SABADO Ť 20 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Operación de la CIA para derrocar a talibanes

Avanzada de EU se integra a la rebelde Alianza del Norte

Ť Afirma Kabul que es capaz de resistir un ataque terrestre

AFP, DPA, AP Y REUTERS

Kabul, sabado 20 de octubre. Estados Unidos mantuvo el viernes sus bombardeos sobre Ka-bul, Jalalabad y Kandahar, mientras que la oposición armada de la Alianza del Norte confirmó que una avanzada de fuerzas especiales terrestres estadunidenses se encuentra ya entre sus filas, y que el objetivo consiste en apoyar las operaciones de la CIA para socavar a la gobernante milicia talibán.

El régimen talibán reafirmó que no entregará a Osama Bin Laden, que no pedirá ningún cese del fuego y sostuvo que puede resistir un ataque por tierra, e incluso uno de los portavoces talibanes en Pakistán, Sohail Shaheen, desafió que "si quieren enviar tropas deberían enviar 100 mil; entonces podrá haber combates entre nuestros soldados y los suyos".

A casi dos semanas del comienzo de los ataques contra Afganistán, la aviación estadunidense reanudó los bombardeos nocturnos sobre las principales ciudades, aunque se notó una disminución en la intensidad.

Tal situación era interpretada por observadores políticos y analistas de prensa como parte de un plan que da cabida a una segunda fase, que consiste en que fuerzas especiales estadunidenses operan ya en el norte y sur del país en una guerra secreta.

Las incursiones aéreas prosiguieron en la madrugada del sábado sobre Kabul, donde en las primeras horas se escucharon al me-nos seis fuertes y sucesivas explosiones que cimbraron el hotel Intercontinental, sin que la defensa afgana respondiera.

AFGANISTAN-POBLACION epsPero la disminución de los ataques de ayer también se atribuía al día semanal de la oración de los musulmanes, en lo que constituyó la decimotercera jornada de bombardeos y el comienzo de la decimocuarta.

En Kandahar, el bastión talibán y donde los ataques fueron más intensos que los de Kabul, fueron impactados mercados, una plaza cerca de una oficina de la policía religiosa y el Ministerio de Protección de la Virtud y Prevención del Vicio.

Tras la oleada de bombardeos de la aviación el saldo fue de siete muertos y 15 heridos entre la población civil, en el concurrido bazar de Madad Jowk.

La agencia Afghan Islamic Press (Aip), cercana al régimen talibán, indicó que también fue bombardeada una zona aledaña a Jalalabad, en donde la organización Al Qaeda, de Osama Bin Laden, tiene presencia, y cuyas bombas cayeron cerca de una base militar al sur de esa ciudad.

Aunque el talibán sigue dominando 90 por ciento del territorio afgano, una fuente de Naciones Unidas afirmó que desde el co-mienzo de los permanentes bombardeos al menos 80 por ciento del medio millón de residentes de Kandahar han abandonado esa ciudad, huyendo sobre todo a Pakistán.

En cuanto a la presencia de fuerzas especiales extranjeras, una fuente de la Alianza del Norte explicó que destaca un equipo de ocho estadunidenses que "está sobre el terreno" en el norte de Afganistán, junto a las tropas opositoras.

El general Mohamad Atta, uno de los co-mandantes, ubicó ese equipo en la provincia de Samangán, operando al lado del general uzbeko Abdul Rashid Dostam.

Según otros reportes, el esfuerzo de esta avanzada en pequeños grupos que actúa en el sur del país, en pleno corazón de la zona bajo control talibán, se encamina a respaldar a la CIA para convencer a líderes de la etnia pashtún de romper con Kabul, integrante mayoritaria de esa milicia.

Asimismo, se prevé el despliegue de tropas adicionales para misiones de reconocimiento, determinación de blancos a bombardear y para ataques directos contra las fuerzas talibanes y los líderes de Al Qaeda.

Pero el general Atta dijo que las fuerzas estadunidenses, que llegaron en helicóptero y se unieron a los opositores del general Dostam, arribaron sin informar de ello a los principales líderes de la Alianza del Norte, como el ex presidente Burhanuddin Rabbani y el general Abdul Qassim Fahim.

Los talibanes están dispuestos a hacer frente a un eventual despliegue de tropas estadunidenses, afirmó Abdul Hanan He-mat, el jefe de la agencia de prensa Bajtar, el órgano oficial afgano.

En el mismo tenor se pronunció el vocero talibán Sohail Shaheen, quien desestimó el ingreso de fuerzas estadunidenses, al retar a que envíe a unos 100 mil efectivos, pues "15 o 20 soldados no podrán hacer nada".

Con todo, fuerzas de la oposición armada dijeron que el líder supremo talibán, mullah Mohammad Omar, ha enviado infructuosamente mensaje verbales, por escrito y por radio a los comandantes de la Alianza del Norte en diversos puntos en que operan, a fin de convencerlos de que se unan a ellos para enfrentar la invasión estadunidense. Pero la respuesta ha sido negativa.

Y si la tregua con la oposición ha fracasado, el régimen talibán optó también por cancelar una propuesta de cese del fuego que iba a presentar a través de Pakistán.

El embajador talibán en Islamabad, mu-llah Abdul Salam Zaeef, quien había anticipado un plan de cese del fuego tras un viaje de una semana a Kandahar, donde se entrevistó con Omar, finalmente dijo que no había plan alguno al respecto.

Reafirmó que se mantiene inalterable la postura de no entregar a Bin Laden, de re-sistir una ofensiva terrestre porque sus de-fensas son suficientemente fuertes, negó deserciones en las filas del régimen y de-nunció que los bombardeos estadunidenses se han dirigido contra blancos civiles.

La milicia talibán, que afirmó haber re-conquistado Marmul, cerca de la estratégica ciudad Mazar-e-Sharif, admitió que un comandante de Al Qaeda murió accidentalmente el domingo al estallarle una granada que manipulaba cerca de Jalalabad, en referencia al egipcio Abu Basir al Masri.