MARTES Ť 20 Ť MARZO Ť 2001

Carlos Monsiváis

La persona, el hombre y el secretario del Trabajo

El 14 de marzo pasado, para iluminar un festejo un tanto extemporáneo del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), el secretario del Trabajo, Carlos Abascal, envió un texto que documenta la índole profunda de un numeroso sector del régimen. Ya en este proceso sermonero, Abascal, el 4 de diciembre de 2000, en carta con papel membretado de la secretaría, instó a sus colaboradores a recordar lo básico: la Virgen de Guadalupe es, según su criterio de gobierno, la patrona de los trabajadores de México. (La condición de circular oficial del recordatorio desmiente la afirmación apresurada del subsecretario de Gobernación Moctezuma Barragán que, entrevistado por La Jornada, califica la exhortación de Abascal de ''salida coloquial'').

El discurso de Abascal pertenece a la especie tan utilizada ahora que confunde a los ciudadanos con los feligreses. En este caso, él alaba lo que juzga cometido perfecto de la mujer: ser, para siempre, Ama de Casa y Madre entre cuatro paredes.

En un momento de su piadosa alocución, Carlos Abascal explica: ''Reflexiono como persona, no como hombre, pues como hombre sé que los hombres tenemos una gran deuda de amor y reconocimiento hacia la mujer'' (versión estenográfica). La persona, entonces, no tiene deudas sino teorías y más si es también, en otro de sus desempeños, secretario de Estado. ƑY qué dice la persona, esa entidad equidistante del hombre y el señor secretario? Dice grandes, inmensos descubrimientos. Cito algunos:

a) Según cuenta don Carlos, en Ginebra, en una reunión de la OIT donde reflexionaban (Ƒqué otra cosa hacen en los organismos internacionales?), se abordó ''el creciente problema de la destructuralización de la familia en muchas partes del mundo, principalmente debido a la ausencia de la madre en el seno del hogar y a la incomprensión del hombre de su corresponsabilidad en la educación de los hijos por una creciente desvalorización del trabajo del hogar como medio de realización plena de la mujer con graves consecuencias conductuales en los hijos''. Además de la tendencia de Abascal de emitir frases largas que no dejan respirar a sus oyentes (los que haya) y de agregarle sílabas a las palabras que recién estrena (''estructuralización, desvalorización"), lanza una afirmación oficial, no eclesial: el trabajo del hogar es el medio de realización plena de la mujer, lo que coloca a sus compañeras funcionarias en muy mala situación. ƑQué, digamos, doña Josefina Vázquez, la viuda metafórica por voluntad de Dios, no tiene modo de realizarse plenamente en la Secretaría de Desarrollo? Desde un documento de gobierno se condena a las mujeres por fugarse a diario de su hogar y por ser, entre otras cosas, enemigas literales de sus hijos al causarles su ausencia ''graves consecuencias conductuales'' (hablo de hijos, porque el secretario no concebiría al hijo único, ejemplo de mezquindad reproductiva).

b) Abascal le señala a la mujer su papel: ''Necesitamos trabajar desde diferentes ángulos, y el laboral es uno de ellos, para que la mujer se reconozca y se acepte como mujer con idénticos origen, dignidad y fin que el hombre, pero dotada con el especialísimo don de la feminidad por la Naturaleza''. Profunda aportación antropológica y filosófica. Hasta hoy la mujer no se ha aceptado como mujer sino, es de pensarse, como criatura complementaria y auxiliar (el renglón sala de maternidad/ servicios).

c) Una vez al tanto la mujer de la noticia asombrosa: es mujer y no alienígena, viene el ofrecimiento formativo. Alega don Carlos: ''Necesitamos abrir todos los espacios educativos y sociales a la mujer para que puede prepararse tanto como sea capaz, para enriquecer con su genio femenino el desarrollo de la cultura, la ciencia, de la empresa, de la política y del arte de la asistencia social, y de las agrupaciones intermedias de la sociedad''. El secretario es dadivoso pero no manirroto. Que se prepare la mujer tanto como su capacidad lo permita, hasta allí y ni modo, y se oriente hacia los niveles intermedios, porque ni Roma ni la Nueva Jerusalén se hicieron en un día. Y, también, que un adjetivo le recuerde a la fémina sus límites: lo suyo es genio femenino, nunca genio a secas.

d) Con la poesía de que es capaz, el señor Abascal propone algo que se convertirá a su debido tiempo en la Universidad de las Madres Hogareñas de Tiempo Completo, sin cargo a ningún erario. Aviso a la sociedad: si la mujer se queda para siempre en casa, la esclavitud hogareña será su corona de lágrimas y recompensas: ''Debemos crear condiciones de todo tipo, educativas, culturales, fiscales, laborales, para que la mujer que así lo decida, pueda entregarse de lleno a la profesión de madre y de corazón del hogar, pues cada alma que se les confía, vale más ella sola que todo el universo material creado, y esto será posible en la medida en que el hombre y la sociedad en su conjunto revaloren el invaluable trabajo de la mujer en el hogar, como una contribución insustituible para sostener en óptimas condiciones a la familia como célula básica de la sociedad''.

Conviene desglosar tanta obstinación parroquial. Iría así el alegato: 1) De haber justicia en este valle de lágrimas, en la reforma fiscal habría exención tributaria para los hogares donde la madre no trabaje fuera, aunque para ayudarse bien podría coser a domicilio, no lo más conveniente pero en fin. 2) Un alma educable vale más que el proyecto Puebla-Panamá y que todos los malls de Santa Fe. Por desdicha, esta valoración sólo es simbólica, así que sigamos con el plan Puebla-Panamá. 3) Es posible revalorar lo invaluable, algo similar a rizar el rizo en la eternidad. 4) Si la mujer trabaja fuera de casa, la familia jamás conocerá las condiciones óptimas.

e) El Estado, la escuela, los medios, la sociedad, las condiciones económicas y el Internet no cuentan en lo absoluto en materia educativa. Allí lo primordial es la Familia. Releo un párrafo ininteligible (algo similar a valuar lo invaluable): ''Si hay algo vital para el futuro de México es el fortalecimiento de la familia, pues de ella brotarán los hijos de excelencia. No olvidemos: de la familia, de su corazón, brotarán los santos o los demonios que han de influir en la felicidad o infelicidad de muchos y esto sólo será posible con padres de excelencia''. Así que de los padres de excelencia brotan los santos o los demonios. šQué igualitarios en su capacidad formativa!

f) En pos de quienes discutían si los indios en la Colonia tenían o no alma (antecedentes de quienes hoy le han negado la Más Alta y Sacra Tribuna al EZLN), don Carlos se permite involucrar a toda la OIT en la pregunta que, es de suponer, Jehová esparció luego de descostillar a don Adán: ''Y la pregunta de la que partimos los presentes en Ginebra fue similar a ésta: ƑEs la mujer un ser inferior al hombre y en consecuencia, está llamada a ser sierva bajo cualquier modalidad o es la mujer un ser humano igual en su dignidad, origen y fin al hombre?'' šQué interrogante tan filantrópica, apenas en el año tempranero de 2001! Generoso, actualísimo, el secretario del Trabajo no tarda en emitir la respuesta: "Es la mujer ante todo un ser humano como el hombre, dotada como el hombre de inteligencia, voluntad y libertad, y llamada como el hombre a la felicidad''. šQué regalo a las damas: resulta que sí poseen humanidad! Este conocimiento inesperado es, además, gratuito.

Mujerío, escucha agradecida el mensaje: se tardó la absolución constitucional y ontológica, pero cristalizó y con un bono que es cortesía de la Secretaría de Trabajo, tal vez canjeable en tiendas de autoservicio. Afirma el señor Abascal: "Es la mujer una persona". šAleluya! ƑQuién lo hubiera creído de no decirlo una autoridad casi eclesiástica?

g) Eva, Lucrecia, Brigitte, Marylin, Madonna... todas ellas y algunas otras ya son personas, pero no sin responsabilidades. El licenciado Abascal es lo que ahora llaman ''esencialista'', es decir, cree en este caso que las personas y los géneros (perdón, que las personas y los machos y las hembras) poseen una identidad inamovible de la cuna a la mortaja, pasando por la cocina y la recámara. Dice don Carlos: ''El reconocimiento de la inmensa dignidad de la mujer no puede pasar por su masculinización ni por su generización (sic) en contra de su propia originalidad femenina.'' Y ya entrado en gastos teóricos, puntualiza el sentido de su discurso: ''Es necesario poner en claro que la mujer tiene una misión propia en la estructura de la organización de la vida pública.'' Veamos cuál es: ''Ella está llamada a ser el corazón, el eje de la estructura familiar con todo el contexto de afectos, derechos, deberes y valores. Es éste un hecho de orden natural, irrenunciable e insustituible''. Prestidigitador, don Carlos convierte la vida privada en vida pública, con el método con que transformaría un rosario en un Informe presidencial. De paso, envía fuera del ''orden natural'' a las mujeres que trabajan, a las mujeres solas, a las divorciadas... En la versión de Abascal el secretario de Estado habla con idioma parroquial para que el Eje de la Estructura Familiar (de ahora en adelante EEF) no cargue de tareas al Hombre.

h) Abascal es un abogado del cielo y sus recompensas póstumas: ''El trabajo del hogar presenta unas características que lo definen como ocupación profesional. Es un trabajo necesario, complejo y absorbente y por ello es necesario una preparación adecuada. Las características más importantes del trabajo en el hogar es su alto valor social, porque se ordena al bienestar de las personas y porque contribuye a la estabilidad y buen desarrollo ético y espiritual de la familia, elemento clave de la sociedad civil''. Las contradicciones afligen el discurso, mientras la sintaxis desgarrada oscurece su camino de perfección. Si lo del EEF es una ocupación profesional, Ƒva a exigir el secretario del Trabajo que se les pague salario a las amas de casa? ƑVa a instaurar, en combinación con la SEP, cursos de nivel profesional en Desarrollo Espiritual de la Familia? (eso más bien, si se toman en cuenta otras declaraciones, sería asunto de la PGR). ƑY no se contradice hasta el delirio el secretario al subordinar de pronto a la Familia, haciéndolo ''elemento clave de la sociedad civil''?

Una cosa me queda clara: al licenciado Carlos Abascal, secretario del Trabajo, nadie le informó nunca que la teocracia no es el sistema de gobierno de la República Mexicana. Ojalá que pronto averigüe cuál es.