MIERCOLES Ť 12 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

EU, BAJO EL FUEGO

Ť No dejarse arrastrar por raptos de ira y odio, pide el presidente cubano a Bush

Ofrece Fidel Castro ayuda médica a Washington

Ť Propone crear una internacional contra el terrorismo, pero también contra el de Estado

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 11 de septiembre. El presidente de Cuba, Fidel Castro, ofreció esta noche ayuda médica y humanitaria a Estados Unidos y lanzó un insólito llamado a su homólogo George W. Bush para que responda con ecuanimidad y no se deje "arrastrar por raptos de ira y odio", en su respuesta a la "catástrofe política y humana" que sufrió su país.

"Si fuese correcto, por alguna circunstancia, sugerir algo al adversario, y en aras del bienestar del pueblo norteamericano... su-geriríamos que sean serenos", dijo Castro, en un discurso de dos horas que la televisión transmitió en vivo en cadena nacional.

"Que no se dejen arrastrar por raptos de ira o de odio y empiecen a querer cazar gente lanzando bombas por todas partes", añadió. "Cada acción de fuerza, cada acción disparatada, del uso de la fuerza en cualquier parte, va a ir agravando los problemas del mundo".

El mandatario habló del "día de tragedia" que sacudió a Estados Unidos, durante la inauguración de una escuela de maestros.

"Creo que este hecho tan insólito debiera servir para crear la internacional contra el terrorismo. Pero la internacional contra el terrorismo no se resuelve sancionando un terrorista por aquí, otro por allá... se resuelve poniendo fin, entre otras cosas, al terrorismo de Estado", dijo.

Descartó consecuencias directas para su país: "Cuba es el país que más tranquilo está en el mundo, por diversas causas, por nuestra política, por nuestra forma de lucha, por nuestra doctrina y además por la ausencia total de temor".

Afirmó también que "nunca hemos predicado odios nacionales ni cosas parecidas al fanatismo, por eso somos tan fuertes, porque basamos nuestra conducta en principios y en ideas y tratamos con gran respeto a los ciudadanos estadunidenses".

Sin embargo,vaticinó "días peligrosos pa-ra el mundo": "Habrá tensiones, riesgos, en dependencia de cómo actúe el gobierno de Estados Unidos. Los días próximos van a ser tensos, dentro de Estados Unidos, fuera de Estados Unidos".

Durante su improvisado discurso, Castro leyó una declaración oficial que horas antes la cancillería había distribuido a embajadas y periodistas extranjeros. El texto fue breve y puntillosamente matizado.

Dijo que La Habana recibió "con dolor y tristeza" los reportes sobre los atentados, recordó la "conocida posición de Cuba contra toda acción terrorista" y subrayó que "no es posible olvidar que nuestro pueblo ha sido víctima de tales acciones promovidas desde el propio territorio de Estados Unidos".

Enérgica condena al ataque

"Tanto por razones históricas como por principios éticos", señaló el comunicado, Cuba "rechaza y condena con toda energía" los ataques "contra instalaciones civiles y oficiales de Nueva York y Washington", y "expresa sus más sinceras condolencias al pueblo estadunidense por las dolorosas e injustificables pérdidas humanas".

El texto no mencionó al gobierno de Washington. En cambio afirmó que "en esta ho-ra amarga, nuestro pueblo se solidariza con el pueblo estadunidense y expresa su total disposición a cooperar, en la medida de sus modestas posibilidades, con las instituciones sanitarias y con cualquier otra institución de carácter médico o humanitario de ese país, en la atención, cuidado y rehabilitación de las víctimas".

Las autoridades de la isla dieron ordenes para auxiliar a la navegación aérea, incluida la de Estados Unidos.

Los cubanos reaccionaron con sorpresa y conmoción a los atentados. Las noticias co-rrieron primero de boca en boca y por teléfono, hasta que cerca de las 11:30 locales uno de los dos canales nacionales de la televisión estatal, fuera de su horario habitual de emisión, comenzó a presentar imágenes y detalles de la crisis, tomadas de televisoras extranjeras y de agencias de noticias.

Castro dijo en su discurso que él mismo dispuso la difusión "rigurosamente exacta" de los sucesos.

Todo el mundo quedó enchufado al televisor más cercano. La transmisión especial siguió sin parar y las concurridas y bulliciosas calles habaneras se fueron despoblando hasta quedar vacías al caer la tarde, bajo el azote de un violento aguacero.

La Sección de Intereses de Estados Unidos, que cumple funciones de contacto entre ambos países, que rompieron relaciones diplomáticas hace cuatro décadas, sólo re-gistró un discreto pero notable reforzamiento de su vigilancia rutinaria, a cargo de un cuerpo uniformado de elite.

Castro habló extensamente de los ataques terroristas que sufrió Cuba en 1997, que causaron daños materiales y la muerte de un turista italiano y reveló que por vías confidenciales en esa época su gobierno informó al de Estados Unidos sobre conspiraciones para atentar contra aviones cubanos o de otros países que volaban hacia la isla.

El líder cubano dijo que Estados Unidos es el país que tiene un mayor número de grupos extremistas organizados, y que "en este mismo momento no había ningún elemento de juicio para afirmar quién pudo" causar el ataque masivo contra objetivos civiles en aquel país.

"Pero es evidente, por los detalles que han llegado, que esto fue organizado con bastante eficacia, digamos, bastante organización y sincronización, propio de gente que conoce, que tiene preparación, que contaba con pilotos capaces de manejar los Boeing, que coordinaron las horas exactas", dijo.