MIERCOLES Ť 6 Ť JUNIO Ť 2001

Ť La obra, de Sergio Zurita, se escenifica en La Gruta del Helénico

No te preocupes ojos azules, encuentro imaginario entre Cobain y Sinatra

DPA

5 de junio. Un diálogo imaginario entre Kurt Cobain, el extinto líder del grupo Nirvana, y el legendario Frank Sinatra se convierte en una reflexión sobre el suicidio y la amistad masculina, en una obra de teatro escrita y dirigida por el periodista, actor y dramaturgo mexicano Sergio Zurita.

En la noche del 5 de abril de 1994, tres días antes de que Cobain fuera encontrado muerto en su casa de Seattle, el creador del movimiento musical denominado grunge recibe en su casa la visita de Frank Sinatra.

Es el encuentro entre dos hombres a los que, en principio, sólo los une el color de sus ojos, en la obra No te preocupes ojos azules, que se presenta los lunes en La Gruta del Centro Cultural Helénico.

Kurt, un torturado muchacho de 27 años, se siente desencantado del mundo, no puede atenuar su adicción a la heroína y, para colmo de males, tiene poca suerte con las mujeres. No sabe cómo tratarlas.

Frank Sinatra, el sueño americano hecho realidad, tiene todo lo que un hombre puede desear: fama, dinero, elegancia, mujeres, buen porte.

Relación de dos personas sin nada en común

Como el verso célebre del poeta argentino Jorge Luis Borges que decía "no nos une el amor/ sino el espanto", es la experiencia del suicidio inminente de Cobain, que trata de impedir Sinatra, lo que relaciona a estos dos hombres sin nada en común.

La idea de la obra nació el día en que Zurita se enteró de la muerte trágica del intérprete de Nevermind.

"Recuerdo que cuando supe sobre el suicidio de Cobain me enojé mucho. No quería aceptarlo y deseaba rescribir la historia, así que construí una obra a partir de dos personajes separados por la brecha generacional y por mundos opuestos: Frank, el hombre erótico por excelencia y eterno seductor, y Kurt, el joven fanático que sólo contaba con su guitarra bajo el brazo", manifestó Zurita.

En No te preocupes ojos azules Juan Carlos Colombo da vida a Sinatra. Por su parte, Roberto Soto interpreta a Kurt Cobain.

"La genialidad de Cobain radicó en que fue la voz de su generación y desempeñó un papel para el que nadie puede audicionar, eres o no. Como compositor fue genial; a pesar de su sarcasmo y la autodescalificación sabía que tenía un don y que cada vez escribía mejores canciones", dijo el dramaturgo.

"En esta obra Kurt y Frank son como Tom Sawyer y Huckleberry Finn junto al Mississippi, soñando en navegar las aguas del río, igual que Frank soñaba con cruzar el Hudson, de la misma forma en que Kurt se imaginaba atravesar el río hasta Seattle", dijo Zurita.