LUNES Ť 28 Ť MAYO Ť 2001
Ť El proyecto está fincado en la colonización industrial de todo el sureste mexicano

Viaje de Fox a CA, punta de lanza del Puebla-Panamá

Ť El objetivo, que la región se convierta en el "nuevo jaguar americano" en el año 2025

CARLOS FAZIO ESPECIAL PARA LA JORNADA

El próximo viaje del presidente Vicente Fox a Panamá y El Salvador será el puntapié inicial de un vasto y renovado proceso de privatización y transnacionalización del sureste mexicano y todo el Istmo centroamericano.

Ambas visitas de Estado se inscriben en el lanzamiento oficial del corredor económico Puebla-Panamá, viejo proyecto imperial, geopolítico y de seguridad nacional de la Casa Blanca -que cuenta con consenso republicano-demócrata-,  que busca asegurar la explotación del trabajo y los recursos geoestratégicos de la región, y consolidar la penetración de las compañías transnacionales, con casa matriz en Estados Unidos, en los mercados latinoamericanos, en su competencia con los megabloques conformados por la Unión Europea y los "nuevos tigres asiáticos".

Según el resumen ejecutivo del Plan Puebla-Panamá, elaborado por el equipo de gobierno de Fox, México y Centroamérica habrán de convertirse en un "polo de desarrollo de clase mundial en América Latina". Pero un estudio más detallado de los tomos 1 y 2 del Enfoque regional del plan y de su Informe ejecutivo (versión en español) arroja algunas sorpresas.

chamulas1Financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) -institución controlada por Estados Unidos-, y en total consonancia con la Agenda de Desarrollo para México del Banco Mundial ("estamos en línea", diría el presidente Fox), el Plan Puebla-Panamá (PPP) asigna implícitamente a México el papel de satélite subimperial, con derecho de proyectarse sobre las unidades territoriales socioeconómicas al sur del Suichate. Una suerte de capataz mayor a cargo de las "subprovincias" centroamericanas, que a su vez "descentraliza" las funciones de control en una red de capataces menores (los oligarcas y gobernantes del Istmo), en una cadena de mando tipo militar, similar a la de las corporaciones transnacionales.

En ese esquema de tipo solar, los linderos de las unidades territoriales administrativas en las cuales está jerárquicamente subdividido el imperio, podrán ser (o están siendo) modificados según dicten sus imperativos. En el caso de México en sus linderos actuales, a la "mojonera" del río Bravo se le agregó ahora el "sublindero" Puebla.

Continuismo zedillista

En lo interno, el proyecto oligárquico expresa el más puro continuismo zedillista, y está fincado en la colonización salvaje de todo el sureste mexicano, con apoyo -bajo el eufemismo "seguridad para los inversionistas"- en un dispositivo policiaco-militar preventivo, de tipo contrainsurgente.

No fue casual que durante su comparecencia ante la Comisión Permanente del Congreso (mayo 22), el subsecretario de Relaciones Exteriores, Gustavo Iruegas, vinculara la puesta en marcha del PPP con "la potencial conflictividad" de la región. Por su parte, Florencio Salazar, responsable del proyecto foxista, ha dicho que el PPP es una "propuesta responsable" para una región atrasada que tarde o temprano podrá representar "un amago serio a la integración nacional" (el fantasma de la balcanización). Salazar, un ex priísta que ocupó altos cargos de gobierno en el estado de Guerrero, ha vinculado la pobreza extrema con la ruptura social y la irrupción de movimientos armados.

El Plan Económico Puebla-Panamá abarca ocho estados del sureste mexicano (Puebla, Oaxaca, Guerrero, Chiapas,  Veracruz, Campeche, Quintana Roo y Yucatán) y los siete países centroamericanos (Belice, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá), con una población total de 38 millones de habitantes.

Según el Informe ejecutivo elaborado en noviembre de 2000 por el equipo de transición de Vicente Fox, el principal objetivo del plan es que para el año 2025 esa región se haya convertido en el nuevo "jaguar americano". En función de esa meta, las líneas maestras del PPP consideran convertir a México en uno de los países del mundo con más bajos costos de producción industrial ?con base en la "ventaja comparativa" de la superexplotación de mano de obra no capacitada y el subsidio al capital privado?, a fin de poder competir "globalmente" con "los nuevos tigres asiáticos" (China, Vietnam, Malasia y Tailandia) y otros países de economías emergentes, como las islas del Caribe, en competencia regional directa.

En el reparto del trabajo, el proyecto asigna a México el papel de país maquilador y monoproductor para la exportación. Con base en esas funciones, el PPP pretende "atraer" a las industrias transnacionales (mediante subsidios, exención de impuestos y externalización de costos) y captar inversión externa directa (IED) en el marco de una despiadada competencia sur-sur. Se aplicará así el ABC del imperialismo en su forma predatoria actual, de rapiña, que promueve el neodarwinismo social o la guerra de todos contra todos, y hace producir a las colonias para la mesa del amo en las metrópolis.

En la disputa por el "liderazgo" subregional (las ínfulas de ser potencia de los vasallos mexicanos), el documento menciona a Colombia y Venezuela como potenciales adversarios de México.

En ese contexto, el documento señala que el Puebla-Panamá "es ante todo un plan de política económica" del presidente Fox. Como tal -y dado que fue originalmente fraguado en los círculos de poder financiero en Washington, con la supervisión del Tesoro estadunidense- fue adaptado a México por la Coordinación de Infraestructura Estratégica del equipo de transición foxista, a cargo de Alberto Lenz Montes de Oca y Alfredo Pliego Maldonado.

No es casual que el proyecto cuente con el apoyo técnico y financiero del BID. La institución que preside el uruguayo Enrique Iglesias canalizará 4 mil millones de dólares al PPP. Asimismo, para "garantizar y acelerar la integración con Centroamérica", el BID administrará el Fondo Fiduciario México (Puebla-Panamá). Constituido con "recursos mexicanos", el fondo estará destinado a financiar las inversiones de infraestructura del programa en el Istmo centroamericano. Según el documento, el crédito concesional tendrá muy atractivas condiciones de tasas y periodos, mejores que los de la banca multilateral.

Sin duda, el Fondo Fiduciario servirá de "gancho" para atraer a los experimentados y siempre ávidos oligarcas mexicanos (principales beneficiarios Fobaproa-IPAB -"la estafa del siglo"- y expertos en colusiones y otros enjuagues cleptocrátricos), ligados al gran capital financiero y las compañías transnacionales. El informe destaca que "el protagonista (del 'desarrollo') será el sector privado". Como siempre ocurre en estos casos -y más tratándose de "desarrollo"-, el Estado asumirá las inversiones "de alto impacto" que no resultan "rentables" para el sector privado; la vieja fórmula de subsidiar a los poderosos (el "Estado nana" del que habla Noam Chomsky), socializar los costos y privatizar las ganancias.

Diseñado para un área "potencialmente conflictiva" ?según argumentó el embajador Gustavo Iruegas ante la Comisión Permanente (en la zona mexicana del PPP operan las guerrillas del EZLN, EPR y ERPI)?, el proyecto contempla dotar al sureste de centros urbanos que modifiquen la tendencia de "dispersión" de la población, "haciéndola más urbana que rural". Prevé la desregulación para inversiones productivas, "sobre todo" en Chiapas y Tabasco, así como una redefinición de la planeación que impulse "la migración de la población rural a los centros urbanos". En esa dirección apunta el multipublicitado programa de "changarrismo social" del presidente Fox, que busca aprovechar de manera extensiva la mano de obra campesina en empresas maquiladoras y en grandes obras de construcción (carreteras, presas, puertos y aeropuertos).

En el rubro de políticas públicas, el informe señala que los países miembros del PPP deberán coordinar y armonizar los marcos regulatorios, desregular los mercados, eliminar restricciones a la competencia, remover barreras de entrada a los mercados y modificar políticas de precios, tarifas y subsidios (a los pobres).

En total consonancia con las "recomendaciones" del Banco Mundial y las exigencias privatizadoras del presidente de Estados Unidos, George Bush, el plan destaca como un "desafío regulatorio" la necesidad de profundizar y consolidar la reforma del sector energía. También plantea la necesidad de eliminar las barreras a la entrada en los mercados de comunicaciones, desregular los mercados de transportes regionales y restructurar los sistemas de tarifas y subsidios del sector agrícola.

010f2.jpgEntre las "fortalezas" del PPP, el informe destaca su posición geográfica privilegiada, localizada entre los tres grandes bloques comerciales (Norteamérica, Europa y Asia); cuantiosos recursos naturales, "con la extraordinaria biodiversidad" del corredor biológico mesoamericano (que tiene continuidad en México a través de la selva Lacandona y los Chimalapas); "suelo abundante y con costos competitivos a nivel mundial", y una población de 38 millones de habitantes que ofrece mano de obra no capacitada

El proyecto, que avala la hipótesis sobre la conformación de un mare nostrum estadunidense con eje en el Golfo de México ?diseñado para la salida hacia el Pacífico de la producción industrial de la superpotencia, volcada hacia la parte este (atlántica) de su territorio?, contempla la "utilización global" del puerto panameño de Colón, en el extremo sur del corredor (con "competitividad mundial"), y los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz en el extremo norte.

El esquema viene a actualizar el Megaproyecto Transístmico -el viejo sueño imperial de establecer una vía rápida interoceánica entre Coatzacoalcos (Golfo de México) y Salina Cruz (Océano Pacífico) a través del Istmo de Tehuantepec, vigente desde 1846, cuando Estados Unidos entraba en plena fase expansionista-, y da sentido práctico a la privatización de las vías de comunicación durante los sexenios de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo.

Una de las piezas fundamentales del proyecto, que en su parte operativa arrancó durante el zedillismo, es la creación del corredor logístico carretero/ferroviario/portuario y de transporte intermodal del sureste, que busca "integrar" Norteamérica (Estados Unidos y Canadá) con Centroamérica, a través de México, para el "mercado global". A lo que se sumarán la carretera actualmente en construcción entre Chiapas y Matamoros (Tamaulipas), con fácil comunicación con Guatemala, lo que permitirá mover mercancía entre ese país y Estados Unidos en 22 horas, y el corredor carretero del Pacífico, que enlazará los puertos de Manzanillo, Lázaro Cárdenas, Acapulco, Salina Cruz y Puerto Madero, prolongándose por Centroamérica hasta el Canal de Panamá.

Otras rutas que sancionan el destino maquilador de México, conformadas como un eje radial en función de la industria de Estados Unidos, son las que unen Nogales con Guaymas; Nuevo Laredo, Monterrey, Saltillo, San Luis, Aguascalientes, Guadalajara, Manzanillo; el eje Veracruz, Puebla, Atlixco, Cuautla, Cuernavaca, Acapulco, y la ruta que bordea el Golfo de México, enlazando Nueva Orleans y Houston, del lado estadunidense, con su patio trasero a través de Matamoros, Tampico, Veracruz, Coatzacoalcos, Mérida y Cancún.

Desarrollo del sistema carretero

El desarrollo del sistema integral carretero transístmico mexicano, que funcionará como el centro nervioso del "jaguar americano" en su competencia con los "tigres asiáticos", contempla un complejo subsistema intermodal que incluye al Ferrocarril del Sureste (y su conexión con los ferrocarriles del Noreste y Pacífico Norte, cuyas vías conducen a Estados Unidos) y la instalación de una vía férrea regional México/Centroamérica a largo plazo; una red de puertos (que incluye los de Veracruz, Coatzacoalcos, Progreso, Salina Cruz, Lázaro Cárdenas y Puerto Madero, en su parte mexicana), así como la construcción o remozamiento de aeropuertos (ya están previstos los de Palenque, Chetumal, Tenosique, Xpujil, La Candelaria y Córdoba).

El corredor logístico, que servirá de base para la instalación de plantas maquiladoras, agroindustrias, cluster (conglomerados empresariales) y pequeñas y medianas empresas (pymes), contará con terminales estratégicas modernizadas (contenedores, red de frío para productos perecederos, ferropuertos, centrales de carga, parques industriales para pymes). El esquema garantizará el traslado de los insumos para la producción y la colocación de los productos terminados en los puertos, con la frecuencia, costo y tiempos tales que los hagan "competitivos" a escala global.

Dado que el PPP está pensado para competir con los "nuevos tigres asiáticos", y en China, que aparece a la vanguardia, los trabajadores de las ensambladoras (maquilas) ganan 0.39 centavos de dólar la hora, es fácil deducir que quienes se empleen en los changarros del sureste mexicano recibirán salarios casi de esclavos, sin ningún beneficio social; igual que a comienzos del siglo XIX.

Según el documento, la región basará su dinámica económica en seis "nichos" industriales fundamentales: agricultura, agroindustria y biotecnología; textil; partes electrónicas; autopartes; turismo sustentable, y petroquímica. Entre las "ventajas competitivas" del "nuevo jaguar americano" se contemplan cuantiosas inversiones estatales en infraestructura, en los sectores transporte, energía, comunicación y agroindustrial. Como "detonadores del desarrollo", el proyecto contempla la creación de varios clusters (conglomerado de empresas proveedoras de materia prima e insumos para la producción, articuladas y coordinadas cronométricamente con una compañía eje; el caso típico de la empresa Volkswagen en Puebla).

En ese sentido, se prevén cuantiosas inversiones para crear el "cluster energético" del sureste mexicano, mediante la construcción de nuevas represas hidroeléctricas y la ampliación de proyectos existentes. Entre otros se menciona la transferencia de agua de la cuenca del Usumacinta a la presa de La Angostura; la ampliación de las centrales de la cuenca del Grijalva, y los proyectos Boca del Cerro (en Tabasco, con las aguas del Usumacinta, que podría negociarse de manera conjunta con Guatemala para reducir el impacto de inundaciones en El Petén), La Parota (Guerrero), Dos Bocas (Veracruz) y la presa Itzantún (suspendida por "problemas sociales", ya que implicaba el desplazamiento de un poblado completo), y la generación termoeléctrica asociada a la actividad petrolera y de la industria petroquímica (presumiblemente, después de que bajo presión de la Casa Blanca, del Banco Mundial y las trasnacionales del ramo, se aprueben las reformas constitucionales que sancionen la apertura del sector energía).

Dentro de ese esquema está previsto desarrollar el "centro energético Minatitlán-Coatzacoalcos", sobre la base de la petroquímica y la generación de electricidad, para lo cual se ampliará la actual capacidad de refinación de energéticos para consumo industrial en las plantas de Minatitlán y Salina Cruz; la instalación de una central termoeléctrica en Minatitlán (que podría ser la planta programada en Coatzacoalcos), y la construcción de plantas petroquímicas e industriales de gran capacidad, que detonen el desarrollo del cluster de la petroquímica secundaria entre La Cangrejera y Pajaritos. El proyecto incluye además el aprovechamiento del gas natural, la instalación de una red industrial de gas para el sureste mexicano y la construcción de un gasoducto a Centroamérica para operaciones de SWAP. También se prevé la interconexión eléctrica de México con Centroamérica.

Parte de esos proyectos figuran en el programa de los 100 días del Plan Puebla-Panamá, elaborado en enero de 2001, ya con Fox en funciones. ¿Tendrá esto algo que ver con la "integración energética de las Américas", propuesta en Quebec por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que tiene en Fox a uno de sus mejores "vendedores"? ¿O con el mapa de las reservas de gas y petróleo mexicano en Veracruz y Campeche (dos estados del PPP), presentado la semana pasada por el vicepresidente estadunidense, Dick Cheney, y acreditado a la Agencia Central de Inteligencia (CIA)?

El plan contempla también la creación del cluster agroindustrial del sureste mexicano, para lo cual se realizarán cuantiosas inversiones en infraestructura hidroagrícola. Según el Informe ejecutivo, a los inversionistas agrícolas, agroindustriales y biotecnológicos (como Alfonso Romo) se les ofrecerá una plataforma de tierras de temporal tecnificado, con costos de irrigación competitivos (en Tabasco, Chiapas y Campeche) y con equipamiento tecnológico, de investigación y educativo.

Otro rubro clave del proyecto es el de las telecomunicaciones, sector en el cual algunos estados del sureste mexicano y Centroamérica cuentan con poco desarrollo o tecnología atrasada. En ese sentido, el informe señala que Centroamérica deberá estar interconectada (con México) a través de una red de fibra óptica de alta calidad, que funcionaría como la columna vertebral del sistema. Sin duda, como destaca el documento, ese sector es uno de los más atractivos para los capitalistas privados mexicanos (Telmex), estadunidenses (AT&T) y europeos (France Telecom), ávidos por invertir para generar el "desarrollo" de la subregión.

En ese rubro se modernizarán la telefonía rural (utilizando tecnología satelital e inalámbrica) y los servicios de teleducación (Red Edusat); se impulsará la penetración del Internet a través de sistemas de administración y gestión en los municipios y para el comercio electrónico; se potenciará su uso en las escuelas (Red Escolar Informática) y entre la población en general, a través del programa Internet para todos; se crearán centros comunitarios de telecomunicaciones y de banca social (para el cobro y envío de giros), y se promoverá la expansión de redes de telefonía local, mediante un Fondo para el Servicio Universal (cobre, fibra óptica e inalámbrica) y servicios de telemedicina a través de una red nacional.

En declaraciones a La Jornada (16/04/01), Florencio Salazar "recordó" que entre los empresarios mexicanos que ya están invirtiendo en la región del PPP se encuentran Isacc Saba, Moisés Saba y Alfonso Romo. Por su parte, en entrevista con Ricardo Rocha tras quedar "desocupado" como banquero ?a raíz de la venta de Banamex?, Roberto Hernández dijo que pensaba invertir en electricidad y gas natural, una vez que se aprobara la apertura del sector energético.

En torno del megaproyecto del Istmo ya han sido señalados los intereses de empresas transnacionales, como International Paper Company, y nacionales como Tribasa, Carso, GAN, ICA e Inbursa, cuyos socios principales son Carlos Slim, Carlos Salinas de Gortari y Carlos Hank González. Sin olvidar a la Texas-conection, que ha revitalizado la idea de Ronald Reagan de crear un mercado común energético "americano", con base en el petróleo mexicano de la Sonda de Campeche, el que haya en Chiapas y el gas seco de la cuenca de Burgos, en los estados de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas.

Desde esa perspectiva, y enmarcado dentro del proyecto geoestratégico continental estadunidense del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), cobra sentido la frase del canciller Jorge Castañeda en Madrid, donde describió al proyecto empresarial Puebla-Panamá como el "corolario lógico" para la pacificación de Chiapas.