MIERCOLES Ť 12 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť Los papás en La Montaña y la Costa Chica las venden, indica la Secretaría de la Mujer

En Guerrero se denunciaron 30 casos de violencia sexual contra niñas en un año

Ť El MP a veces argumenta que no puede levantar acusación alguna contra familiares, dice

MISAEL HABANA DE LOS SANTOS CORRESPONSAL

Acapulco, Gro., 11 de diciembre. En lo que va del año, la Secretaría de la Mujer del estado de Guerrero ha recibido 30 denuncias por niñas víctimas de estupro y violencia sexual, la mayoría provenientes de la región de La Montaña y la Costa Chica, informó la titular de la Procuraduría de la Mujer, Araceli Nogueda Simón.

El problema de la violencia sexual se manifiesta en las zonas marginadas del estado, donde el punto más vulnerable de la familia indígena es la mujer pobre y menor, dice la funcionaria.

De los expedientes abiertos por la secretaría, las víctimas son niñas entre 10 y 15 años que viven en familias conflictivas en las que existe violencia.

"Tenemos denuncias de incesto. En esas regiones del estado, las niñas indígenas al primer hombre que conocen (sexualmente) es a su padre", dice la procuradora.

En algunas regiones como Tierra Caliente y La Montaña, consideradas de alta marginación, es tradición que los padres vendan a sus hijos menores, sobre toda a las niñas, para resolver su situación económica, "por un poco de maíz, un poco de comida".

"Muchas mujeres han denunciado el incesto, el rapto, la venta de sus hijos menores sin que ellas puedan hacer algo para impedirlo", dice la funcionaria, quien pide discrecionalidad para cada uno de los casos.

Y es que las madres o las menores que se atreven a denunciar lo hacen con temor a recibir represalias de sus esposos o de sus victimarios.

Nogueda Simón afirma que a las víctimas "les preocupa presentar una denuncia. Tenemos el caso de una niña que fue violada por su abuelo y por sus tíos en forma tumultuaria; aparte de esos familiares no tenía papá, su padrastro se la vendió a un compadre por un cartón de cervezas".

El caso llegó a la Secretaría de la Mujer cuando esta niña, originaria de una comunidad del municipio de Ometepec, presentó la denuncia en las oficinas de la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar de esa región. Este organismo la turnó a la Secretaría de la Mujer, de ahí el caso llegó a la Procuraduría de la Mujer en Acapulco, donde se levantó la denuncia y la menor ya tiene un hogar sustituto y estudia el primer año de primaria, porque no sabía leer ni escribir.

Los casos de violencia sexual contra mujeres menores de edad pueden ser más alto porque muchos no se denuncian o porque los agentes del Ministerio Público no están sensibilizados sobre el problema y argumentan que no pueden levantar la indagatoria contra los padres o los familiares varones de las víctimas.