DOMINGO Ť 9 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť "Queríamos tener un hijo chiquito", declararon

Hasta 40 años de cárcel a pareja que intentó robar a un bebé

Ť Le aplicaron cloroformo a la madre al salir del hospital

ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ

Claudia salió con su hijo de seis meses de la consulta médica en un hospital al poniente de la ciudad. Unas calles adelante, en un lugar poco transitado, sintió que la sujetaban por detrás y le colocaban un pañuelo húmedo que le ocasionó un fuerte ardor en la nariz y en los ojos, al tiempo que le arrancaban al bebé de los brazos.

Alcanzó a gritar, antes de desvanecerse bajo los efectos del cloroformo. Para su fortuna, unos vecinos la escucharon y al salir y ver lo que ocurría reaccionaron rápidamente para detener a la pareja de secuestradores.

María Esperanza Méndez Castañón y Alejandro Puertos Pacifuentes habían abordado a Claudia antes de entrar a consulta; "me hicieron plática", hablaron sobre el niño y luego se despidieron aparentando que se retiraban del hospital, pero se quedaron a esperarla.

"Teníamos ganas de tener un niño chiquito", declararon al Ministerio Público, pero para el fiscal para la Seguridad de las Personas e Instituciones de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, esa "es sólo una coartada", pues tienen tres hijos adolescentes.

En términos jurídicos se trata de privación ilegal de la libertad, pero los propósitos reales del intento de secuestro son todavía desconocidos. "Objetivamente el daño que se produce es terrible, por lo que nosotros aplicamos el criterio de que es una privación con el ánimo de causar daño".

Se trata de vacíos legales que complican el trabajo del Ministerio Público especializado en secuestros, aunado a que el término para investigar y consignar la averiguación previa con detenido ante un juez, es de 48 horas.

"Cuando se detiene a una persona que priva de la libertad a un infante, al Ministerio Público se le presentan cosas duras; si aplicamos este artículo la pena que se pudiera imponer resulta muy baja, estamos hablando de una sanción de uno a seis años, y obviamente el detenido tiene derecho a la libertad provisional.

"En la fiscalía hemos llegado a la conclusión de deducir que cuando se priva de la libertad a un infante no puede ser más que con el ánimo de causarle un daño a él y a su familia, por lo cual consideramos que debe adecuarse la privación ilegal de la libertad a un delito equivalente al secuestro o a una pena que lo haga un delito grave".

Méndez Castañón y Puertos Pacifuentes son procesados en el juzgado 20 penal anexo al Reclusorio Preventivo Oriente, con la causa penal 120/01. El juez les dictó el auto de formal prisión por el delito de privación con el criterio de la PGJDF, que tiene una penalidad de 10 a 40 años de cárcel, pero falta la sentencia.