Lunes en la Ciencia, 9 de julio del 2001



 
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Andrés Navarrete Castro

Valorar la herbolaria a través de la ciencia

andres-navarrete3aPocos investigadores con una trayectoria científica tan reconocida como la del doctor Andrés Navarrete Castro conciben el estudio de plantas medicinales y su potencial farmacológico no sólo por sus componentes químicos y sus efectos en los seres vivos, sino también como parte de una cultura milenaria que se debe estudiar para ser preservada.

Probablemente su visión incluyente sobre las tradiciones y sobre el conocimiento que tienen las comunidades acerca el uso de plantas medicinales, pero sobre todo, respeto por su significado en cada cultura, proviene de los rastros que dejó su abuela materna, quien era curandera y partera.

Pero para Navarrete Castro (Texcoco, estado de México, 1957), la curiosidad sobre los secretos de la naturaleza se convirtió en una profesión. Primero, al estudiar para químico farmacéutico biólogo en la ENEP, plantel Zaragoza de la UNAM, y después especializándose como maestro en ciencias químico farmacéuticas en la Facultad de Química de la UNAM y como doctor en farmacología en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN.

Desde sus inicios, el doctor Navarrete empezó a trabajar con una planta conocida como Cuachalalate (Amphipterygium adstringens). Al principio, sólo en su composición química y poco a poco en los efectos de su actividad biológica en los seres vivos.

"Conocemos las propiedades de esta planta para bajar los niveles de colesterol y como agente antiulceroso. Su mecanismo de acción funciona a través de la protección de la mucosa gástrica. Nuestro equipo de investigación ha logrado el aislamiento de los compuestos activos y el estudio profundo de sus propiedades. Estos estudios constituyen los primeros en su tipo realizados con técnicas modernas".

andres-navarrete2aNavarrete Castro, quien actualmente realiza sus investigaciones en la Facultad de Química de la UNAM ha verificado a través de pruebas de laboratorio, que el uso tradicional atribuido al Cuachalalate como antiulceroso, cicatrizante y para bajar el colesterol, corresponde a los principios activos de la planta, que crece principalmente en la vertiente del océano Pacífico y en la parte central del país.

Un rasgo distintivo de los proyectos del investigador es que la mayoría tiene un enfoque etnofarmacológico, es decir, abarca aspectos de etnobotánica, fitoquímica, y farmacología.

Entre otras de las plantas que el especialista ha estudiado está la conocida como Colopahtle, que se administraba para que los animales expulsen helmintos (parásitos). Sin embargo, el principio activo de esta planta produce convulsiones. Por ello, enfatiza Navarrete, las plantas medicinales se deben de estudiar seriamente, ya que no por ser productos naturales, su uso indiscriminado deja de representar riesgos.

El doctor Navarrete también ha demostrado el efecto de la Santa María mexicana como un agente útil en el tratamiento de la migraña, además de demostrar que su efecto sólo es efectivo si la planta está fresca. Asimismo, ha estudiado las deferencias que existen en la misma planta, pero de otros países.

Uno de los trabajos más recientes y prometedores a mediano plazo es la investigación del doctor Andrés Navarrete sobre una planta de la familia de las Anonáceas (a la que pertenecen la guanábana y la chirimoya) llamada Annona diversifolia que ha demostrado tener efectos anticonvulsionantes en animales de laboratorio. "La potencia del activo de esta planta es mayor que la de algunos de los fármacos que se encuentran en el mercado. Su uso puede ser muy benéfico en el tratamiento de la epilepsia."

Andrés Navarrete, quien en abril de este año recibió el Premio Nacional Martín de la Cruz de investigación química y biológica, refiere que ahora lo que falta es contar con la participación de los médicos para documentar la acción de estas plantas en pacientes. Sin embargo, expresa, en ninguno de los planes de estudio de las carreras de medicina se contempla un curso de medicina tradicional mexicana o de herbolaria mexicana.

Para este fin, el investigador trabaja en el diseño de cursos para que los médicos conozcan el uso potencial de las plantas medicinales y los efectos de relacionarlas con medicamentos convencionales. Asimismo, frente a la necesidad de la posible utilización de medicamentos herbolarios, explica Navarrete, se requiere el desarrollo de una tecnología para elaborarlos y obtener las condiciones óptimas para ingerirlos, proyecto en el que también está involucrado el especialista. (Mirna Servín) * (Fotos: Alejandro Meléndez)

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