LUNES Ť 12 Ť MARZO Ť 2001

BALANCE DE LA JORNADA

Ť Importante triunfo de Atlante ante su hermano Irapuato
Ť Los brasileños apagan su magia y el León cae al sótano del porcentaje
Ť Hundidos Toluca y Necaxa, los equipos de los 90
Ť ¿Y dónde está el Bam Bam?

MARLENE SANTOS A. Y CARLOS HERNANDEZ

El Atlante logró una victoria de oro puro, coincidentemente frente a su hermano Irapuato, el otro equipo de Alejandro Burillo, y quedó empatado en el porcentaje con León, que cosechó su segunda derrota consecutiva al caer ante Pumas. El reto para Potros es lograr la salvación sin tener que recurrir al denigrante y antideportivo procedimiento aprobado por los directivos en pleno torneo.

En el bajío, los esmeraldas sumaron problemas de cancha a los económicos y se perfilan como candidatos al descenso. Por un lado las autoridades municipales exigen a Roberto Zermeño la liquidación de adeudos; por el otro, los brasileños se le rebelan a Pablo Centrone, pues el técnico se niega a alinear a Aílton da Silva, acusándolo de individualista y, en respuesta, Leandro Augusto y Adelino Batista apagan su magia.

Pero mientras Zermeño no tiene ni para pagar la nómina del plantel, Burillo ?por si acaso? ya aparta de su abultada chequera los 5 millones de dólares para mantener a Lapuente y a Campos en primera división.

Bendito sea el negocio futbolero, pues el magnate, americanista de toda la vida, no tuvo reparos en empezar a inyectar dinero fresco a sus odiadas Chivas.

Toluca y Necaxa, clubes que hasta el torneo pasado disputaban el mote de "equipo de la década", hoy están hundidos en la tabla general, pero mantienen su diferencia esencial: los mexiquenses conservan su afán ofensivo y de futbol-espectáculo; en cambio la suerte le dio la espalda a Rayos, donde podría rodar la cabeza del técnico Raúl Arias, quien en su debut los llevó a la final y en adelante todo fue retroceso.

Pero no sólo el tiempo le pasa la factura al Brody Campos, también el resplandor del Alex Aguinaga empieza a apagarse. A casi 13 años de admirable militancia con los rojiblancos, las glorias del ecuatoriano parecen cosa del pasado y surge la verdad reveladora: sin su aporte a plenitud el equipo se desmorona.

Por el contrario, el paraguayo José Saturnino Cardozo resalta en medio de la crisis choricera y esta semana festejó su gol 119, que lo iguala en la historia de Diablos con Vicente Pereda. Con sus goles, Cardozo se ha echado el equipo al hombro, mientras los aficionados suspiran por el regreso del Ojitos Meza .

Al menos este sábado los exigentes fanáticos rojos tuvieron un paréntesis de optimismo, cuando su equipo recobró el juego de antaño y empató 4-4 en vibrante encuentro ante el Atlas, en duelo que empieza a convertirse en lo que podría llamarse el clásico de goles y el buen futbol.

De bajo perfil fue la fecha 11 para los líderes Monterrey y Puebla, que están a punto de ser alcanzados por Santos, Tecos y Cruz Azul. Santos supo aprovechar la depresión de Rayos y Tecos sumó un puntito. La Máquina merece mención aparte.

Cruz Azul cumple un destacado papel en la Copa Libertadores donde marcha invicto con 7 puntos y es líder de su grupo, por encima del favorito brasileño Sao Caetano, con el que igualó el martes pasado en partido donde lució el portero Oscar Pérez.

Pese al cansancio, los cementeros llegaron motivados y en el torneo local van cuesta arriba. Ahora sufrirán dos semanas la ausencia por lesión de Juan Reynoso, pero dan la impresión de tener técnico y refuerzos suficientes para mantener el buen paso.

Pasada la euforia por la llegada del Bam Bam, la frustración vuelve a apoderarse de los seguidores americanistas, cuyo equipo sufre ayuno de goles y parece absorbido por la mediocridad y apatía.

Chivas no se queda atrás; en su debut, el técnico Oscar Ruggeri mostró que su preocupación será no perder. Realista el hombre, porque está claro que no tiene con qué ganar y este fue apenas el primer tope para el Cabezón.

Un emotivo partido fue el de México-Brasil y entre las diversas opiniones que desde el miércoles fluyen sin cesar, destaca la de Ignacio Ambriz como la más certera: Brasil dejó jugar a México y cuando quiso reaccionar, por poco y ya no le alcanza el tiempo.

El portero Oswaldo Sánchez demostró que hoy por hoy es el mejor, mientras que De Nigris fue una grata revelación y podría ser una inyección de sangre nueva en una delantera que también ya vio pasar sus mejores años.