LUNES Ť 26 Ť MARZO Ť 2001

Ť OCDE: se desperdicia 50% del agua por deficiencias en el sistema de riego

Severa erosión de la tierra agrícola en México

Ť El uso del pesticida de bromuro de metilo agota el ozono, advierten especialistas

ANTONIO CASTELLANOS

Entre 15 y 40 por ciento de la tierra agrícola en México está severa o totalmente erosionada, revela un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Además, señala que 197 de 294 cuencas de agua en México están sobre explotando sus recursos disponibles; más de 80 por ciento del líquido se usa sin cargo alguno para el riego agrícola y se calcula que 50 por ciento se desperdicia debido a las deficiencias en el sistema de riego.

En México, agrega, la agricultura juega un papel importante en la economía. Representa 6 por ciento del PIB y 19 por ciento del empleo, mientras en el uso que hace de los recursos naturales también tiene un porcentaje significativo de 56 por ciento del uso total de la tierra y 80 por ciento del de agua.

Los investigadores de la OCDE destacan que el aumento en el uso del pesticida de bromuro de metilo en México durante los años 90 es preocupante para el medio ambiente, porque actúa como una sustancia que agota el ozono. Muchos de los países de la organización han reducido el uso de bromuro de metilo de acuerdo con los compromisos establecidos en el protocolo de Montreal sobre sustancias que dañan la capa del ozono.

Destacan que la Comisión Nacional del Agua reveló la sobre explotación de los recursos de agua potable, y el desperdicio debido a las deficiencias en el sistema de riego. Además, el área que necesita riego creció en los años 90.

Los especialistas agregan que la agricultura puede ser de gran utilidad para eliminar los gases que tienen efecto de invernadero, conservar el hábitat de la vida salvaje y mejorar el paisaje. Sin embargo, también puede ser muy perjudicial para el medio ambiente y los indicadores de la OCDE muestran que los niveles de daño ambiental causados por la agricultura en los últimos 15 años siguen siendo una preocupación.

En el balance ha habido una reducción en las concentraciones de nitrógeno y pesticidas en los ríos, lagos y en las aguas subterráneas; también hubo un descenso en el nivel de emisiones de gas invernadero agrícola.