MIERCOLES Ť 12 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť Aguilar Zinser representará a México en el Consejo de Seguridad de la ONU

Se definen el 20 de diciembre los cambios en el gabinetazo foxista

Ť Rodolfo Elizondo asumirá como vocero de Presidencia Ť Xóchitl Gálvez pasará al INI

JUAN MANUEL VENEGAS

Las oficinas de coordinación presidencial desaparecerán. El próximo 20 de diciembre habrá una reunión extraordinaria del presidente Vicente Fox Quesada con sus asesores y miembros del gabinete para decidir los cambios que sufrirá el llamado Grupo Pinos, y el destino y reubicación de quienes durante poco más de un año despacharon como jefes de oficina con misiones especiales.

Ya hay algunas definiciones. Como adelantó La Jornada el jueves de la semana pasada, Rodolfo Elizondo Torres, quien se desempeña como jefe de la Oficina Presidencial para la Alianza Ciudadana, será designado el próximo 3 de enero nuevo vocero de la Presidencia de la República.

Enroques confirmados

Ayer se confirmó que Adolfo Aguilar Zinser dejará la consejería en Seguridad Nacional y la jefatura del gabinete de "orden y respeto" para irse a Nueva York como representante de México en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Xóchitl Gálvez pasará de la Oficina para la Atención de los Pueblos Indígenas al Instituto Nacional Indigenista, dependencia que, por lo demás, sufrirá algunas modificaciones en cuanto a sus facultades y atribuciones.

"Falta definir" -según se informó- el futuro de Juan Hernández, jefe de la Oficina para la Atención y Apoyo a los Mexicanos en el Extranjero, y del doctor José Sarukhán, de la Oficina para el Desarrollo Social y Humano. Cabe señalar que en materia de política social, "en breve", el jefe del Ejecutivo federal hará un "importante anuncio" respecto a la estrategia gubernamental, indicó la semana pasada la secretaria del ramo, Josefina Vázquez Mota.

En cuanto al coordinador de Políticas Públicas, Eduardo Sojo Garza-Aldape, y a los jefes de las oficinas para la Innovación y el Cambio Gubernamental, Ramón Muñoz, y de Planeación Estratégica y Desarrollo Regional, Carlos Flores Alcocer, se indicó que se mantendrán en la estructura de Los Pinos. El primero, como coordinador de asesores -en los hechos lo era-, y sus compañeros seguirán en la parte de organización y planeación de la burocracia federal.

Los Tres Reyes Magos, como alguna vez Fox llamó a Sojo, Muñoz y Flores, cuando colaboraban con él en el gobierno de Guanajuato, son inamovibles en el círculo cercano al mandatario.

Presentados en noviembre del año pasado junto a los miembros del gabinetazo, los ocho asesores presidenciales fueron objeto, en los primeros doce meses del gobierno foxista, de críticas, cuestionamientos y algunos hasta sufrieron el desaire de partidos políticos y de sus propios compañeros de gabinete.

En las últimas semanas, conforme avanzaron el debate y las negociaciones por el presupuesto de egresos y la reforma fiscal, dirigentes y legisladores de PRI, PAN y PRD han advertido que, ante la estrechez de los recursos, el presidente Fox podría contribuir al ahorro y la austeridad con la cancelación de esas oficinas.

No considerada su operación en el presupuesto del año que está por terminar, se desconoce el monto de los recursos que el titular del Ejecutivo federal destinó a sus asesores y al funcionamiento de sus oficinas. Sin que se precise si estaban contemplados en ese rubro, en el Resumen Programático Económico Financiero de la Presidencia de la República que fue presentado a la Cámara de Diputados hace un año, se programó un gasto total para la coordinación de asesores, por 323 millones 34 mil pesos.

En la discusión actual del proyecto de presupuesto para el 2002, las diputaciones de PRD y PRI estiman que la cancelación de estas oficinas de coordinación significaría un ahorro de más de 800 millones de pesos.

Por lo demás, a doce meses de su nombramiento como asesores presidenciales, su desempeño se ha notado más por las polémicas que han generado y, paradójicamente, no ha sido la duplicidad de funciones que muchos advirtieron al inicio del sexenio lo que ha dado la nota, sino su novatez en la "operación política", que se les ha endosado desde Acción Nacional y la propia residencia oficial.

Al estilo del organigrama de la Casa Blanca estadunidense -según la presentación del propio Fox Quesada-, estos asesores despacharían en Los Pinos con la idea de "apoyar en el análisis" de las decisiones más importantes que se tuvieran que tomar en asuntos "prioritarios" para el Ejecutivo: indígenas, migrantes, desarrollo regional... Algunos consideraron que eran una especie de supersecretarios. Muchos se desinflaron políticamente.