendrá que atendérsele por la vía asistencial, y esto "no debe ser visto ni como malo ni como denigrante bajo ninguna circunstancia''.

Dice que sería un acto de arrogancia que el gobierno se adjudicara solo la capacidad de dar las respuestas a la pobreza. Conviene en que debe asimilarse la experiencia de grupos de la sociedad civil que han trabajado por largos años en proyectos muy exitosos, aunque admite que el marco jurídico vigente ha sido un obstáculo para la labor de los organismos no gubernamentales o de filantropía.

Todos enfrentan muchos obstáculos, desde divergencias entre las legislaciones federal y estatales, así como el hecho de que mientras a algunos se les acusa de evasión fiscal, otros tienen problemas para lograr la deducibilidad de impuestos; además, los hay muy honestos y auténticos y otros que "han aprendido a vivir, han hecho su modus vivendi de los fondos que les llegan como donativos''.

-Desde antes del inicio de este gobierno surgieron temores sobre un cambio de orientación en las políticas de la Sedeso. ƑHay algo en ese sentido?

-šNo, no, no! šBajo ninguna circunstancia! En este país casi la mitad de los mexicanos está en condiciones de pobreza y sería no sólo gravísimo sino irresponsable e imperdonable que una secretaría como ésta abdicara de su función de lograr las bases de una política de Estado en materia de desarrollo social que garantice, facilite y acompañe a estos poco más de 44 millones, a superar las condiciones de sobrevivencia que en estos momentos enfrentan.

-ƑPero la pobreza vista como un fenómeno social...?

-Sí, siempre. Yo he pedido ser parte del gabinete económico con el fin de acabar con esa crítica muy válida, desafortunadamente, en el sentido de que la política social y la política económica han andado caminos distintos, cuando no enormemente lejanos y hasta confrontados.

"Sí creo que la estabilidad económica, que bajas inflaciones, que crecimiento de la economía son condiciones fundamentales para superar la pobreza. Pero también creo que eso es totalmente insuficiente en un país como éste, donde no podemos dejar todo ni a los mercados ni mucho menos a las manos invisibles que no tienen la sensibilidad social, ni el trabajo con las comunidades ni están cerca de la pobreza.

"Finalmente, el propósito de las políticas públicas en economía será que los ciudadanos tengamos una mejor calidad de vida, un mayor nivel de bienestar. La política económica es un medio y no un fin en sí misma".

Microrregiones

-El programa clave del gobierno en materia de combate a la pobreza es el referente a las 250 microrregiones que atenderá, en su fase inicial, a 5.5 millones de pobres pero Ƒqué hay para el resto de los mexicanos en esa co vazquez-josefina-1 ndición?

-Como ya se ha dicho, los municipios de mayor marginalidad suman alrededor de 900. La primera fase atenderá 476 y el resto en la segunda mitad del año. En esta primera muestra de 5.5 millones, hay 3.4 millones de población indígena. La población en extrema pobreza en México suma poco más de 18 millones.

"Esa es una tarea apremiante para la secretaría. Tenemos que empezar justamente por los de mayor marginación, pero no quiere decir que los demás van a quedar desatendidos pues ya reciben asistencia de otros programas. Lo que más nos preocupa son los más pobres de los pobres. Estamos incentivando el desarrollo microrregional. Debemos partir de abajo hacia arriba, con centros estratégicos comunitarios donde inclusive, en un futuro, los familiares de quienes se fueron a Estados Unidos pueden cobrar el dinero que les envíen. Para esto estamos haciendo un acuerdo con la Oficina de Migrantes de la Presidencia.

"Recientemente, un funcionario me preguntaba Ƒpor qué no compras máquinas de coser y las llevas a todo el país? Le respondí que me parecía gravísimo porque así hemos tirado mucho dinero. Hay que ir a preguntar, conocer, vivir ahí. No hay recetas generalizadas.

"La intención es hacer un trabajo que no sea sectorizado. Tengo la impresión de que en el pasado se reñía para ver quién salía primero, quién tenía un mejor programa, quién se llevaba más estrellas. Todo eso ha tenido un costo muy alto, muy desafortunado para los pobres de este país.

-Hay opiniones encontradas. Algunos dicen que el gobierno gasta muy poco en administrar mucho dinero y otros aseguran que en realidad existe despilfarro burocrático...

-Falta orden, metodología, evaluación. En la Sedeso no siempre sabemos responder quién necesita o quién recibe el programa ni tampoco si éstos están acompañando a los pobres a superar la pobreza o los están arraigando en una mayor miseria.

"Lo que muchas veces se hace es administrar la pobreza. Pero también existe una red con tal burocracia que de cada peso que se destina, gran parte de éste queda atrapado en gasto corriente y muy poco recurso llega realmente a los más pobres. En la Sedeso contamos con siete u ocho delegados en cada estado para atender los diferentes programas y en ocasiones ni se conocen y cada uno trabaja por su cuenta y opera su programa.

"En ocasiones tampoco interactúan entre ellos ni con los gobernadores o los presidentes municipales. Pero también nos encontramos con algunos que trabajan más bien para agendas particulares que para la ciudadanía o la región que atienden.

"Tenemos así, una gran tarea por delante; hablar de una eficiencia que no signifique necesariamente recortes de personal sino dar las herramientas necesarias para dar buenos resultados. Los recursos son del contribuyente, no nos pertenecen.

Año de evaluación

Ahora en Sedeso estamos haciendo una revisión de la gran cantidad de asesores que nos encontramos y en algunas otras tareas, cada vez que tomamos una decisión nos preguntamos si realmente le están agregando valor al trabajo de la secretaría o si están colaborando para que los pobres superen la línea de la miseria. Si la respuesta es no, quiere decir que tenemos que tomar una decisión diferente".

-ƑQuiere decir que vienen cambios en algunos programas?

-Este será un año de evaluación. Sería muy precipitado, antes de cien días de gobierno, eliminar o echar por la borda algunos programas existentes, aunque sabemos que algunos nacen prácticamente muertos. Otros se transformarán, como el de Empleo Temporal.

"Queremos que los programas de desarrollo social respondan más a la demanda de la ciudadanía, que seamos capaces de escuchar el perfil del estado y lo que la ciudadanía demanda. Además, tenemos una normatividad no solamente costosa, sino que no nos permite operar con eficiencia y eficacia.

"De ese modo, encontramos que cuando hay una demanda, sacamos nuestro catálogo y decimos 'a ver qué tipo de programa quiere', y sucede que la mayoría de éstos se hizo de arriba hacia abajo o en un momento distinto del país y las condiciones han cambiado".

-La brecha cada vez se ahonda más. Hay más pobres pero también más ricos...

-Por supuesto. Este tema de la desigualdad es central en el caso de la Sedeso. Tenemos una gran brecha no solamente en materia de ingresos, pues diez por ciento de la población tiene 39 por ciento del ingreso nacional y esto se ha ido agudizando en los últimos años. También tenemos una gran brecha en el desarrollo del norte y el desarrollo del sur del país. No es nuevo que existan muchos Méxicos. La pregunta aquí es si somos capaces de tener las políticas públicas que realmente atiendan y cierren estas brechas porque si no, algún día vamos a tener un México que resulte prácticamente irreconciliable.

"Pero también hay otras diferencias. Por ejemplo, 20 por ciento de la industria en México exporta 80 por ciento, lo cual pone sobre la mesa que las empresas pequeña, mediana y micro enfrentan grandes rezagos porque no tienen acceso al crédito; tienen que pagar al fisco para poder sobrevivir y tienen que contar con métodos que les permitan un buen servicio en el mercado".

Pobreza, fenómeno tridimiensional

-ƑCuándo podremos hablar de que un mexicano dejó atrás la línea de la pobreza?

-En la Sedeso estamos desarrollando una serie de indicadores que nos permitan establecer cuando un mexicano ha superado esta línea de la pobreza, pero primero tiene que dejar atrás la de la pobreza extrema. Queremos incluir indicadores que no han sido suficientemente considerados. Aquí no basta el ingreso. Sabemos que la pobreza es un fenómeno tridemensional, no lo podemos limitar a un solo indicador.

"Queremos también establecer cuántos mexicanos son de la línea de pobreza extrema, cuántos de la pobreza y por ello tener condiciones que le permitan ser un interlocutor.

"Los pobres en México tienen un gran poder bien demostrado. Ellos ahorran en el mercado informal y les genera cantidades millonarias que la banca del primer piso ha despreciado. Para la Sedeso resulta central ir dando derechos de propiedad a los más pobres; ir regularizando la tenencia de sus tierras, la posibilidad de que tengan sus propias viviendas porque hay quienes han hecho grandes negocios utilizando la bandera de los pobres."

-ƑLa meta es que los pobres compren como mínimo dos canastas básicas?

-Seguro. Esos indicadores se verán plenamente reflejados en el Plan Nacional de Desarrollo. El combate a la pobreza lo estamos viendo intersecretarialmente. Establecer cuántos pobres hay es una tarea que estamos haciendo en conjunto con Hacienda, con Educación Pública, con Salud, con Comunicaciones y Transportes. Con base en ellos queremos establecer la metodología y los estándares con relación a la pobreza, la marginalidad y después evaluar el trabajo que cada uno debe hacer, además de establecer el objetivo de pobres a lo largo de este sexenio.

"Ningún programa debe ser condicionado a ningún partido político ni a ningún proceso electoral. Hemos trabajado mucho con el secretario Francisco Barrio y ya hemos hablado con los delegados de la secretaría; aplicaremos la ley en toda la extensión de la palabra.

"Es apremiante la honestidad y la transparencia y ya pedimos a los legisladores que sean los supervisores. Ellos tienen labor mucho más cercana al ciudadano, están recorriendo las zonas y ellos serán los auditores del programa.''

-ƑCoincide en que buena parte de los temores surgieron ante la posibilidad de que la Sedeso se orientara hacia la filantropía?

-La sociedad civil tiene un papel importante. Demanda, cuestiona, denuncia, pero también quiere ser protagonista. Pero antes que eso, tenemos clarísima la responsabilidad del gobierno en el diseño de las políticas públicas y también que a esa tarea no puede ni debe renunciar bajo ninguna circunstancia.

"Pueden dormir tranquilos, en esta secretaría tenemos claro lo que debemos hacer. He manifestado en varias ocasiones, por ejemplo, que redes como las de Diconsa deberán fortalecerse y dotarlas de reglas de operación que permitan una canasta más amplia de bienes para las comunidades y garantizar que los recursos lleguen a quienes los necesitan y no se queden atrapados en un problema de burocracia, porque finalmente muchos puntos de Diconsa están donde nadie más estaría dispuesto a llegar".

-ƑCon esa filosofía, no teme enfrentarse en algún momento a otros miembros del gabinete?

-No temo enfrentarme. Creo que todos los que participamos en el gabinete social tenemos una orientación muy coincidente. Lo que sí diría es que la visión de las políticas públicas es transitar de un asistencialismo, de un paternalismo a una actitud mucho más de acompañamiento, de solidaridad, de subsidiariedad que significa acompañar a los otros en tanto ellos son capaces de valerse por sí mismos.

Trabajo, la gran demanda

"La primera gran demanda de los pobres en México es por trabajo. Ellos buscan un camino de tal forma que puedan transitarlo y asegurar de manera permanente que tendrán un mejor nivel de vida. La segunda es por educación. Por razones del crecimiento demográfico ha habido una gran preocupación por la cobertura de educación básica y se ha dado un gran olvido en la educación para adultos.

"Entonces, estamos generando un círculo perverso porque un adulto que no se educa que no entra en otro estado de posibilidad, tampoco puede ayudar mucho al niño que trata de educarse y de rescatar de la pobreza. Más de 50 por ciento de adultos que viven en regiones de pobreza son analfabetos".

-ƑY aquí, qué papel jugarán las organizaciones filantrópicas?

-Desde que llegamos a la secretaría recibimos un voto de confianza renovado, por parte de muchos grupos de la sociedad civil.

-No esperamos convertir esta secretaría en un gran centro de filantropía porque la pobreza no es una cuestión de caridad, porque la pobreza no se reduce al asistencialismo, porque la pobreza es una responsabilidad fundamental del gobierno, de las políticas públicas y exige respuestas de carácter ético, pero también de todos los ámbitos de la sociedad.

-Me parecería muy penoso desperdiciar una excelente red de voluntarios con una experiencia positiva y que les haya tomado 15 o 20 años en México aprender cómo se hacen bien las cosas y no escuchar, no acercarnos o hacernos acompañar por esos grupos. Y por eso hemos comprometido mucho, por ejemplo, al sector privado, pues ellos saben generar empleos y proyectos productivos, especialmente las mujeres.

"En México, la pobreza tiene un rostro eminentemente femenino. En muchas de las regiones más pobres del país hay mayoritariamente una población femenina e infantil. Y aquí debo destacar que los proyectos productivos más exitosos que ha manejado la secretaría, son aquéllos en donde participan las mujeres".

-Hay discrepancias sobre el número de pobres que hay en México, Ƒen qué estadística se basarán ustedes para su atención?

-Vamos a tomar como referencia las cifras del INEGI y de la Cepal. Bajo estos parámetros hablamos de 44 millones de mexicanos en pobreza. Tratamos de generar un consenso para el diseño de políticas públicas porque no es lo mismo planear para 44 millones que para 70 millones, porque estaríamos hablando de dos circunstancias totalmente distintas. El grupo se está conformando por el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática, Consejo Nacional de Población, Cide y académicos del Colegio de México, Instituto Tecnológico Autónomo de Monterrey, Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Autónoma Metropolitana y la Universidad Iberoamericana para establecer ese consenso.