MIERCOLES Ť 12 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

EU, BAJO EL FUEGO

Ť El gobierno de George W. Bush, un régimen en estado de guerra

Las fuerzas armadas estadunidenses, en estado alerta en su territorio y en el resto del mundo

Ť Los jefes militares aseguran que sus tropas están "listas" para castigar a los culpables

REUTERS, AP, DPA Y PL

Washington, 11 de septiembre. Las fuerzas militares de Estados Unidos fueron puestas en estado de alerta en su territorio y en el resto del mundo tras el peor ataque terrorista en la historia de ese país.

"No habíamos sido atacados así desde Pearl Harbor", dijo el almirante Robert J. Natter, en la base de la marina de Norfolk.

En tanto, los jefes militares dijeron que las fuerzas armadas están "listas" para responder a cualquier grupo que responsable por los devastadores ataques.

Al mismo tiempo, el secretario de Defensa Donald Rumsfeld, a quien acompañaban senadores y el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Hugh Shelton, dijo a periodistas en el Pentágono que "el gobierno estadunidense está funcionando en vista de este terrible acto contra nuestro país".

El gobierno de George Bush actuó como un régimen en estado de guerra: ordenó alerta máxima en las fuerzas armadas y todos los dirigentes del Congreso y principales funcionarios fueron trasladados a lu-gares ultrasecretos.

Durante la guerra fría, el gobierno federal mantuvo un búnker subterráneo de alta se-guridad en las colinas de Virginia, a una hora de vuelo en helicóptero de Washington.

El almirante Natter, comandante de la flota del Atlántico, envió grupos de portaaviones hacia Nueva York y ubicó a otros barcos de combate a lo largo de la costa este, a fin de apoyar el sistema de defensa aérea y asistencia médica.

En el resto del país, aviones caza y radares están listos para entrar en acción, dijo un vocero de la guardia nacional en la base aérea de Tyndall, en la Florida.

También el Comando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica, operado por Estados Unidos y Canadá y con base en Colorado, se encontraba en alerta máxima.

"Todas las instalaciones militares alrededor del mundo están en condición de Amenaza Delta", el más alto de los cuatro niveles de emergencia, de protección de fuerza", dijo el almirante Carig Quigley en las afueras del Pentágono.

El líder del Comité de los Servicios Armados del Senado, John Warner, confirmó a su vez que las tropas estadunidenses en el país y el exterior están listas para responder a los ataques. Sin embargo, el presidente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Hugh Shelton, se negó a precisar contra quien o cómo se respondería.

Mientras, la Dirección Nacional de Aeronáutica y Espacio de Estados Unidos cerró su Centro Espacial Kennedy, el mayor complejo de ese tipo del país, donde se encuentran los transbordadores Columbia, Endeavour, Atlantis y Discovery. Asimismo, ordenó el cierre de edificios y envió de regreso a casa a 12 mil empleados.

Además, todas las oficinas federales fueron cerradas, al tiempo que el Buró Federal de Inteligencia envió a sus funcionarios a los sitios atacados, para operar en coordinación con los servicios de policía, información y seguridad.

Las autoridades recomendaron además que las 103 instalaciones de energía nu-clear del país se pongan en estado de alerta máxima de seguridad, en respuesta a los ataques "terroristas". El Departamento de Energía ordenó un estado de alerta máxima en sus laboratorios de armas nucleares.