DOMINGO Ť 9 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť Foro organizado por Casa Lamm y La Jornada, sobre periodismo y guerra

En el conflicto afgano, los medios se convierten en órganos de propaganda de EU: Luis Hernández

Ť No se muestran imágenes de civiles muertos por los "errores técnicos" de los misiles

RENATO DAVALOS

Es el "ántrax mediático", definió Jenaro Villamil. Es la historia de la desinformación estadunidense en tiempos de guerra, planteó Luis Hernández Navarro. En el centro de la discusión, las verdades a medias que ofrecen los medios del vecino del norte, con sus ecos en algunos mexicanos, especialmente televisivos, sobre la invasión a Afganistán.

Los medios se convierten en órganos de propaganda del discurso oficial estadunidense, coincidieron ambos en el foro organizado por Casa Lamm y La Jornada, en el que se pasó por el tamiz del análisis el rol de los medios en esa guerra.

Hernández Navarro, coordinador de opinión de esta casa editorial, recurrió a la vieja frase churchiliana: "La primera víctima en una guerra es la verdad". Pero también se refirió a Noam Chomsky, el intelectual estadunidense satanizado por sus cuestionamientos al establishment en su país. El habla de la manufactura del consenso para hacer converger un aparato propagandístico hacia una visión única.

Es la historia de las guerras estadunidenses, atadas indisolublemente a su devenir fundacional. Hernández Navarro ilustró con alguna numerología: Estados Unidos ha enviado tropas a 216 naciones y desde 1945 lo ha hecho a 23 países.

El gasto militar para el año venidero será de 375 mil millones de dólares y concentra 49.1 por ciento del mercado de las armas.

Los argumentos de hoy no se distancian mucho de los del ayer. Los adversarios están en "guerra contra el orden civilizatorio", se justifica en la visión estadunidense. Es la guerra que va contra el libre mercado, la expansión cibernética y la nueva democracia.

El de aquéllos es un guión que sustenta el ataque a los "afanes civilizadores", mientras "nosotros estamos contra el genocidio y por la protección de los derechos", reza ese mismo discurso.

Ello -advirtió Hernández Navarro-, pese a que, por ejemplo, la Alianza del Norte en Afganistán tenga los mismos objetivos que los talibanes. En suma, un modelo de guerra civilizadora.

Las imágenes de guerra no se muestran, comentó. Especialmente cuando se trata de los civiles muertos por los "errores técnicos" de los misiles estadunidenses. Se reproducen sólo imágenes autorizadas por el estado mayor del ejército.

Pero se trata de un conflicto con beneficiarios, asentó. Fue entonces cuando Hernández Navarro acudió a la remembranza histórica. A los comités de información pública creados en tiempos de Wilson para orientar la opinión. Crear una suerte de histeria para que la sociedad se sumase a la guerra, como hoy.

Aunque sí se trata de satanizar a personajes como Hussein que antes fueron aliados. Desde luego, la nota discordante hoy en ese monopolio informativo es Al Jazeera, la televisora árabe capaz de competir con las grandes cadenas estadunidenses y hacerles contrapeso.

En Estados Unidos no se pregunta acerca de las causas de los ataques, condenables y criminales. Sí hay, en cambio, una cobertura distorsionada, en la que más que censura formal se ejerce una suerte de autocensura.

Los periodistas en el vecino del norte, añadió, se convierten en "estenógrafos del poder", mientras que las voces en las cadenas televisivas se reducen a funcionarios o ex funcionarios.

Jenaro Villamil, coordinador de asuntos especiales de este diario, se adentró en los porqués de los atentados. Preguntas que no se hacen en Estados Unidos y que son cambiadas por los quiénes o quién como responsables de los hechos del 11 de septiembre.

Mientras, se instaura un macartismo mediático que tiene, por primera vez en la historia reciente, el contrapeso de Al Jazeera. Es la primordial diferencia del conflicto de hoy con el de hace una década en el Golfo Pérsico.

Y entre esas preguntas, enumera: Ƒpor qué si Colin Powell conocía indicios de que podría haber atentados no se tomaron medidas? ƑPor qué un terrorista actuó conforme a un guión? ƑPor qué el odio a Estados Unidos en Medio Oriente? ƑPor qué se ataca un fundamentalismo islámico que fue arropado hace años? Se encuentra, sí, a un villano mediático en contra del cual se emprende una nueva guerra.

Mientras prevaleció la histeria por el ántrax no hubo mayores noticias de la incursión estadunidense en Afganistán. Cuando se supo que posiblemente un científico local, antiabortista, podría ser el responsable, se acabó la cobertura y se retomó el tema del conflicto.

Y ahora que resurge con intensidad el conflicto palestino-israleí, indicó, tampoco se va a las causas y a los contextos. Se olvida deliberadamente, por ejemplo, la resolución de Naciones Unidas en 1948 cuando se obligó la creación de un territorio palestino, que no desalojan los israelíes.