DOMINGO Ť 21 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Importa 10 millones de barriles de petróleo al día; de México, 1.6: Rojas Nieto

Consume EU diariamente una cuarta parte de la energía que se genera en el mundo

Ť De sometimiento, la política de Fox, coinciden en foro organizado por La Jornada

JUAN ANTONIO ZUÑIGA M.

En un contexto de dispendio e ineficiencia, Estados Unidos consume diariamente una cuarta parte de la energía que se genera en el mundo, y cuenta con reservas en su territorio que sólo le garantizarían de seis a siete años de existencia. Por eso la mayor potencia mundial "no puede vivir sin la energía de fuera".

Y también por eso "México es importante, aunque no es el punto central de la estrategia energética de Estados Unidos, porque nuestra reserva apenas alargaría de tres a cuatro años la insuficiencia energética de ese país", planteó el investigador José Antonio Rojas Nieto, integrante de la Mesa Ciudadana de Observación de la Energía.

En el foro Petróleo, recomposición geopolítica y seguridad nacional, organizado por La Jornada y Casa Lamm, cuatro especialistas abordaron el tema desde perspectivas complementarias, en las cuales ubicaron a México dentro del "círculo" de la seguridad nacional estadunidense.

Definieron el actual contexto como de una "guerra multidimensional" en la que el país es representado por un Presidente de la República y un secretario de Relaciones Exteriores proclives a aceptar como propios los designios de Washington, y la modificación de los términos de entendimiento e interrelación entre ambos países, por el "sometimiento".

Rojas Nieto indicó que, con todo y los esfuerzos de ahorro de energía en Estados Unidos, existe una asimetría entre el producto de ese país y su consumo de energéticos. Precisó que las importaciones estadunidenses de petróleo ascienden actualmente a 10 millones de barriles diarios, de los cuales México aporta 1.6 millones; es decir, una cantidad menor para resolver los problemas que genera un patrón tecnológico intensivo en el consumo de energéticos. De Venezuela proceden 2 millones de barriles y de Arabia Saudita la mayor parte.

El problema para la seguridad nacional de Estados Unidos radica en que la mayor parte de esa cantidad de petróleo se mueve por barco, ante la imposibilidad de hacerlo por ductos.

Rojas Nieto explicó que 66 por ciento de las reservas estratégicas de petróleo se localizan en el Golfo Pérsico; 20 por ciento en Argelia y Egipto, y en Venezuela 7 por ciento. Por eso este país sudamericano está "en un serio problema" frente a la situación energética estadunidense. Rusia, indicó, tiene 5 por ciento de las reservas.

Pero en el caso del gas la situación es distinta. Rusia posee 30 por ciento de las reservas de este energético, el cual sirve para enfrentar las bajas temperaturas en los países de la Unión Europea.

En Canadá se encuentra 7 por ciento de las reservas de gas, y "es el que calienta las casas estadunidenses en invierno"; en el Pérsico se ubica 10 por ciento de este energético, 5 por ciento en Argelia y 10 por ciento en el mar Muerto, donde las condiciones de extracción son difíciles por las características climatológicas.

Por su parte, Alfredo Jaliffe Rahme, colaborador de La Jornada, expuso que a partir de "la gran burbuja financiera" internacional se generan fenómenos inscritos en una política aparentemente deliberada de Estados Unidos para recurrir a conflagraciones bélicas cuando su economía entra en crisis graves.

Jaliffe Rahme estimó en 500 brllones de dólares "el papel chatarra incobrable" que deambula por el mundo, con una capacidad destructiva para "acabar de un teclazo" con la economía de los países. De ahí, ejemplificó, derivan los efectos tequila, tango y samba, en la región latinoamericana.

El investigador universitario John Saxe-Fernández se refirió al concepto de "seguridad nacional" en los términos establecido en la Constitución Política del país, la cual difiere de la que impulsó Carlos Salinas de Gortari "como parte de la seguridad nacional estadunidense".

Recordó los propósitos históricos de Estados Unidos de someter a México como una extensión de sus directrices, estimó que la producción mundial de petróleo barato declinará hacia 2009, y caracterizó la política seguida por el presidente Vicente Fox como de "sometimiento integral a los intereses hegemónicos de Estados Unidos".