DOMINGO Ť 9 Ť DICIEMBRE Ť 2001

El pequeño Lucio

En 1975 el niño Lucio Antonio Gallangos fue llevado al hospital de la IMAN porque fue herido en una pierna cuando sus padres fueron detenidos, acusados de pertenecer a la Liga Comunista 23 de Septiembre.

Veintiséis años después, esa es la única pista que se tiene de Lucio, entonces de cuatro años de edad. Pero su familia no desfallece en su búsqueda. A partir de hoy cientos de carteles con su foto preguntando dónde está serán pegados en las calles y en el Palacio Legislativo, donde el próximo lunes, a partir de las 10 horas, se realizará el Encuentro nacional por la presentación de los desaparecidos, por el fin de la impunidad y la libertad de los presos políticos.

Ignacio Gallangos Cruz, tío de Lucio, cuenta la historia: "En julio de 1975 los estudiantes Roberto Gallangos y Carmen Vargas fueron detenidos. Su casa fue baleada y tomada por la policía. Desde ese momento se les considera desaparecidos, junto con sus hijos Lucio Antonio, Aleida y Avelino Francisco Gallangos".

Durante 26 años nadie supo nada de ellos.

En septiembre de 2001, gracias a la difusión del caso en un medio de comunicación, Aleida apareció con vida y pudo reunirse con su familia. Ella fue rescatada por Carlos Gorostiola, de la Liga Comunista 23 de Septiembre y amigo de sus padres. Carlos fue ejecutado por la policía en 1976.

La aparición de Aleida trajo consigo información que permite afirmar que Lucio vive y que es posible localizarlo. Fue llevado por la policía al hospital IMAN, pues fue herido de bala en una pierna durante el secuestro.

Actualmente su tío Ignacio sigue indagando. "El informe que da la Comisión Nacional de Derechos Humanos nos a da a conocer que la policía detuvo en determinados lugares a mis dos hermanos y a mi cuñada, pero no dice nada de mis sobrinos. Entonces, nosotros seguimos la pista y vamos a ver qué podemos lograr con este apoyo."

La familia Gallangos ya envió una carta al presidente Vicente Fox para que se investigue el caso en los archivos del hospital. A más de dos décadas, el tío Ignacio no pierde las esperanzas: "Nosotros vamos a seguir indagando. No tenemos respuesta de esa carta, pero vamos a seguir buscando".

CLAUDIA HERRERA BELTRAN