Ť "Venimos a pedirle a la Virgen que interceda por nosotros y suban café y maíz"

Ahora sí estamos jodidos, se quejan campesinos

BERTHA TERESA RAMIREZ

Tal como hicieron sus ancestros, motivados por una fe inquebrantable, campesinos de Veracruz, Chiapas, Hidalgo, Tlaxcala, Michoacán, Puebla y Guerrero ofrecieron danzas a la Morenita del Tepeyac. "No venimos a pedirle, le venimos a agradecer la tierra, las buenas cosechas, el buen tiempo, la salud y el trabajo".

Lamentaron, en cambio, que los precios de sus cosechas sean tan bajos que casi no les permiten vivir. A las puertas del templo mariano, Mateo Jiménez, "cortador de café" de la comunidad de Filomeno Mata, Veracruz, se remangó su gastada camisa café y afirmó: "Ya que estamos aquí, también le pedimos que interceda para que nos suban los precios del café y el maíz, porque ahora sí estamos bien jodidos, hace más de tres años que los compradores nos pagan a peso el kilo de café en cereza".

Mateo y 20 campesinos más que vinieron en peregrinación a ver a la Virgen del Tepeyac en su día, ganan entre 100 y 200 pesos a la semana chapeando (cortando) café. "No sabemos por qué, pero desde hace tres años bajó mucho el precio de nuestro producto; dicen quienes nos lo compran que el precio es bajo porque no es bueno, que no sirve, pero nosotros sabemos que el producto es bueno".

Como desde hace más de tres décadas, los cortadores de café de Filomeno Mata ofrecieron a las puertas del templo guadalupano la danza de Los quetzales; por medio de ella, dijeron, "nuestros abuelos agradecían la presencia de esas aves en las montañas, aves que significaban también el signo de las buenas cosechas de maíz".

Empero, hace muchos años ya no ven volar a los quetzales, "que bendecían las cosechas en aquellas tierras. Las aves se acabaron y el maíz también".

A unos pasos de ahí, otros campesinos, procedentes de San Andrés Cuamilpa, Tlaxcala, agradecieron a la Virgen los beneficios alcanzados este año: "la salud, la unión de la familia y la cosecha que levantamos".

Pero una preocupación salta en ellos también: los precios del maíz son muy bajos; "ojalá los subieran un poco, nosotros compramos la semilla muy cara pero nos compran la cosecha muy barata. Hace años que nomás nos alcanza para el consumo de la familia, no hay para más".

A mitad del atrio, donde un sinnúmero de peregrinos ejecutaron danzas en honor de la Virgen de Guadalupe, destacó un grupo de 10 mujeres campesinas de la comunidad zoque de Ocotepec Mexcalapa, Chiapas.

Juanita, María y Segunda Cruz, oriundas de esa comunidad, siembran café, frijol y chilacayote. "Venimos a agradecer a la Virgen María que haya detenido tantas enfermedades; allá estamos sufriendo mucho por el cáncer (intrauterino), muchas no tienen recursos y vienen a pedir a nuestra madre que puedan contar con recursos para que les puedan dar a sus familias lo más que puedan".

Jóvenes de El Rosario, comunidad del estado de Michoacán, dijeron que hace años abandonaron el campo porque ya no podían vivir de él. Espiridión Posadas refirió que muchos de los hombres de ese pueblo han tenido que venir a la ciudad de México y se han empleado como albañiles. "Hoy venimos agradecerle a la Virgen, porque trabajo no nos falta".

Adentro del templo mariano, ayer un recinto de fiesta y devoción, el mariachi Los Arrieros de Texcoco también agradeció a la Virgen los beneficios que obtuvo este año, cantó Las Mañanitas y para despedirse interpretó Dios nunca muere.