Los artesanos que tallan los molcajetes tienen una noción especial avanzada; no trazan ni dibujan las formas.

Los pasos para producir una pieza consisten en redondear, desbastar, forjar, terminar y pulir.

Las herramientas que utilizan se llaman "picaderas" y están hechas localmente; son de fierro forjado, tienen mangos de madera delgados y flexibles.

Cuando la piedra y el trabajo son buenos, no es necesario curarlos pues no sueltan polvillo; la dureza de la piedra garantiza una vida útil por generaciones.

* Molcaxitl= cajete para la salsa, del náhuatl: mulli= mole= salsay caxitl= cajete; los hay de piedra y de barro.

* Tejolote del náhuatl: tetl= piedra y xolouia= machacar= pulverizar.

* Temolcaxitl del náhuatl: tetl= piedra y molcaxitl.

El molcajete es un utensilio de cocina que se inventó en Mesoamérica hace unos 6 mil años. Poco ha cambiado desde entonces y su utilización actual es amplia, sobre todo en el ámbito rural, aunque incluso en las ciudades algunas personas lo prefieren, pues las salsas así elaboradas adquieren un sabor especial.

La diferencia de sabor entre una salsa molida en licuadora y una hecha en molcajete tiene sus razones. En el caso de la salsa hecha con tomate verde, por ejemplo, las semillas se trituran mejor en la piedra, lo cual permite la liberación de aceites

esenciales. Los diferentes materiales de que están hechos los utensilios de cocina, los combustibles, las temperaturas y los ingredientes, influyen en el sabor y las texturas de la comida.

En Comonfort, Guanajuato, se elaboran molcajetes hechos de piedra volcánica. Esta piedra se extrae de una pequeña mina ubicada en las orillas del barrio de Los Remedios. Hace tiempo había piedras de buen tamaño en la superficie, pero al terminarse, los artesanos empezaron a cavar en la ladera del cerro para obtener ese material. En la actualidad, algunos trabajan en túneles de unos 25 metros de largo y de 12 o más metros de profundidad.

Dan vida a la piedra

Un buen número de los artesanos de Comonfort, además de dominar la tecnología para producir molcajetes, son creadores de bellas piezas; es el caso de Manuel Monzón, quien con gran maestría esculpe delicadas obras de arte.

La manufactura

La piedra volcánica de esta región tiene una textura que difiere de la de las otras regiones en las que se producen molcajetes. En este lugar se extraen de forma manual piedras de diferente dureza; los mejores artesanos prefieren los basaltos más duros.

Para manufacturar un molcajete, en Comonfort sólo se utilizan las herramientas llamadas ''picaderas''. Cada artesano obtiene en la mina su propia piedra y transporta dos o tres a su lugar de trabajo, en donde inicia la producción de una pieza.

Hay molcajetes de diferentes tamaños. Los más populares son los que se usan en los hogares. Su diámetro es de 20 cm, con capacidad suficiente para las necesidades de una familia; los más grandes se utilizan en fondas y restaurantes, donde se atiende a grupos de comensales.