JUEVES Ť 15 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť De mil 600 universidades, sólo 200 dan fe de calidad, dice

Falta de regulación, hoyo del sistema educativo: Fresán

Ť Desproteger a las instituciones públicas daría paso a modelos autoritarios, advierte la aspirante a la rectoría de la UAM

KARINA AVILES

Desproteger a la universidad pública daría paso a que "prevalecieran los modelos de autoritarismo que tanto daño han hecho, como las dictaduras", afirma Magdalena Fresán, ex secretaria general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y aspirante a la rectoría general de esa casa de estudios.

La maestra en ciencias biomédicas expresa que uno de los "hoyos" del sistema educativo nacional es la falta de regulación de las instituciones a nivel superior que "no están garantizando una buena enseñanza". De alrededor de mil 600, "no llegamos a 200 las universidades que podemos dar fe pública de la calidad de la gente que formamos".
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En razón de lo anterior, señala que es necesario regular a las instituciones que no ofrecen buena formación, y se requiere garantizar que cualquier escuela que otorgue títulos "pueda demostrar fehacientemente que educa a la gente".

"La educación vista como negocio es uno de los riesgos de desarticular un proyecto nacional", indica la investigadora.

Para Fresán, la universidad pública no está en riesgo. "En algunos momentos podrían haber pensando que sus aparentes contradicciones serían un peligro, pero es una institución tan importante para la sociedad que constituye uno de los nodos de la cohesión social", y tiene un lugar que ninguna otra puede ocupar, por lo que cualquier país que quiera garantizar un desarrollo armónico tiene que protegerla y estar atento a lo que dicen sus voces calificadas.

En entrevista, la investigadora considera que el plan sectorial en materia educativa "tiene que afinarse en algunos aspectos, por ejemplo, en la definición de las prioridades de cobertura". Expresa que no está "del todo de acuerdo" en la expansión del nivel de profesional asociado equivalente al técnico superior, porque al no haber en México la cultura del trabajo técnico, existe "el riesgo" de que la ampliación de ese nivel traiga como consecuencia un abatimiento salarial en perjuicio de los egresados de las universidades.

Al preguntarle sobre los efectos del neoliberalismo en el sector, responde que lo que transformó "realmente"a las universidades es la masificación y la tendencia a la especialización. "Y los lugares en donde tenemos una presencia más clara (del neoliberalismo) es en el fomento a la productividad académica, lo cual tuvo efectos positivos y negativos".

Los impactos positivos, dice, son la retención en la universidad de académicos muy valiosos que estaban emigrando a otra parte, y el estímulo a la producción científica y a la obtención de grados académicos. Los negativos tienen que ver con la tendencia a la individualidad, el "puntismo" y la presentación de informes de actividades irrelevantes.

En cuanto al impacto de dicha política en la formación de los estudiantes, señala que "es más difícil decirlo, porque el espacio académico es autónomo. La autonomía entendida responsablemente permite trabajar en docencia e investigación desde los enfoques con los que estamos de acuerdo, y la libertad de cátedra e investigación dan esa posibilidad".

Sobre la proliferación de las carreras de tipo mercantilista, dice que el auge de profesiones como administración o derecho "tiene que ver más con la falta de orientación hacia áreas distintas, y otro aspecto es la dificultad de las materias básicas, que es una presión sobre las universidades", según indica.

Fresán expresa que las cuestiones más urgentes en la UAM son consolidar la investigación, porque existen las condiciones para hacerlo ?70 por ciento de la planta académica son profesores de tiempo completo, y de dicho porcentaje, 60 por ciento cuenta con posgrado?, así como lograr estándares más altos en la docencia.