DOMINGO Ť 3 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Carballido habló de la faceta dramatúrgica del poeta

Invitación a la muerte, la mejor obra teatral de Villaurrutia

Ť Las piezas escénicas del autor fallecido hace medio siglo se han repuesto ''mal y desamorosamente'', afirma

MONICA MATEOS-VEGA

Emilio Carballido señala tres características comunes en las obras de teatro que escribió Xavier Villaurrutia: los magistrales juegos de palabras que hacían posible diálogos a manera de espirales; los personajes estereotipados, nunca tratados a profundidad; y el refinamiento incluso en las maneras de los criados.

Como parte de los actos que desde el pasado diciembre se realizan para recordar el cincuenta aniversario luctuoso de Villaurrutia, Carballido ofreció la noche del jueves una charla en la librería Octavio Paz del Fondo de Cultura Económica e hizo una semblanza de la faceta como dramaturgo del autor de Invitación a la muerte, considerada una de sus mejores piezas escénicas.
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Desdén por los clásicos

Carballido lamentó que las compañías de teatro actuales desdeñen a los clásicos: ''¿De qué sirve escribir nada para el teatro si se trae encima una lápida pesada, la del olvido? No se repone el teatro de Los Contemporáneos, ni el de Usigli, excepto dos de sus obras, y tampoco el de los muchos clásicos del siglo XIX, ni Sor Juana, ni nadie.

''Se ha creado una tradición de desprecio y olvido hacia nuestras letras que ha sido esgrimida con furia por las compañías nacionales.

''Un país sano es el que revisa a sus clásicos en la escena con directores inventivos y amorosos, pero al mexicano de ayer y de hoy, que será el de siempre, se le ha repuesto a Villaurrutia mal y desamorosamente, con directores que quieren ¡salvar la obra! en vez de comprender lo tremendamente inferiores que son a ella.''

Carballido habló de cada una de las obras de teatro que Villaurrutia escribió, algunas no muy logradas cuando fueron puestas en escena. En particular, el dramaturgo señaló que una de las mejores es Invitación a la muerte:

''Estamos ante algo muy original y muy raro de tono, de trama y de intención. Hay mucho de los poemas de nostalgia de la muerte, parlamentos llenos de metáforas, de poesía, por ejemplo esto que dice: 'recorrer las piezas vacías, para escuchar los rumores imprevistos de las cosas, el crujir de los muebles, el ruido de un objeto que nada ni nadie ha movido y que sin embargo en virtud de una gravitación misteriosa cae pesadamente como un fruto maduro'. En el curso de la obra los poemas se insinúan''.

Un Hamlet diluido y esfumado

Es la única pieza escrita por Villaurrutia, añadió, ''que sin sombra de duda revela el mundo penumbroso y trémulo de la mejor poesía de su autor, la que tiene un diálogo bello y artificial. Invitación... es un Hamlet diluido y esfumado, de algún modo es una lectura y una interpretación de la obra de Shakespeare. Hay un problema entre el ser y el no ser, el personaje principal parece inclinarse a lo segundo sin temor a los sueños. Atrae a la muerte, se rodea con ella. Es una obra difícil, llena de rincones misteriosos y casi tan emocionante como su poesía.

Esta pieza debería estar obligatoriamente en el repertorio de teatro mexicano, además de la mayor parte de los Autos profanos, especialmente En qué piensas y El ausente.

''En una Navidad de 1950 se fue Villaurrutia, se cumplió su invitación a la muerte con mucha nostalgia. Fue un fallecimiento prematuro, tenía mucha poesía y bastante teatro que darnos. Como autor es uno de los que marcaron mi vida'', concluyó Carballido.