SABADO Ť 20 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Realizarán EU, Argentina y siete países más ''ejercicios de seguridad" en la zona

La Triple Frontera, en Sudamérica, línea de batalla en la lucha contra el terrorismo mundial

Ť Acosan servicios de inteligencia de Washington e Israel a la comunidad judía

Ť Denuncian organizaciones no gubernamentales detenciones violentas

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 19 de octubre. Ciudad del Este, antes llamada con el nombre del ex dictador paraguayo Alfredo Stroessner, está ahora en el ojo de la tormenta. Su buena suerte de ciudad con tres fronteras es hoy su mayor tragedia. Y las miles de familias árabes que viven allí se han convertido en "sospechosas".

Todos los servicios de inteligencia regionales y otros extranacionales, como la CIA, la FBI y el Mosad israelí, están actuando allí, y como en una novela de Graham Green se espían unos a otros.

La zona fue utilizada para el tráfico de armas y drogas durante la guerra sucia de Estados Unidos contra la Nicaragua sandinista, en el escandaloso affaire Iráncontras, así como para el contrabando, tolerado por Washington y dirigido por el ex dictador Stroessner y sus funcionarios.

Fue también una zona "funcional" para los intercambios de inteligencia de las dictaduras de la región en la década de los setenta. Por ello cuesta creer que los fundamentalistas del mundo lleguen a instalarse a este oscuro rincón, donde pululan los servicios de inteligencia y donde muchos de éstos hacen también sus negocios marginales.

Pero esta semana nuevamente llegó otro mensaje desde Washington. Francis Taylor, coordinador de la Oficina de Contraterrorismo del Departamento de Estado, dijo que su gobierno está muy preocupado por la también conocida zona Triple Frontera -con Brasil, Argentina y Paraguay-, ya que, según sus informes, allí "operan extremistas", y propuso trabajar con los servicios de inteligencia de esa zona para identificarlos.

Como en los tiempos de las dictaduras

amia_arg_vi19amPero, ¿qué es un terrorista o un extremista para Estados Unidos y para los servicios de inteligencia que conservan las estructuras de las dictaduras que implantaron un terrorismo de Estado? Esta es la pregunta que hacen todos los organismos humanitarios de la región. Por lo pronto, los operativos de estos días recuerdan los tiempos de las dictaduras. Jóvenes árabes son sacados de sus casas y llevados como delincuentes, la mayoría sólo por pertenecer a las viejas familias libanesas o sirias, que describió en sus novelas el escritor brasileño Jorge Amado.

Para Carlos Corach, ex ministro argentino del Interior en el gobierno de Carlos Menem, quien trabajó activamente en favor de las propuestas de Washington en esta región, desde Ciudad del Este partían remesas de dinero para Líbano o Siria. Esto lo veía como ''sospechoso", aunque es común que se envíe dinero a las familias que viven en zonas lejanas, como hacen muchos latinoamericanos residentes en Estados Unidos o Europa hacia sus países de origen. ¿Puede asegurarse que toda remesa está destinada al supuesto terrorismo? Nadie lo puede decir, pero todas las familias árabes en la Triple Frontera están bajo sospecha.

Algunos analistas paraguayos estiman que se puede utilizar la persecución al terrorismo para desplazar a comerciantes del lugar y apoderarse de esos rubros. Esto llevaría a serias violaciones a los derechos humanos y ciudadanos, advierten los organismos humanitarios.

En este sentido, el diario paraguayo La Nación informó que un asesor de derechos humanos de la fiscalía general, Luis Alfonso Resck, denunció maltratos y el uso de la violencia durante las detenciones de ciudadanos árabes residentes en Ciudad del Este y en Encarnación, otra ciudad fronteriza.

Pero ya antes de los atentados del pasado 11 de septiembre Estados Unidos presionaba a los gobiernos de la zona para firmar acuerdos de seguridad, que en la práctica significaban el control de estas zonas.

Algunos advirtieron que se trataba de una región estratégica para instalar una base militar estadunidense fija o móvil. Otros mencionaron los intereses de compañías estadunidenses, con un lobista de privilegio, el ex presidente George Bush, en la hidroeléctrica paraguayo-argentina de Yaciretá.

Con la idea de Washington de una posible intervención militar en Colombia, la Triple Frontera adquiere una importancia estratégica. Taylor habló la semana pasada de extremismo y narcotráfico, y aseguró que en esa zona se recaudan fondos para los fundamentalistas. En los 50 países en los que supuestamente Al Qaeda (la red de Osama Bin Laden, acusado por Estados Unidos de ser el responsable de los atentados del mes pasado) tiene células terroristas se dice que en aquel triángulo donde confluyen las poblaciones fronterizas de Ciudad del Este (Paraguay), Foz de Iguazú (Brasil) y Puerto Iguazú (Argentina,) viven 10 mil "musulmanes". No dicen árabes o descendientes de éstos.

Bajo vigilancia de Estados Unidos

En Brasil, la Agencia Nacional de Inteligencia (ABIN) reconoce que ya funciona una red de espionaje sobre la comunidad árabe. ¿Cuáles son los objetivos y las acusaciones reales? En Paraguay y Brasil ha habido allanamientos de casas y detenciones. Esto ha generado una enorme preocupación.

En un informe desde Brasil, el diario argentino Clarín menciona que la parte occidental del estado brasileño de Paraná está bajo vigilancia de los servicios secretos de Estados Unidos e Israel, porque allí hay personas vinculadas a "grupos fundamentalistas". ¿Cuál es la línea divisoria que establecerán entre familiares de personas que viven en países árabes y "contactos" fundamentalistas?

El pasado 27 de septiembre el gobierno argentino decidió instalar un radar móvil (Westinghouse TPS43) en Posadas, capital de la provincia de Misiones, para controlar la Triple Frontera. El radar fue llevado por efectivos militares y pilotos que volarán los aviones argentinos Pucarás, para "interceptar vuelos sospechosos". Antes se hablaba de droga y contrabando, ahora es terrorismo. También llegaron a Misiones expertos en inteligencia y servicios de información.

Después de años de resistencia a los ''acuerdos de seguridad" que quería imponer Estados Unidos, ahora lo logró como consecuencia de los atentados de septiembre. "La Triple Frontera se convirtió, dentro de los espacios visibles, en una suerte de primera línea de batalla en la lucha contra el terrorismo mundial", sostuvo un analista de Clarín.

La seguridad regional

En Montevideo, durante la reunión de ministros del Mercosur, se creó el Grupo de Trabajo Permanente (GTP) para poner en marcha un plan de seguridad regional, y se firmó un comunicado conjunto calificando al terrorismo de "una afrenta al mundo civilizado y a la seguridad de las naciones". Todos los grupos ''operacionales" del Mercosur se subordinaron al GTP, entre éstos el comando de la Triple Frontera. Se conformó asimismo un centro de información e inteligencia regional para detectar posibles actividades terroristas. Pero en ningún caso se precisa a qué llaman terrorismo.

Aunque hablan de absoluto respeto a las leyes internacionales y a los derechos humanos, esto es lo más parecido a la coordinación del Plan Cóndor, proyecto de coordinación entre dictaduras del Cono Sur para eliminar a opositores, creado en la ilegalidad hace algunos años.

El ministro de Justicia de Brasil, José Gregory, sostuvo que "ahora no hay evidencia alguna de terrorismo en la región", pero admitió que deben incrementarse los controles.

El 13 de octubre y a solicitud de Washington fue autorizado "un ejercicio de seguridad" en la Triple Frontera, en el que participarán Argentina, Estados Unidos y siete países, de acuerdo con lo dispuesto por el Comité Interamericano contra el Terrorismo. También en este caso las organizaciones humanitarias advierten sobre los riesgos de utilizar estos organismos regionales, pues aún la justicia no ha podido poner fin a la historia de genocidios que asoló la región y que precisamente se produjeron al amparo de acuerdos y acciones de este tipo.