Prevé el Conacyt que en 2006 la IP participe con 40% del gasto nacional en ciencia y tecnología

Ť Histórico, que el Congreso aprobara estímulos para empresas que inviertan en el rubro

CAROLINA GOMEZ MENA

En la actualidad la iniciativa privada participa con 24 por ciento del gasto nacional en ciencia y tecnología, pero gracias a la aprobación ?por parte del Congreso de la Unión? de un estímulo fiscal para las empresas que canalicen recursos al rubro, se espera que para 2006 éste llegue a 40 por ciento, señaló Jaime Parada Avila, director general del Conacyt.

En entrevista, tras calificar la medida de histórica, Parada Avila refirió que aproximadamente "300 empresas han mostrado interés por registrar proyectos de desarrollo de productos y procesos", para así gozar del incentivo.

Las reglas de operación para ser acreedor de este estímulo fiscal ya fueron publicadas y las empresas tendrán acceso a éste si registran sus proyectos antes del 31 de este mes, con el fin de que a principios de 2002 comiencen a disfrutar del beneficio.

Pese a que -según cálculos- hay en el país alrededor de 2.8 millones de empresas, por lo que las 300 ni siquiera representan 0.01 por ciento del total, Jaime Parada confió en que la mayoría de los empresarios nacionales entenderán que "solamente a partir del desarrollo de productos de mayor valor agregado, a través del conocimiento científico y tecnológico, se triunfa en los mercados".

Y es que la inversión privada en ciencia y tecnología en México observa un bajo nivel de participación, no sólo en comparación con los países desarrollados, sino también en relación con las naciones cuya posición de despegue económico fue semejante algunos años atrás.

Las cifras de la inversión

Así, mientras que en nuestro país el porcentaje de inversión del sector privado en investigación y desarrollo experimental (IDE) es de 24 por ciento, en naciones como Brasil es de 40; en España de 50 y en Corea de 73, mientras que en Estados Unidos alcanza 66.

No obstante, durante los últimos 20 años la inversión -en el país- de la iniciativa privada en ciencia y tecnología ha ascendido a una tasa media (entre 1980 y 1999) de crecimiento anual de 13.3 por ciento, pero en naciones como Brasil, en ese mismo lapso, el promedio fue de 15.9, mientras que en Corea fue de 18.3.

Mientras que las empresas privadas de México invirtieron en el rubro 45 millones de dólares (corrientes) en 1980, 10 años después 60 millones y a fines del siglo pasado 483 millones de dólares, en Corea se pasó de 303 en 1980 a 3 mil 769 en 1990, y 7 mil 317 millones de dólares en 1999.

La competitividad empresarial depende de otros factores, entre ellos el esfuerzo en la investigación. En este rubro, aunque México cuenta con más de 25 mil personas dedicadas a actividades de IDE, sólo 19 por ciento labora o tiene alguna relación con el sector productivo, situación que contrasta con lo que ocurre en España, donde es de 26 por ciento, en Canadá de 56, en Corea de 68 y en Estados Unidos de 81.

Según el Consjo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), las grandes empresas privadas mexicanas -como las del vidrio, cemento, comercio, alimentos, autopartes y conglomerados, entre otras-, aunque cuentan con la opción de comprar tecnología "licenciándola de cualquier proveedor externo", deben "contar con grupos de investigadores y tecnólogos que les permitan tomar las mejores decisiones para evaluar, adquirir, asimilar, desagregar y desarrollar tecnologías".

Asimismo Parada Avila manifestó que de existir recursos adicionales, vía la reforma fiscal, las prioridades del presupuesto deben ser, además de salud y educación, la inversión en ciencia y tecnología.

Este año el Conacyt recibió 3 mil 500 millones de pesos, y se espera que para 2002 se podrá contar con aproximadamente 6 mil millones de pesos más.