DOMINGO Ť5 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Rechazo a la iniciativa presidencial original durante la reunión efectuada en León

Fox y 31 mandatarios locales acuerdan buscar reforma fiscal por consenso

Ť Propone López Obrador dar prioridad a la política sobre la economía Ť Advierte sobre los riesgos que conlleva el que un Estado sea sumiso ante grandes grupos financieros

ROBERTO GARDUÑO Y MARTIN DIEGO ENVIADO Y CORRESPONSAL

Leon, Gto., 4 de agosto. El presidente Vicente Fox y los mandatarios de 31 entidades del país acordaron analizar y discutir en una mesa de trabajo las propuestas en materia de federalismo hacendario, para alcanzar consensos y enviar una iniciativa conjunta al Congreso de la Unión. Durante cuatro horas de debate a puerta cerrada en un céntrico hotel de esta ciudad, la administración foxista también se comprometió a no recortar el monto de los presupuestos destinado a cada una de las entidades.

Las conclusiones del esperado cónclave entre los mandatarios estatales, del DF y federal fue leído por el coordinador de Comunicación Social de la Presidencia de la República, Francisco Ortiz:

"México vive hoy una transición que implica pluralidad. En este ambiente, los gobernadores de los estados de la República, reunidos con el presidente Vicente Fox, declaramos lo siguiente: establecer una mesa de trabajo para analizar y discutir las propuestas alternativas de los gobernadores de todas las entidades en materia de federalismo hacendario, con el objetivo de tratar de consensarlas, para enviar al Congreso de la Unión nuestra propuesta conjunta.

"Coincidimos en que el país requiere una reforma hacendaria con sentido federalista. Se ratificó el compromiso de reunirnos periódicamente, los gobernadores con el Presidente de la República, con una agenda que incluya los temas de interés nacional, privilegiando los consensos para alentar las reformas pendientes de aprobación en el Congreso de la Unión."

Ese escueto comunicado se dio conocer con la presencia del secretario de Gobernación, Santiago Creel, y los gobernadores de Nayarit, Antonio Echevarría; Sinaloa, Juan S. Millán; Guanajuato, Juan Carlos Romero Hicks, y Tlaxcala, Alfonso Sánchez Anaya, quienes avalaron el contenido del documento.

México goza de estabilidad

fox_gobers2Antes de llegar a la reunión, el Ejecutivo federal condujo su programa sabatino de radio, en el cual abordó aspectos económicos. Primero dijo que México gestiona apoyos para Argentina, a fin de que "no pase a mayores" la complicada situación económica de esa nación. Segundo, insistió en que nuestro país "sigue gozando de una gran estabilidad económica" y que las cosas se encuentran bien porque el gobierno se maneja dentro del presupuesto y a la vez "lo está ejerciendo".

También reconoció que los ingresos de esta administración se han reducido en más de 10 mil millones de pesos, debido a que se han recaudado menos impuestos en el terreno de las importaciones, por lo que "ahora vamos a utilizar los ahorros que venimos formando a través del año por 6 mil 800 millones de pesos".

Y en términos económicos, adelantó lo que después expondría a 30 gobernadores -a excepción del michoacano Víctor Manuel Tinoco Rubí, quien se disculpó por no asistir-: que se trataría de una revisión "de cómo van las cosas" durante el primer semestre del año con relación al presupuesto.

También, dijo, abordaría el tema del federalismo para plantear un proceso más ágil de descentralización, y de fortalecimiento de los presupuestos estatales y municipales a través de la transferencia de facultades y recursos. Y de la reforma hacendaria integral que propuso al Congreso de la Unión, dijo "simple y sencillamente vamos a intercambiar ideas".

Los discurso que cambiaron el rumbo del encuentro

A las 12:30 horas, en el salón Zafiro del hotel Fiesta Americana se inició el cónclave privado en un ambiente tenso. En cuanto se sentaron los asistentes, una vez que Fox saludó de mano a cada uno, comenzó la exposición del gobierno federal sobre la situación financiera y económica del país. Hicieron uso del micrófono el coordinador de Políticas Públicas, Eduardo Sojo; el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, y el secretario de Gobernación, Santiago Creel. Los funcionarios argumentaron en favor de la política económica foxista y dieron a conocer más "ventajas" de la propuesta hacendaria del gobierno. Todo se encaminaba a convencer a los asistentes de que dieran el visto bueno y a la iniciativa de reforma que ya se encuentra en el Congreso de la Unión.

Después tocó el turno al gobernador de Aguascalientes, Felipe González, quien afirmó que había "consenso" en torno de los planteamientos de Sojo, Gil y Creel. Incluso insistió en la necesidad de una reforma fiscal, y con énfasis expuso: "¡Señores, hay consensos, hay que trabajar con ellos!".

Aquello propició que José Murat, gobernador de Oaxaca, preguntara a su homólogo de Aguascalientes "¿cuáles consensos?". Felipe González respondió que se refería al consentimiento al que llegaron, según él, los secretarios de finanzas de cada uno de los estados.

Sereno, Andrés Manuel López Obrador solicitó la palabra. Y con la lectura de cuartilla y media dio un vuelco al rumbo que los funcionarios federales esperaban que mantuviera la reunión.

"Los partidarios del neoliberalismo postulan que el Estado debe diluirse en beneficio del mercado. Por eso ahora lo privado se expande y se confunde con lo público. El gerente sustituye al gobernante, la administración de empresas eclipsa a la administración pública, el cliente sustituye al ciudadano; el dinero sustituye al poder social -que es el verdadero poder político- y la voluntad electoral se vuelve apariencia, fachada, simulación. También se está dando un desplazamiento del poder político al poder económico.

"La democracia está perdiendo autenticidad. No basta con que haya elecciones y partidos de oposición. Si el Poder Ejecutivo es sumiso a los grandes grupos económicos, la democracia no funciona a plenitud. Por conveniencia no se quiere aceptar que el mercado tiene una función distinta a la del Estado. El mercado se hizo para intercambiar mercancías en función de la ley de la oferta y la demanda... en otras palabras, si se hace a un lado al Estado, o si se le suplanta con el mercado, se genera una mayor inestabilidad que socava la cohesión social y multiplica la desigualdad."

López Obrador dijo a los asistentes que antes de tomar una decisión sobre la reforma fiscal se defina si se quiere que el país se rija por el Estado social y democrático o se desea convertir al Estado en un comité al servicio de una minoría. "Nos pronunciamos sobre la primacía de la política sobre la economía."

Y al llevar a la mesa el tema hacendario repuso: "Estamos a favor de una reforma fiscal progresiva, en la que los de mayores ingresos y los que compran artículos de lujo paguen más y los que obtienen ganancias de capital dejen de estar exentos y paguen más impuestos, como sucede en los países altamente desarrollados. No aceptamos la iniciativa de reforma fiscal del Ejecutivo federal porque mientras se pretende imponer el IVA a alimentos, medicinas, transporte, libros y colegiaturas se dejan libres de impuestos las jugosas operaciones que se realizan en la bolsa de valores. Tal es el caso de la venta de Banamex.

"En consecuencia nuestra propuesta de reforma fiscal, que será presentada por la Asociación Nacional de Gobernadores, Anago, incluye no gravar los artículos básicos para la población; cobrar un IVA más alto para los artículos de lujo; gravar las ganancias de la bolsa; combatir la evasión y establecer un verdadero federalismo fiscal, en el cual los gobiernos locales participen responsablemente y obtengan mayores beneficios. El tema de la reforma fiscal no es sólo un asunto de carácter económico: es fundamentalmente un nuevo llamado a la definición política."

A la postura del jefe de Gobierno capitalino se sumó una de dureza política. Armando López Nogales, de Sonora, por los gobernadores del PRI, adujo que si la pluralidad política requiere de acuerdos para gobernar con equidad y justicia, "es muy difícil encontrar y concretar éstos cuando se percibe que las autoridades y los hechos muestran signos discordantes con el tono y el sentido de lo expresado y comprometido. Cuando eso sucede se pierde credibilidad y confianza, que son la base de cualquier acuerdo".

López Nogales reconoció del Presidente una actitud de respeto y amistad con los gobernadores, "y ésta es correspondida". No obstante, dijo, no corresponden a la postura del Ejecutivo la actitud y las señales de algunos sectores de la administración federal:

 "No es posible obtener los grandes acuerdos políticos que el país requiere para consolidar los avances democráticos cuando pareciera que algunas actitudes de gobierno indican asomos de revancha, cuando en amplios sectores del gobierno parecen aplicarse prácticas sectarias y partidistas pretendiendo continuar un régimen clientelar".

El priísta consideró que primero se deben definir, con claridad, credibilidad y certeza los términos de la relación entre las fuerzas políticas, porque "rechazamos la imposición y el linchamiento de los contrarios como instrumentos para legitimar un régimen que inicia y al cual le hemos dado todo nuestro respeto y apoyo".

Ricardo Monreal, gobernador de Zacatecas, demandó al Ejecutivo federal elaborar junto con los gobernadores una agenda nacional para discutir los temas de federalismo hacendario; desarrollo regional; desarrollo agropecuario; anteproyecto de la Ley de Presupuesto de Ingresos y Egresos para el año 2002, concerniente al desarrollo de estados y municipios; orientación de los programas de política social; evaluación de la política educativa; descentralización de los servicios de salud; descentralización y desconcentración del gobierno federal y ponderación de iniciativas constitucionales para el federalismo.

En medio de aquellas posiciones cambió la propuesta inicial del gobierno federal, que pretendía encontrar un consenso base para iniciar la discusión del tema fiscal a partir de la iniciativa enviada por Fox Quesada al Congreso de la Unión, y tanto Santiago Creel como los gobernadores de Nayarit, Sinaloa, Tlaxcala y Guanajuato tuvieron que replantear en forma muy escueta el acuerdo alcanzado durante cuatro horas, en el cual se contaron 20 intervenciones y donde también se arrancó el compromiso a la administración foxista de no recortar el presupuesto a los gobiernos estatales.