La recesión en Estados Unidos puso fin a una década de expansión económica

AFP

Washington, 15 de diciembre. El 2001 quedará en los anales de la historia como el año de la recesión que puso fin al más largo periodo de expansión de Estados Unidos, pero la primera economía mundial debería retomar la senda del crecimiento a partir del primer semestre de 2002.

Incluso si todos los expertos hablaban de recesión en Estados Unidos desde los atentados del pasado 11 de septiembre, el veredicto oficial llegó apenas a fines de noviembre: la economía estadunidense ingresó en un periodo recesivo en marzo pasado, determinó la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER), un instituto encargado de seguir oficialmente los ciclos económicos.

La recesión, la décima en Estados Unidos desde que terminó la Segunda Guerra Mundial, cortó diez años exactos de crecimiento ininterrumpido.

Este periodo récord de expansión hizo pensar a algunos economistas que Estados Unidos había comenzado un periodo de crecimiento perpetuo gracias a las ganancias de productividad ligadas a las nuevas tecnologías, que permitieron, a fines de la década de los 90, un fuerte aumento de la actividad económica sin inflación.

Según el NBER, el periodo recesivo comenzó en marzo pasado, mucho antes de los atentados contra Nueva York y Washington. Pero los ataques tuvieron, no obstante, un impacto devastador en la economía estadunidense, en desaceleración desde hacía casi un año.

El gobierno del presidente George W. Bush defiende la tesis -imposible de verificar- según la cual la recesión habría sido evitada de no haber ocurrido los atentados que, según la administración republicana, detuvieron un esbozo de reactivación económica.

De todas maneras, las causas de la recesión son múltiples y van mucho más allá de los atentados, destacan los expertos.

La economía estadunidense también -y sobre todo- fue víctima de la caída de las empresas del sector de Internet y nuevas tecnologías.

Este fenómeno no sólo provocó una caída de las cotizaciones bursátiles, sino también un pesimismo generalizado en toda la industria, que causó un descenso de las inversiones, una caída de la producción y olas de despidos.

La actual recesión, contrariamente a las de 1981-2 y 1990-91, fue provocada por el sector manufacturero, donde la actividad comenzó a caer desde el año 2000, explicó Jerry Jasinowski, director general de la Asociación de Industrias Manufactureras (NAM).

La industria también sufrió por la subida de dólar, que frenó las exportaciones estadunidenses.

A pesar de sus múltiples causas, la recesión sigue siendo de moderada amplitud gracias principalmente al buen nivel de los gastos de consumo, que representan dos tercios de la actividad económica estadunidense. La población de Estados Unidos siguió consumiendo, salvo en septiembre, cuando se produjo un descenso del consumo a consecuencia de los atentados.

El producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos cayó sólo 1.1 por ciento anualizado en el tercer trimestre -primer trimestre con cifras negativas para el crecimiento- y los analistas previeron una disminución comparable de octubre a diciembre.

La Reserva Federal (banco central, Fed), redujo la tasa interbancaria -su principal tasa directriz- en 4.75 puntos de base desde enero pasado y en 1.75 puntos desde el 11 de septiembre. La tasa se encuentra actualmente en su nivel más bajo desde hace 40 años, y por debajo de la inflación.