MIERCOLES Ť 6 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Debemos difundir que no sólo tenemos a Kahlo y Rivera: Luis-Martín Lozano

Las dos Fridas y el arte mexicano, rumbo al sitio estelar de la 49 Bienal de Venecia

Ť Abrirán el viernes muestra acerca de nuestras aportaciones plásticas al extranjero

Ť Viajarán obras de María Izquierdo, José Clemente Orozco y Rufino Tamayo, entre otros

MERRY MAC MASTERS

VENECIA-3Por la fama internacional de Frida Kahlo, es probable que el cuadro Las dos Fridas (1939) sea la pieza central de la próxima Bienal de Venecia. Pero, contrario a lo que primero se planteó, en vez de una exposición sólo con la obra de Kahlo y Diego Rivera, la Fundación Bevilacqua La Masa y el Centro Italiano per le Arti e Cultura (homólogo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes), alojará una muestra que revisa el discurso de lo que México ha exportado al extranjero a fin de romper los ''esquemas rígidos de nacionalismo o de la institución oficial''.

La exhibición Frida Kahlo y las obras maestras del arte mexicano, que se inaugurará este viernes en la institución privada ubicada en la Piazza San Marco, incluye 51 piezas de 20 autores, contingente que pretende analizar las aportaciones plásticas de México en la primera mitad del siglo XX. Organizadora de proyectos en el contexto de la bienal, la Fundación Bevilacqua La Masa invitó a Luis-Martín Lozano ?antes de que éste fuera nombrado director del Museo de Arte Moderno? a curar, con Achille Bonito Oliva, una exposición que ofreciera una visión del arte mexicano moderno y contemporáneo. La idea original derivó en dos muestras.

Ampliación del espectro

Entrevistado, Lozano sostiene: ''Nos debemos acostumbrar a que Frida Kahlo es la artista mexicana más reconocida en el ámbito internacional. Si desde el punto de vista del marketing, Kahlo es un sujeto cultural de consumo mundial, también es la imagen más conocida de México, junto con los murales de Rivera. Entonces, no hay por qué enojarse cuando se acercan preguntando por México en términos de estos dos artistas. Empero, nuestra obligación es hacerles ver que no sólo son ellos''.

Para Lozano, sin embargo, las exposiciones internacionales no deben ser motivo para ''saquear'' a los museos del país. Y como Las dos Fridas es ''pieza clave'' en la colección del Museo de Arte Moderno, su director sólo accedió a que el óleo se fuera mes y medio de los cuatro que durará la muestra. En reciprocidad, a su regreso a México los italianos financiarán la restauración (limpieza y cambio de bastidor) de esa obra, en el Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble. Además, el Centro Italiano per Arti e Cultura enviará al MAM, en 2002, una exposición acerca de la transvanguardia.

La muestra se inicia con otro cuadro emblemático, inscrito dentro de los modernismos de principios del siglo XX. Alberto Fuster, pintor tlacotalpeño del porfiriato, becado en Europa por la Escuela Nacional de Bellas Artes, pintó La rosa mística precisamente en Venecia. Es la primera vez que la pintura se exhibe dentro de un conjunto internacional. Posteriormente, se sumará al acervo del MAM en préstamo temporal. También regresará a Venecia el óleo Nuestra imagen actual, de David Alfaro Siqueiros, que participó en la bienal 25 cuando el muralista fue premiado.

Lozano sostiene que muestras de este tipo ofrecen la posibilidad de ampliar el espectro al mandar otras piezas y no sólo ''las consabidas que siempre piden del extranjero''. Esto fomenta un círculo vicioso: al ser las obras que más se prestan, son las que más se reproducen y se conocen. Cabe mencionar que el Museo Dolores Olmedo prestó un conjunto ''muy representativo'' de obras de Rivera y Kahlo.

Otros artistas incluidos son Gabriel Fernández Ledesma, Manuel González Serrano, Jesús Guerrero Galván, Saturnino Herrán, María Izquierdo, Agustín Lazo, Fernando Leal, José Clemente Orozco, Carlos Orozco Romero, Manuel Rodríguez Lozano y Rufino Tamayo.

Juan Soriano ''cierra'' la selección junto con Alfonso Michel. Cabe anotar que también se incluye el óleo Cabeza de hombre gris que Tamayo pintó en 1973.

Y abunda: ''Tenemos que explorar eso con mayor criterio histórico, ya no sólo rindiendo honor a los nombres o a las personalidades individuales, sino ir construyendo un discurso histórico de cuáles son las aportaciones de México al panorama internacional de la segunda mitad del siglo XX. En vez de pensar que las exposiciones internacionales de México sean sólo el arte precolombino o lo muy contemporáneo, tenemos que atender las fases intermedias. Lo deseable es que para la próxima bienal o en un proyecto subsecuente a ésta, México ya fuera con su contingente de la posguerra''.