MIERCOLES Ť 13 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Es la única forma de alcanzar beneficios comunes y evitar tragedias en la frontera, dice

México debe negociar con EU amnistía a trabajadores indocumentados: AFL-CIO

Ť Campaña de grupos estadunidenses a favor de legalizar la estancia de 8 millones de personas

FABIOLA MARTINEZ, GEORGINA SALDIERNA Y ROSA E. VARGAS

La Comisión de Asuntos Migratorios de la AFL-CIO (central obrera estadunidense) solicitó al gobierno mexicano "no aceptar sólo un programa temporal de migrantes", sino llevar a la mesa de diálogo bilateral la legalización de más de ocho millones de indocumentados ?la mayoría mexicanos? que viven y trabajan en aquel país.

cd-juarez-migrantes-2Una delegación de nueve dirigentes se reunió ayer con el canciller Jorge G. Castañeda, ante quien señalaron la necesidad de negociar una amnistía para los indocumentados en términos similares a la ocurrida en 1986, "única alternativa de encontrar beneficios comunes para México y Estados Unidos, y reducir las tragedias en la frontera y otros graves problemas derivados de la migración y el fracaso de la política que en esta materia" ha establecido el vecino país del norte.

La visita de los sindicalistas, integrantes del comité ejecutivo de la AFL-CIO, se incluye en una campaña de grupos políticos y sociales de Estados Unidos que pugnan porque el Congreso estadunidense y el presidente George Bush concedan este beneficio a millones de trabajadores ilegales.

De acuerdo con esta federación de trabajadores, en su país se han aplicado encuestas a nivel nacional, y "75 por ciento de la comunidad estadunidense se manifiesta a favor de que los migrantes puedan legalizar su situación bajo ciertos requisitos. Los consultados declaran que el beneficio es común, porque ellos no quisieran trabajar duro en el campo, hoteles y restaurantes por el sueldo que se les paga a los mexicanos".

"Insustituible aportación"

Los dirigentes sindicales sostienen que los trabajadores procedentes de México hacen una enorme contribución a la vida económica y cultural de Estados Unidos, así como una insustituible aportación a su país a través de las millonarias remesas de dólares que envían.

"Estados Unidos es una nación de leyes y esto significa que el gobierno federal tiene la obligación de procurar el cumplimiento de éstas respecto a los procesos de derechos civiles, seguridad y salud pública y promoción de oportunidades para los trabajadores", comentaron.

La AFL-CIO ?agrega el resolutivo de esta central con 13 millones de afiliados? considera que el sistema de inmigración en Estados Unidos "está roto y necesita ser modificado". Es necesario que todos tengan oportunidad de legalizar su situación y de esta forma evitar que entre 8 y 11 millones de personas sigan sujetas a la explotación y no se les reconozcan sus contribuciones.

Minutos antes de entrevistarse con el canciller mexicano, Arturo Rodríguez, líder de la Unión de Campesinos de América, organización fundada hace 39 años por César Chávez, dijo que aproximadamente un millón de mexicanos trabaja en el campo estadunidense, de cuales 70 por ciento son indocumentados.

El sindicato que encabeza sólo afilia a 27 mil jornaleros agrícolas, que laboran bajo un contrato colectivo, reciben mejores sueldos (dos dólares más por hora), protección y seguridad social. "La diferencia de ser sindicalizado es que se tiene voz frente al patrón", dijo.

Nacido en Texas y trabajador social de profesión, Rodríguez afirma que la discriminación y abusos en contra de los que luchó César Chávez en la década de los 60 "no ha variado por completo", y aquellas alternativas como el programa Huéspedes, que brinda todo un soporte al trabajador migrante legal, "cada día presenta más rechazo por parte de los rancheros y otros patrones."

La razón, explicó, es que programas de intercambio de mano de obra representan para el empresario el pago del viaje del trabajador, otorgar beneficios sociales, cumplimiento del tiempo contratado e incluso pago de alojamiento y comida, por lo que "sistemas como ese han ganado el rechazo de los rancheros", señaló en entrevista con este diario.

"Un poco más allá"

En tanto, Andrew Stern, líder de los trabajadores del sector servicios; John Wilhelm, dirigente de los trabajadores de hoteles y restaurantes, y Terry O'Sullivan, también integrante de la delegación nacional de la AFL-CIO, señalaron que es necesario que el gobierno mexicano "vaya más allá de pugnar por programas temporales de trabajadores migrantes o nuevas formas de otorgar visas".

El objetivo, precisó Stern, es que se avance hacia una forma ordenada de migración de México hacia Estados Unidos. "Los ilegales han ayudado mucho a la economía estadunidense", reconoció.

Los líderes señalaron que este proyecto representa la "hermandad entre todos los trabajadores", y reconocieron que como dirigentes de trabajadores su misión es organizar cada vez más sindicatos con mano de obra estable.

Respecto a las acusaciones del secretario del Trabajo, Carlos Abascal, en el sentido de que sindicalistas estadunidenses realizaban actividades de tipo injerencista, los dirigentes de la AFL-CIO sólo respondieron con una sonrisa de desaprobación hacia la opinión del funcionario mexicano. "Nuestro objetivo es que se legalice la migración", concluyeron.