LETRA S
Mayo 3 de 2001 
Testimonios sin valor agregado
FERNANDO MINO

 

La Clínica Especializada Condesa pertenece al gobierno del Distrito Federal y lleva poco más de un año funcionando como centro dedicado a la atención del VIH/sida. A sus instalaciones, ubicadas en Benjamín Hill N°24, entre los metros Juanacatlán y Chilpancingo, acuden más de 400 usuarios y usuarias, sin seguridad social y la mayoría de escasos recursos, por algún tipo de ayuda: consultas, medicamentos antirretrovirales, medicinas para tratar las enfermedades oportunistas o para paliar el dolor, y hasta por ayuda psicológica.

Los siguientes testimonios realizados en la Clínica Condesa son sólo algunas modestas aportaciones a la discusión sobre los supuestos beneficios que traería la aprobación del incremento del IVA en medicinas y alimentos.

Mercedes
Con su hijo de ocho años, la señora Mercedes viene desde Tláhuac a la Clínica Condesa para recibir medicamento. Desde hace seis años le detectaron a ella y a su marido la infección por el VIH. "Mi esposo es ayudante de tapicero y le dan 500 pesos a la semana y yo me gasto como 300 en el tianguis para la comida de la semana. Yo le ayudo con lo que vendo de productos Avon y otras cositas." Además de medicamentos, con sus ingresos tienen que pagar renta, artículos escolares para el niño, transporte, entre otros gastos.

Los dos requieren tratamiento antirretroviral. "La verdad no nos alcanza, a veces yo me enfermo de herpes o neumonía y pues hay que comprar la medicina." Ambos reciben medicamentos gratuitos en la Clínica Condesa, "si no nos los estuvieran dando aquí ya no estaría haciendo nada, no me alcanzaría. A veces me desespero, yo quiero vivir, tengo un hijo." Los médicos les recomiendan dietas especiales para acompañar la toma de los medicamentos, "no se puede, sería un lujo, apenas nos alcanza para frijoles, arroz y una que otra verdurita, no más".

A propósito del incremento del IVA en medicinas y alimentos afirma: "A mí me gustaría que el señor Fox se pusiera un día en nuestro lugar para que vea como vivimos, para que se dé cuenta de la situación que pasamos, para que no haga cosas que sólo nos van a perjudicar."

Augusto
Augusto viene a la Clínica Condesa por algunas medicinas para su hermano Angel Gabriel. Hace apenas seis meses le diagnosticaron el sida. Desde entonces, la economía familiar se ha visto trastornada en todo sentido. El gasto mensual en medicinas es de 10 mil pesos, además de un complemento alimenticio del que consume dos latas diarias de 45 pesos cada una. La familia tiene una deuda de 90 mil pesos en el Instituto Nacional de Nutrición, por la que pagan 4 mil pesos mensuales.

"Uno sólo de los tratamientos que le han realizado a mi hermano costó 60 mil pesos. Para nuestra situación es nefasto el aumento al IVA. La enfermedad lo consume y sin el acceso a los tratamientos y demás medicinas sólo queda la muerte."

Pedro
Pedro tiene 41 años, es taxista y vive con VIH. Apenas en noviembre de 2000 le detectaron el virus a él y a su esposa. Por ahora, sólo él requiere tratamiento, pero aún así el gasto es importante, en promedio 1,200 pesos mensuales, además del costo de 700 pesos en análisis cada seis meses. Gana entre 3 y 5 mil pesos mensuales dependiendo de la temporada. Acaba de regresar a trabajar luego de un periodo largo de incapacidad por la enfermedad.

Su esposa también trabaja, pero apenas ajustan el gasto, pues tienen que mantener a sus tres hijos. "A veces he dejado de comprar medicinas porque no me alcanza y mi temor es que el tratamiento se haga más costoso por del IVA."