MIERCOLES Ť 13 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Reforzaría cargos contra el delegado Ruthen Haag

No acudió a declarar testigo determinante en caso Limelite

Ť Ayer iría a la fiscalía, según el abogado de la empresaria que acusa de soborno al titular en Miguel Hidalgo

BERTHA TERESA RAMIREZ

Contrariamente a lo que anunció el lunes el abogado Gabriel Regino García, defensor de la propietaria del centro nocturno Limelite, Martha González, el segundo testigo que sería determinante para probar la presunta extorsión de la que habría sido objeto la empresaria por de parte de funcionarios de la delegación Miguel Hidalgo, no se presentó a declarar ante la Fiscalía Especial de Servidores Públicos.

El abogado había anunciado que a las 10 de la mañana de ayer acudiría para declarar. Por su parte, Francisco Porras, asistente de la empresaria, tampoco estuvo disponible en sus oficinas a fin de aclarar el motivo por el cual el testigo no acudió a hacer su declaración. Más tarde la Fiscalía Especial de Servidores Públicos confirmó a este diario que a lo largo del día dicho testigo no se presentó a declarar.

Cabe señalar que según el defensor, con la comparecencia del segundo testigo de cargo concluiría la actividad de los denunciantes y correspondería a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal comenzar a citar a los funcionarios presuntamente involucrados en el delito de extorsión: José Cervantes Calderón, quien fungía como director jurídico y de gobierno, e Ismael Padilla, quien se desempeñaba como director de gobierno, así como el jefe delegacional, Arne aus den Ruthen Haag.

Cabe destacar que según la declaración de la señora Martha Estela González, contenida en la averiguación previa FSP/951/01-04, iniciada en la Fiscalía Especial para Servidores Públicos, "la negativa de las autoridades delegacionales para otorgar la licencia de funcionamiento al centro nocturno Limelite fue el principal elemento de presión ejercido por las autoridades de la delegación Miguel Hidalgo para que se les entregara un millón de pesos".

En su declaración, la propietaria del centro nocturno Limelite agregó que la entrega del cheque, por un millón de pesos, "provocó el levantamiento de los sellos de clausura a fin de proceder posteriormente a solicitar la licencia bajo el nombre de una nueva
negociación".