LUNES Ť 19 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Dependencia de la SEP recomienda en un análisis la transferencia gradual de servicios

Debe el GDF acordar con el SNTE operatividad del sistema educativo

Ť Autoridades capitalinas y sindicales no han dado el paso desde que se modificó la ley, en 1993

MARIA ESTHER IBARRA

Aun cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) falló en favor de que el gobierno capitalino preste educación inicial, básica, especial y hasta superior, la Ley General de Educación establece que la transferencia de esos servicios a las autoridades de la ciudad de México "se llevará a cabo en los términos y la fecha que se acuerden con la organización sindical", es decir, con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

examen_estudiantesSin embargo, a ocho años de que se modificara dicha ley -en 1993 se hizo luego de que un año antes se llevara a cabo la federalización educativa, con excepción del Distrito Federal- la organización sindical y las autoridades capitalinas no han dado ese paso.

El artículo cuarto transitorio de la citada ley señala que en tanto ese proceso no se realice con el SNTE las atribuciones relativas a la educación en esos tres niveles y modalidades, incluyendo la indígena, corresponderán a la Secretaría de Educación Pública (SEP).

De acuerdo con un análisis de la Subsecretaría de Servicios Educativos para el Distrito Federal, previo al dictamen de la SCJN, esa dependencia de la SEP ya apuntaba la conveniencia de transferir los servicios de educación básica, inicial y especial al gobierno capitalino. Entre otras razones, asienta, "acercaría la educación a la población del Distrito Federal de manera más adecuada y eficaz".

No obstante, la dependencia considera que cualquier modificación o estrategia para rediseñar la política educativa en la ciudad de México debería ser gradual, dado que "el sistema educativo no acepta un cambio de timón brusco", y como ejemplo cita la conversión de la escuelas de tiempo completo.

Entre otras cosas, se menciona también el problema del excedente de maestros, dado el descenso de la población entre los 45 días de nacidos y los 12 años de edad. Estos cambios en la curva demográfica, se prevé, propiciará una menor demanda de niños en edad de cursar primaria y secundaria. "La reducción de la matrícula en ambos niveles es un hecho irreversible", establece el análisis y advierte que la "gran presión" será hacia el bachillerato y la educación universitaria.

Se calcula que en la última década se redujo la demanda a primaria y secundaria en 170 mil escolares. Por consecuencia, admite la subsecretaría capitalina, se tiene más capacidad instalada que demanda y se ha pasado de atender grupos integrados por 35 alumnos, frente a los 60 que tradicionalmente se tenían hasta hace unos años.

Otro factor que se apunta son las desigualdades educativas existentes entre las 16 delegaciones políticas. Destacan por su alta infraestructura las demarcaciones Benito Juárez, por ejemplo, que incluso las autoridades delegaciones presumen tener en ese rubro el nivel educativo más alto, incluso en el país. Un contraste es la delegación Cuauhtémoc, cuya atención de la demanda en escuelas pública es de 90 por ciento, mientras que en Iztapalapa es de 48 por ciento, pero con una marcada inasistencia a la educación primaria.

Pero para la subsecretaría del Distrito Federal uno de los principales rezagos de la ciudad de México es la educación de adultos analfabetos, que registra jóvenes de 25 años sin estudios, como es el caso de la delegación Milpa Alta.

Sin embargo, la educación prescolar se ubica como uno de los principales retos a enfrentar, sobre todo por la necesidad de ampliar la capacidad de atención y convencer a los padres de la "importancia que ese nivel educativo tiene para determinar el éxito escolar de los alumnos en los niveles subsecuentes".

De llevarse la transferencia en el Distrito Federal, bajo los términos en que se efectuó en cada uno de los estados, para las autoridades capitalinas implica hacerse responsable de la conducción de un subsistema educativo conformado de la siguiente manera y en la que también participan la educación privada.

Las cifras: 9 mil 192 escuelas; 2 millones 574 mil 817 alumnos; 167 mil 339 docentes; y 78 mil 553 grupos. En estos números no se incluyen grupos de educación superior universitaria y tecnológica, ni personal docente especial para prescolar y primaria.

Proceso desigual

estudiantes_examen_oiY si bien la dependencia de la SEP es partidaria de que el gobierno capitalino tenga bajo su responsabilidad la educación básica -prescolar, primaria y secundaria, éstas dos últimas obligatorias-, no pasa por alto que la transferencia de los servicios educativos a los estados en 1992, resultó en algunos casos exitosa, pero en otros no ha tenido un "feliz término".

De hecho no faltaron algunos gobernadores que se resistían a aceptar hacerse responsables de los servicios educativos en sus respectivos estados, sobre todo por la carga financiera que les representaba y, también, por los conflictos permanentes con el magisterio. Pero finalmente no tuvieron otra que aceptar firmar y aplicar el Acuerdo Nacional para la Modernización Educación Básica (ANMEB).

Al gobierno federal, pormedio de la SEP, tampoco le fue sencilla la federalización. Previa a ésta se realizaron 120 reuniones informativas y de concertación con autoridades educativas estatales y representantes sindicales. En términos generales, las principales acciones que implica la transferencia de los servicios educativos, entre toros, son: determinación de todos los aspectos relacionados con los recursos humanos, tales como salarios, prestaciones, seguridad social, escalafón, derechos laborales, homologación, SAR, premios al magisterio y sistema de pago.

Además, conciliación de las bases de datos de las plazas, puestos y presupuesto de servicios personales a transferir; así como determinación de presupuesto para gasto corriente e inversión y mecanismos de transferencias.