Pachuca, un campeón de 100 años

Ť Los Tuzos consiguieron el título del Torneo de Verano 2001 en el año de su centenario

MARLENE SANTOS A. ENVIADA

Monterrey, NL., 15 de diciembre. Los Tuzos del Pachuca congelaron el Volcán y cancelaron la programada fiesta nocturna en esta ciudad, al lograr hoy el empate 1-1, con lo que se coronaron campeones del Invierno 2001 con global de 3-1.

Pachuca, que había perdido en la final anterior ante Santos, consiguió el segundo título en su historia, para coronar un año redondo, con el festejo de su centenario y la inauguración de la Universidad del Futbol.

Los jugadores dieron la vuelta triunfal sobre la cancha del estadio Universitario ante la abierta hostilidad de la afición felina, que no dejaba de gritar "¡Tigres, Tigres!" y que a su paso los bañó con toda clase de líquidos, les lanzó hielos y naranjas.

Pero nada empañó la felicidad de los monarcas, que mostraban orgullosos el codiciado trofeo y que se detuvieron ante su fiel barra tuza, engrosada con una banda de escoceses, que vinieron a lucir sus faldas cuadriculadas, escandalizando a los norteños que con orgullo lucían sus sombreros tejanos.

La frustración y el enojo se apoderaron del público y sólo se moderaron cuando los jugadores universitarios volvieron a la cancha ?muchos todavía sin poder calmar el llanto? y dieron una especie de vuelta olímpica que resultó de consolación, portando el trofeo que hoy nadie quería: el de subcampeón.

Todavía el capitán Claudio Suárez tuvo que tomar el micrófono del sonido local para lanzar palabras de agradecimiento y hasta entonces el público hizo estallar los cohetones y relampaguear los cielos con luces artificiales de colores que prefirió no guardar para mejor ocasión.

La resignación llegó al comprender que Pachuca traía la suerte de campeón, primero porque el equipo local hizo todo por ganar, atacó afanoso aunque la mayor parte del tiempo careció de orden y tino, y apenas logró un gol por conducto de Jesús Olalde al minuto 19. Y ni qué decir de la afición, que impulsada por el altavoz hostilizó sin medida a los visitantes. Sin embargo, Tuzos logró el empate 1-1 con una genialidad de Walter Silvani, un golazo al minuto 66.

Los jugadores de Tuzos saltaron a la cancha cogidos de las manos y el sonido local se burló: "agarraditos de las manos, buuu, buuu, no se vayan a perder. ¿A qué vinieron los Tuzos? ¡A perdeeer! Hay 11 tucitos a los que les tiemblan las piernas", alcanzó a decir el individuo que animaba al público antes de que el cuarto juez, Antonio Marrufo, lo hiciera callar.

Todo fue fiesta al ver salir al equipo de casa. El papel picado, el humo y las serpentinas nublaron el ambiente. Los cantos acompañaron la primera ofensiva de Tigres, al minuto 1, cuando el cabezazo de David Oteo zumbó por arriba del travesaño y tras varios intentos por fin Olalde marcó el gol de la esperanza, el 1-0 con tiro cruzado, casi sin ángulo, tras un gran servicio de Antonio Sancho y en una jugada en la que el arquero colombiano Miguel Calero se venció antes del disparo.

Tigres era un vendaval y zarandeaba a placer a los hidalguenses que no atinaban a ordenarse y que con apuros despejaban hacia cualquier parte el esférico u optaban por consumir el tiempo. Sortearon con dificultad el lapso inicial con un gol en contra y cuatro tarjetas amarillas: Calero, Sosa, Sánchez Yacuta y Vidrio.

En toda la primera parte los visitantes sólo tuvieron una llegada a la meta de Dautt, al minuto 3, en un tiro de Chitiva que pasó cerca del poste derecho.

El complemento se perfilaba a ser una réplica del periodo inicial hasta el cambio que realizó el técnico Alfredo Tena, al sacar al deslucido Chitiva e ingresar al central Israel Velázquez, quien formó línea de cinco defensas y frenó al carioca Marcelo Domingues.

Tigres siguió errático en el tiro a gol pero apretó marcas, y parecía que el empate global llegaría en cualquier momento, sólo a fuerza de insistir. Pero al 66 de acción, Walter Silvani paró con el pecho un largo servicio, apenas rebasó la media cancha y observando adelantado a Oscar Dautt, remitió un largo bombazo para el 1-1 que cayó como pedrada en la cabeza y dejó el ánimo tambaleante.

La afición vivió los últimos minutos plagados de angustia, enojo y decepción.

Alineaciones:

Tigres: Oscar Dautt, Javier Saavedra, Claudio Suárez, David Oteo, Sydney Balderas, Joaquín del Olmo (Felipe Ayala, 81), Antonio Sancho, Jorge Santillana, Marcelo Domingues, Jesús Olalde y Carlos Ochoa.

Pachuca: Miguel Calero, Alberto Rodríguez, Manuel Vidrio, Francisco Gabriel, Marco Sánchez Yacuta, Alfonso Sosa, Marco Garcés, Gabriel Caballero, Andrés Chitiva (Israel Velázquez, 48), Sergio Santana y Walter Silvani.

La coronas del Pachuca

Epoca amateur

(1902-1943):

1904-05 Pachuca Athletic Club

1917-18 Pachuca Athletic Club

1919-20 Pachuca Athletic Club
 

Epoca Profesional

INV-1999 Pachuca Javier Aguirre

INV-2001 Pachuca Alfredo Tena

Ť Hubo momentos muy difíciles; Tigres no nos daba la pelota, expresa Alfredo Tena

Fue un gol con suerte, admite Walter Silvani

Ť El presidente de los Tuzos dedicó el campeonato al fallecido Pablo Hernán Gómez

MARLENE SANTOS A. ENVIADA

Monterrey, NL., 15 de diciembre. El técnico de Tuzos, Alfredo Tena, confesó que la conquista del título, el segundo para él, fue sufrido. Con el traje empapado por el clásico baño del campeonato y en medio del jolgorio, fue entrevistado en el vestidor y confesó que fue un partido muy sufrido.

"Tigres no nos dejaba jugar, nosotros queríamos atacar pero no nos dejó tener la pelota y realmente hubo momentos difíciles. Los controlamos un poco en el segundo tiempo y más o menos pudimos tener la pelota, pero sí fue muy sufrido." Añadió que ni con el gol de Walter Silvani creyó tener el cetro, "la pelea seguía, la moneda estaba en el aire y había que estar muy concentrados".

Explicó que sacó a Andrés Chitiva porque no estaba dando un buen partido y el técnico "debe tomar decisiones antes de que el toro pase. Metí un quinto defensa y nos sobró un jugador para poder hacer cobertura, fue como más o menos pudimos contener", puntualizó.

Dijo que hasta el pitazo final de Ramos Rizo sintió el título. "Este campeonato para mí es muy parecido al de Santos; la expectativa era la misma, el entorno similar. En provincia se viven los logros con mayor euforia. Estoy muy contento, no se me nota tanto porque llevo la música por dentro", agregó sonriente.

Tena dedicó su triunfo a Jesucristo. "Los directivos dicen que fue con la ayuda de Pablo Hernán", se le indicó. "No, no, él es insignificante al lado del jefe, del patrón", aclaró. Pero para el presidente Jesús Martínez el triunfo fue por y para Pablo. "Es para Pablito que está allá arriba donde nos ayuda, se lo estábamos debiendo y ahora que va a cumplirse un año de su muerte se lo dedicamos."

Walter Silvani rechazó cualquier indumentaria de héroe. "Hemos jugado muy mal, la verdad no me gustó nada el partido porque nos dieron un baile, pero en las finales no se puede hacer gala. El golazo todavía no me lo creo, en realidad no quería patear al arco, quise aguantar para que el equipo pudiera salir, pero miré al arquero que estaba adelantado y dije: bueno, la mando y con la suerte de que se metió allí", relató con emoción.

Por último, el jugador que hizo importantes goles en la liguilla en su debut en el balompié mexicano se mostró como buen conocedor en temas financieros: "Pachuca no es de los equipos que tienen presupuesto muy alto, como Tigres, pero creo que con corazón y humildad emparejamos a los demás".

Otro baluarte tuzo, el portero Miguel Calero, terminó resentido de su muslo derecho y permaneció en cuclillas varios minutos sostenido por su hijo. "Por momentos creíamos que todo se nos venía abajo, pero gracias al esfuerzo de todos salimos adelante, además traíamos la suerte del campeón", precisó. 

El Tuca Ferreti culpó de la derrota a Archundia

Nos festejaron como si fuéramos los campeones, dice Claudio Suárez

MARLENE SANTOS A. ENVIADA

Monterrey, NL., 15 de diciembre. Claudio Suárez, capitán de los Tigres, dijo que el equipo se sentía apenado con la afición por no haber podido entregarle el trofeo de campeón, "pero nos brindamos en la cancha, se buscó meter los goles, pronto conseguimos uno; sin embargo, después ya no atinamos, además, Calero hizo buenas atajadas. Pachuca ganó merecidamente", indicó.

El zaguero añadió que ahora "como hombres hay que saber digerir la derrota, aguantarla y ya sabemos que el futbol da revanchas. Mira a la gente, es maravillosa, nos festeja como si fuéramos campeones", comentó con tristeza.

Quien no se conformó fue el técnico Ricardo Ferreti y prefirió dar mayor dimensión a "los errores de Archundia" al subrayar: "la equivocación tan grande que tuvo no se la puedo achacar a Codesal (titular de la Comisión de Arbitraje)". Señaló que a su equipo nada tiene que reprocharle porque "todos hicieron lo humanamente posible y yo me quedo muy satisfecho con los que participaron".

Extrañó como nunca al suspendido Irenio Soares, pues dijo que "al no poder participar nos quedamos con la sensación de que si él hubiera estado, otro habría sido el resultado, pero el hubiera no existe. Lo que sí es una realidad es que Irenio no pudo jugar por la expulsión totalmente arbitraria de Archundia", insistió. El Tuca también tuvo roces con la afición pero hoy se dijo "agradecido de todo corazón. Creo que durante la temporada hubo ciertas diferencias y al final limamos asperzas. El equipo en la cancha y ellos en la tribuna estuvimos a punto de lograr lo más grande. Lo que nos aportaron hoy jamás lo podremos olvidar. Ahora hay que aterrizar y comenzar a planear la próxima temporada", concluyó.

Y mientras David Oteo, Marcelo Domingues, Oscar Dautt, Jesús Olalde y Carlos Ochoa lloraban, Joaquín del Olmo lamentó: "Pachuca anotó un gol increíble y nosotros no pudimos meter más, ni modo. Hay que seguir trabajando". El portero Oscar Dautt, más que ningún otro, tenía fijación por esa jugada: "nunca pensé que Silvani le fuera a pegar desde ahí, lo hizo y le salió. No queda más que rescatar lo positivo".

El presidente del club, Alejandro Rodríguez, manifestó: "El esfuerzo lo vamos a guardar para el próximo torneo para volver a hacer una gran final aquí en el Universitario. El club Tigres siempre va a estar dando satisfacción a su afición, siempre tratará de mejorar en todos los aspectos. La gente es preciosa, se merece todo. Si no hubiera gente tan hermosa como esta, no habría futbol". Se enojó ante la pregunta de si podrían ser "el ya merito". "Aquí no hay ya merito; hay trabajo", acotó.

Por su parte, Javier Saavedra consideró que el 2-0 del primer duelo fue definitivo y ya no se pudieron reponer. "Nosotros jugamos con ganas, pero aparte de eso se necesitan goles y ellos lo hicieron, aunque fuera fortuito y al contragolpe", señaló.