Lunes en la Ciencia, 26 de marzo del 2001



 

Trabajo multidisciplinario: una nueva forma de auxiliar a la naturaleza y sus habitantes


Lanchas solares para protección de la ballena gris

José Luis Fernández Zayas

Hace unos meses se reunió en La Paz, Baja California Sur, un grupo de expertos de la Alianza (una asociación estratégica de la UNAM, la UAM y el IMP con Battelle Memorial Institute, de EU), convocados por la Secretaría de Desarrollo del gobierno estatal.

En el taller participaron diversos representantes y autoridades de las instituciones locales de investigación y desarrollo, del gobierno estatal y los gobiernos municipales, y los representantes de las delegaciones del gobierno federal, además de consultores regionales y líderes de la comunidad. El acto fue un ensayo de cómo se pueden tomar decisiones de gobierno para un desarrollo sustentable. Bajo la inteligente y gentil guía de dos facilitadores del trabajo, uno de cada país, se progresó en dos sesiones de unas diez horas cada una, a veces en plenaria y a veces en grupos de unas diez personas cada uno, con el afán de planear el desarrollo estatal de mediano plazo (unos 25 años) e identificar tareas específicas de corto plazo, evaluables cada año.

Estas serían sometidas al escrutinio de las autoridades y grupos estatales de participación antes de ser implantadas. En realidad, ésta es apenas una primera etapa de una nueva modalidad de trabajar para el estado, sin que su rectoría sea excluyente y autocrática, sino supervisora del cumplimiento de los deseos de la población y la gente informada: una original definición de democracia moderna en México.

Es interesante relatar los principales proyectos que se formularon por los participantes.

Los intelectuales más activos destacaron la falta de conocimiento estatal suficiente (sobre la flora y la fauna, la riqueza del suelo y del mar, las actividades de las sociedades humanas), y se propuso la creación, entre otros, de los institutos estatales de ecología y del agua, y reforzar las acciones en curso para la instauración de museos y bases de datos. Se propuso hacer esfuerzos, que se detallaron, para hacer más competitiva la oferta del estado y ganar mejores empresas globales limpias, de base tecnológica, para ofrecer a los jóvenes sudcalifornianos mejores empleos, con mejor remuneración que la maquila tradicional. Se analizó la oportunidad de fortalecer la agricultura orgánica, de alta tecnificación, para ahorrar agua y generar productos hortícolas de exportación a Europa y EU. Además, se identificaron docenas de proyectos de desarrollo integral, de vigencia en el mediano plazo, de sustentabilidad ecológica y económica probadas, con financiamiento internacional probable.

Estas propuestas parten de la nueva tarea de gobierno, de garantizar la viabilidad de las inversiones (de cualquier origen) en el mediano plazo, con tal de que se satisfagan las necesidades y deseos actuales y futuros de la población. Para lograr el entusiasmo de los inversionistas, el gobierno está empeñado en emprender acciones que le acrediten la visión a largo plazo, el compromiso con la ecología, y la responsabilidad en el manejo del medio ambiente, patrimonio de la humanidad.

Así, entre otros, se propone un primer concurso mundial de lanchas solares. Esta decisión proviene de que los conductores de botes que llevan a los turistas a ver a las ballenas grises, en invierno y primavera, se quejan de que los motores de combustión que emplean parecen irritar a las ballenas. Es cierto: sus motores son demasiado grandes y ruidosos para la visita a la ballena que nace, crece y se aparea en los mares sudcalifornianos. Hasta la fecha, la presión se ha controlado reduciendo al mínimo el número de lanchas que se internan en el mar cuando la ballena aparece. Ahora se trata de desarrollar una tecnología "verde", las lanchas solares (que no existen), para adelantarse a los planes de sustentabilidad del estado.

En primer lugar, se convocará a un concurso internacional, y se anunciarán las bases. Se dará predilección a desarrollos originales de alta eficiencia y mínimo riesgo para los turistas y el ecosistema. Entre éstos se destacará una categoría estudiantil. Un fondo que ya se está integrando apoyará preferentemente a concursantes locales, para asegurar su participación. Pero ya se hacen esfuerzos para garantizar la presencia, desde la primera edición del concurso, hacia abril de 2002, de los mejores equipos del mundo, como los neozelandeses, los japoneses y los australianos, entre otros. En breve se convocará a las instituciones que integran la Alianza a formalizar su participación y fomentar que, en un futuro cercano, las lanchas que naveguen los mares mexicanos sean solares, no de combustible. Para ello, es probable que se emita legislación que limite el uso de motores de combustión para proteger a la ecología marina, una vez que se haya demostrado la viabilidad de las lanchas solares.

El autor es presidente de la Asociación Mexicana de Directivos de la Investigación Aplicada e investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM

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