MARTES Ť 24 Ť JULIO Ť 2001

CIUDAD PERDIDA

Ť Miguel Angel Velázquez

Ť Obligaciones de servidores

Ť Los dobles discursos

¿CUANTOS FUNCIONARIOS del gobierno federal, mandos altos y medios no pagan impuestos? ¿Cuántos? ¿Cinco mil? ¿50 mil? ¿Un millón? Aunque no tengo el dato preciso, ya sabemos que cuando menos la burocracia de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal no cumple la obligación fiscal por alguna razón inconfesable.

LO PEOR es que hoy quien habla de justicia y democracia se pase siete años haciéndole trampas al fisco y con ello agrandando las desigualdades, es decir, fuera de los ámbitos de la justicia social y fuera de las proclamas democráticas que tanto hemos escuchado en los últimos meses.

POR ESO me caló una conversación casual construida a sorbos de café, donde mi interlocutor, un sobreviviente del México que ya no existe, me explicó sin ningún complejo de culpa cómo hasta donde él se quedó, es decir en aquel lejano año dos mil, en el gobierno nadie, ni jefes ni secretarios, y de allí para arriba, pagan el impuesto sobre la renta.

SIN DUDA el cinismo se ha convertido en una de las armas políticas de mayor contundencia en este México de las ¿democracias?

LES PLATICO esto porque la conversación efectuada hace unos días en un café de la colonia Roma me descubrió a un viejo político con vocación partidista extraviada, pero con memoria de dinosaurio que de buena manera me atropelló con algunas recomendaciones, que por otra parte siempre hacen falta.

PARA EMPEZAR llamó mi atención sobre lo escrito hace algunos días en este espacio y luego me dijo "iluso" -por usar el calificativo que él, desde luego, no usó-. Me aseguró que ni yo ni nadie podía tratar de cambiar ciertas reglas del juego político hechas para diferenciar a la población común -recientemente conocida como "sociedad civil"- de quienes se dedican a la política.

HASTA ESE momento no me sentí fuera de lugar, pero más adelante cayó en el punto: "Mira, decir que Luis de la Barreda no paga impuestos es una verdadera burrada. ¡Claro que no paga! ¿Qué esperabas?"

LUEGO FUE más explícito. "Ni De la Barreda ni ningún otro funcionario de buen nivel paga impuestos, esa es una prestación no escrita a la que se sujeta cualquiera que entra al servicio del Estado en posiciones de privilegio, y no se te olvide que Luis de la Barreda fue designado por el dedo divino de Carlos Salinas".

PERO ADEMAS me explicó que la información publicada en Ciudad Perdida se quedaba corta porque existen acuerdos fabricados bajo la mesa, costumbres y reglas no escritas que le permiten al funcionario obviar ciertos trámites, como por ejemplo el pago de impuestos.

LA CONVERSACION duró exactamente lo que dura una taza de café exprés, es decir, bastante poco, pero la verdad, después de despedirse este hombre inexistente para la democracia que hoy campea en México, me hizo reflexionar más allá de otro par de tazas de la bebida.

PARA EMPEZAR me pregunté por qué el gobierno federal pretende cobrar IVA a todo lo que se vende y por qué no hace que los funcionarios de su gobierno, para empezar, cumplan con el pago del impuesto.

NO PARECE razonable ni para este gobierno humano o humanista, como a usted le guste más, ni para la democracia virtual desplegada en los discursos de la neodemagogia, que los trabajadores de menores salarios y los empresarios de la iniciativa privada o cualquier otro mexicano común se vean obligados a sacar más dinero de sus bolsillos para cubrir los déficit que crea la burocracia estatal.

EL TRABAJO de la Contaduría Mayor de Hacienda de la ALDF nos reveló en su informe, con terrible exactitud, las irregularidades de la Comisión de Derechos Humanos en el pago de sus obligaciones fiscales, pero todo parece estar bajo control.

EL GOBIERNO federal no será quien acuse al presidente de dicha comisión por el tamaño de la "irregularidad", y menos aún los diputados panistas, tan rectos y acuciosos para buscar la justicia.

NADIE SE echará a cuestas la responsabilidad de tapar esta fisura por donde escapan todas las buenas voluntades democráticas del gobierno actual, porque tal vez todos viajan en el mismo barco.

LO UNICO que queda por saber es si los demás asambleístas, los muy honestos panistas, los priístas al rescate de la honorabilidad partidista o los perredistas desubicados pedirán cuentas claras a la Contaduría Mayor de Hacienda y, desde luego, a Luis de la Barreda... ¿Quién se lo iba imaginar?

A volar


AUNQUE HACE ya algún tiempo que el Gobierno del DF se manifestó por la construcción del aeropuerto alterno en Tizayuca, Hidalgo, los muy grandes intereses del gobierno del estado de México por llevar la obra a Texcoco han pretendido desviar la atención y hasta confundir la información y los fundamentos apoyados en estudios serios que ha emitido el GDF. Sería bueno que, de una vez por todas, se recordara cuál es la postura y las razones que indican que la terminal aérea no debe construirse en ese municipio mexiquense. ¡A ver si se entiende!

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