MIERCOLES Ť 12 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť Aprueban dictamen de ley; Sonora, la excepción

Habrá horario de verano de 7 meses, establecen diputados

Ť Autorizan al gobierno federal otorgar un crédito de mil millones de pesos para las aerolíneas nacionales

CIRO PEREZ SILVA Y ROBERTO GARDUÑO

La Comisión de Energía de la Cámara de Diputados aprobó ayer el dictamen de la Ley Reglamentaria del Sistema de Medición del Tiempo, en la que se fijan tres zonas horarias para el país, además de establecer que el horario de verano tendrá una duración de siete meses a partir de abril.

Las zonas horarias son: centro, que incluye la mayor parte del territorio nacional. Esta área está 90 grados al oeste del meridiano de Greenwich; Pacífico, a la cual pertenecen los estados de Baja California Sur, Sinaloa, Nayarit, Chihuahua, Durango y Sonora; y Noroeste, en la cual se encuentra el territorio de Baja California. Las islas federales tendrán el horario del centro, y las pertenecientes a los estados, el de esas entidades.

Para el horario de verano se estableció una duración de siete meses en todo el país, salvo en Sonora. Se precisa además que cualquier propuesta de establecimiento o modificación de husos estacionales deberá ser presentada al Congreso a más tardar el 15 de noviembre del año inmediato anterior al que se pretende modificar el huso horario y esta proposición será dictaminada a más tardar el 15 de diciembre del mismo año.

Así, el horario estacional entrará en vigor a las dos de la mañana del primer domingo de abril de cada año, y terminará el último domingo de octubre a las dos de la mañana de cada año. Sonora queda exceptuada; Chihuahua y Durango quedan como parte de la región del Pacífico y en el horario estacional se modifica junto con el resto de los estados.

Para Quintana Roo, por posición geográfica, le corresponde un horario distinto pero en la votación de la comisión quedó con el horario del centro.

Por otra parte, la Cámara de Diputados autorizó ayer al gobierno federal facilitar un crédito de mil millones de pesos a las aerolíneas nacionales, a efecto de que estas puedan hacer frente a las nuevas condiciones de mercado, establecidas a partir de los atentados terroristas del pasado 11 de septiembre.

El priísta Raúl Cervantes Andrade, a nombre de la comisión dictaminadora, explicó al pleno la propuesta que autoriza al Ejecutivo federal otorgar apoyos tendientes a salvaguardar los servicios de transporte aéreo, en lo particular por la situación caso de terrorismo y de guerra que repercutieron en las primas de seguros.

Originalmente, el Ejecutivo envió una iniciativa para que se le autorizara un subsidio hasta de mil millones de pesos, directo, misma que modificaron los diputados para que se tratara de un financiamiento y no de un apoyo.

En este dictamen se buscó que a través del presupuesto con cargo a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, dentro de sus eficiencias administrativas que tenían en el ejercicio del presupuesto de 2000, se fondeara un crédito a través de un intermediario financiero, léase banca de desarrollo, y que éste a su vez le otorgara un crédito a las líneas de aviación para transparentar hasta qué monto las líneas podían pagarlo, a qué plazo y a qué tasa.

Fue con cargo al presupuesto, explicó el priísta, porque de esta forma se logra una tasa más baja, ya que no se trataba de hacer un negocio financiero, pero tampoco de apoyar incondicionalmente a las líneas de aviación partiendo de la base que su flujo podía pagar parte de estas primas. En ese orden de ideas también se incorporó la figura de un fideicomiso que fuera el vehículo jurídico-financiero para no confundirse con el patrimonio de la banca de desarrollo en el que se haga transparente y eficiente la colocación de este apoyo a las líneas de aviación.