Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 17 de diciembre de 2001
- -








Espectáculos
06an1esp Coma, beba y sea precavidoŤ

Es temporada de divertirse... y pagar las consecuencias al día siguiente. He aquí algunos consejos para evitar la cruda

Clare Dwyer Hogg

La temporada navideña significa una o varias fiestas, lo cual invariablemente implica ingerir alcohol. No muchos de nosotros, si somos sinceros, pensaremos pasar la temporada sin alcohol, pero, ¿significa esto que debamos acabar apabullados por cegadores dolores de cabeza o visión empañada? No nos resignemos a sufrir las miserias de la secuela alcohólica: hay formas de limitar el daño.

Informes del gobierno británico divulgados esta semana indican que el consumo de alcohol, tan sólo en el caso de las mujeres, se incrementará en 30 por ciento entre 1999 y 2004, y si bien las autoridades de salud replantean sus estrategias al respecto, la proximidad de las fiestas navideñas indica que los fiesteros tendrán que aplicar algunas estrategias propias.

empire stateIan Marber, cofundador de la clínica de nutrición El Médico de la Comida, en Londres, basa sus consejos sobre el alcohol en la suposición de que las personas sin duda se excederán. "No hablamos de dos vasos de vino", admite, "así que al abordar este asunto hay que ubicarnos en el mundo real."

Vivir en el mundo real, por lo tanto, significa hacer el sufrimiento matutino menos horrible de lo que es. Y si de eso se trata, más vale estar preparado. "No deje de comer algo antes de salir", señala Marber. Puede parecer una precaución obvia, pero, según indica, el fenómeno de las fiestas de oficina implica a menudo que las personas se van directo del trabajo a la reunión y acaban consumiendo gran cantidad de alcohol sin nada sustancial en el estómago para absorberlo.

Marber reconoce que cuando da consejos en temporadas como ésta abandona sus valores tradicionales normales a fin de lidiar simplemente con las consecuencias de la bebida. "Incluso comer una galletita salada con queso riccotta o algo así puede significar una gran diferencia más tarde", indica. También recomienda tomar un suplemento de vitamina B antes de salir.

Más tarde, ya en casa, cuando la fiesta terminó y el cansancio empieza a sentirse, ¿qué deben hacer los bebedores para mantener feliz su organismo? Marber sugiere tomar azúcar. "Aunque en general no soy fanático de ella, definitivamente recomiendo, al llegar a casa después de una gran noche, tomar un vaso de jugo diluido y tener uno junto a la cama."

Es importante procurar que se restablezcan los niveles de glucosa en el torrente sanguíneo, porque con el alcohol la sangre absorbe gran cantidad de carbohidratos simples. Al bajar los niveles de glucosa, el cuerpo libera adrenalina para contrarrestarla; por desgracia, es probable que este proceso se desate mientras uno duerme la mona y entonces pase de la inconsciencia a un súbito despertar en el que el corazón late con fuerza y quedan muchas horas para repasar las diabluras de la noche anterior.

Por supuesto, lo más probable es que la mayoría de bebedores se olviden de comer o tomar sus suplementos antes de entrarle a los cocteles. En tal caso, es poco probable que se tenga tiempo o presencia de ánimo para salir a tomar un rápido remedio de hierbas; entonces hay que recurrir al más simple de los remedios: el agua. Penny Povey, jefa de herbolaria de la Farmacia Cura Urbana, enfatiza la importancia de ésta, la más natural de las sustancias. Sugiere que los bebedores tomen un vaso de agua por cada copa, aunque acepta que la mayoría de la gente no sigue ese curso de acción. "Es difícil, así que si no se puede, hay que tratar de tomar al menos tres vasos de agua durante la noche", señala.

Si la fiesta se prolonga mucho ?digamos de 6 de la tarde a 2 de la mañana? nos espera una larga deshidratación, la cual es, según Povey, la causa principal de los malestares matutinos. Pero si uno, atrapado en el frenesí de la fiesta, olvida tomar agua, quedan algunos remedios de último minuto. "Las bebidas de la noche significan que el organismo ha perdido electrolitos esenciales, por lo que antes de dormir hay que tomar leche o Lucozade para remplazarlos." Para los que prefieren preparados con nombre de medicina, Povey recomienda preguntar en la farmacia por algún reconstituyente que contenga potasio y otros electrolitos. "Hay que tomar uno antes de dormir, para poner en marcha el proceso, y otro al despertar." Es de esperarse que la náusea haya comenzado a disiparse para la hora en que uno abra los ojos llenos de legañas al día siguiente.

Si de todos modos llegan los primeros espasmos de náusea al recibir la fría luz de la mañana, no queda mucho que hacer, pero no hay por qué estar deprimidos además de crudos: un té de menta o jengibre ayuda a calmar el malestar, y no olvidemos el desayuno. Eso sí, dejemos a un lado las tradiciones y apartémonos de los desayunos fritos aun si el cuerpo clama por carbohidratos. "Nada de cosas fritas. No queremos un desayuno grasoso porque el cuerpo ya de por sí sufre el ataque del alcohol de la noche", señala Povey.

No por ello hay que limitarse a masticar una galleta seca y tomar jugo de zanahoria. "Unos huevos revueltos sin grasa y un jugo de naranja, por el contenido de azúcar", sugiere la dietista. "Proteína y carbohidratos arreglan las cosas." Un consejo que los que sufren sabrán apreciar.

Pero el mejor consejo es el que no querrían oír. El ejercicio, anatema para el crudo, es uno de los mejores remedios. Los jugos linfáticos que corren por los vasos sanguíneos se retardan al acumularse las toxinas, lo cual contribuye a la sensación difusa que sigue a una noche de juerga. Con el ejercicio los jugos linfáticos se ponen en acción, lo cual nos ayuda a librarnos de toxinas. Incluso tomar aire fresco durante 30 minutos da buenos resultados, señala Povey. Puede que esto resulte demasiado para el bebedor decembrino contumaz, para quien el clásico Alka-Seltzer y el sofá parecen la mejor opción, pero si uno cae con demasiada facilidad en esta categoría, quizá valdría la pena cambiar un poco de hábitos.

Por desgracia, la regla es que no hay una cura rápida para la cruda. Tal vez un poco de previsión pueda reducir las dolorosas secuelas de la juerga este año. Si no, la prudencia que viene con el recuerdo de los males pasados puede ayudarnos en los festejos del año próximo.

Traducción: Jorge Anaya
©Copyright: ŤThe Independent

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año

. DisplayAds ("nota_espectaculos.html", "TopLeft,TopRight,Top1,Top2,Top3,x01,x02,x03,x04,x05,x06,x07,x08,BottomLeft,Bottom1,Bottom2,Bottom3,BottomRight!Bottom1"); . . .
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Francisco Petrarca 118 Col. Chapultepec Morales
delegación Miguel Hidalgo México D.F. C.P. 11570
Teléfono (525) 262-43-00, FAX (525) 262-43-56 y 262-43-54
La Jornada Virtual
Coordinación de Publicidad
Lic. Carlos Mendez Orozco
Lago Estefania #31, 2do Piso, Col. Granada, C.P. 11520, México DF
Tel. 55.31.98.63 y 55.31.97.81