DOMINGO Ť 9 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť Obligan a universidades a respaldar políticas, dicen

Perversa estrategia del gobierno para aprobar reforma fiscal, acusan rectores

JOSE GALAN ENVIADO

Cozumel, Q. Roo. No hay una política de Estado en materia educativa, y resulta absurdo que las universidades públicas deban cada año gastar recursos, esfuerzos en movilizaciones y negociaciones con los legisladores, en búsqueda de un presupuesto que se ha convertido en una herramienta política para obligar a las casas de estudio a respaldar las políticas gubernamentales, so pena de no recibir el financiamiento necesario para sus actividades.

Aunque reconocieron la importancia de una reforma fiscal "con rostro social", rectores y funcionarios académicos de distintas partes del país, miembros de la ANUIES, consideraron que "no se vale" utilizar la posibilidad de incrementos a los presupuestos como herramienta de presión política para que, como sucede actualmente, el gobierno federal obtenga el respaldo a su controvertida reforma fiscal.

Enrique del Val Blanco, secretario general de la UNAM, lamentó el proceso de negociación a que cada año son sometidas las instituciones de educación superior pública en el país, y consideró "poco responsable" utilizar al presupuesto como arma política, porque "en última instancia la educación es el bien fundamental de este país".

"No hay una política de Estado respecto de la educación superior pública, eso está claro", subrayó Dolores Cabrera, rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro. "Obviamente hay un proceso de desgaste en cada negociación que se deba realizar con legisladores, cuando el presupuesto debe venir ajustado automáticamente a las necesidades del sector", agregó.

Para el director de la Universidad de Durango, José Hernández Meraz, "realmente existe preocupación sobre la forma en que vamos los rectores a negociar nuestros presupuestos". Si bien reconoció que ningún funcionario de la Secretaría de Educación Pública les ha mencionado el respaldo necesario a la reforma fiscal para obtener los recursos que requieren, sí señaló que "entre los rectores es algo que se comenta abiertamente, porque es algo implícito.

"Lo que nosotros esperamos es que ya se diseñe una política de Estado que, más allá de los presupuestos, los partidos, los funcionarios o las cámaras, se refleje directamente en el financiamiento de la educación superior", dijo Víctor Arredondo, rector de la Universidad Veracruzana. "No vemos cómo se pueda lograr una inversión de 8 por ciento del PIB en educación para el año 2006 luego de dos años de restricciones presupuestales."

Ricardo Gutiérrez Padilla, vicerrector de la Universidad de Guadalajara, consideró "perversa" la estrategia de buscar vincular un mejor financiamiento a la aprobación de la reforma fiscal. "El discurso camina por un lado, y por el otro los hechos, y todo apunta a la aparente presunción de que el mercado se encargue de la educación, en apego a recetas tipo OCDE".

Para la actual administración pública federal debe quedar claro que "fue en las universidades públicas donde comenzó la actual transición política que les permitió llegar al poder en el 2000, y que empezó hace más de 30 años con la lucha por la democracia en instituciones como la UNAM. La actual alternancia en el poder es producto de esa lucha de la educación superior pública en el país", dijo Dolores Cabrera.

Del Val Blanco subrayó que sobre la educación superior pública "existen declaraciones, están los programas, los planes y las intenciones, pero no se ha reflejado en los presupuestos, que son insuficientes", y citó el caso de los destinados a ciencia y tecnología para 2002 que, según cifras de la ANUIES, han disminuido hasta 18 por ciento.

"Lo que necesitamos es una demostración clara de que, efectivamente, el Ejecutivo federal tiene preocupación por la educación superior y por la ciencia y la tecnología", dijo. "No está claro; no entendemos que si el proyecto de egresos sostiene que el país va a crecer en un punto por ciento del PIB, por qué se reduce el gasto en esos rubros. Esa contradicción no la logramos comprender."