Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 9 de enero de 2002
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Cultura
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Ť El escritor Mario Bellatin habla de su nueva obra

La escuela del dolor humano... es novela y pieza de teatro

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

A La escuela del dolor humano de Sechuán no es posible enmarcarla en una sola definición: es novela, obra de teatro, crítica social, en la que su autor, el escritor mexicano Mario Bellatin, exige de los lectores/espectadores ''que se dejen llevar como en una montaña rusa, que no traten de buscar símbolos antes de tiempo".

Publicado por Tusquets, el libro está integrado por 28 pequeños textos o piezas teatrales que dan la apariencia de ser independientes. Al terminar la lectura es claro que forman una unidad.

Bellatin (1960) explica que su intención ''no era hacer un texto teatral. Quería dejarlo en esa dualidad o doble juego de que sea una novela y que al mismo tiempo sea posible adaptarse al teatro.

''Dejé que los personajes, las historias, tomaran caminos propios, no en el sentido tradicional de que los personajes tienen vida, sino que el texto genera un nuevo texto y así se fueron juntando las historias."

Se trata, dice, de que cuando las personas vean La escuela del dolor... en teatro tengan la sensación de haber visto 28 piezas distintas en las dos o dos horas y media que duraría la puesta en escena, en la que los actores, antes de su representación, dan una breve explicación de lo que habrá en el escenario.

Para quien dirija la obra teatral la demanda es que, con pocos recursos, logre en el público la sensación de que asistió a 28 representaciones diferentes, mientras para el lector la exigencia es que ''forme parte del proceso creativo, que no sea pasivo, que también intervenga su retórica, que es lo que suelen hacer a un lado muchos escritores".

Una de las interpretaciones de este libro es que el autor juega con su lector; sin embargo Mario Bellatin señala que ''no se trata de un juego porque esa palabra ya está muy cargada. Puedo decir lo que no es La escuela: no es una lectura sociológica, histórica, cerrada, con un mensaje determinado. Lo que doy es una obra con apariencia de neutralidad", y la acción ocurre en un tiempo y espacios no establecidos, ''lo que me da más libertad porque es el espacio que no es ni mentira ni verdad, ni ficción ni realidad, y ahí está el sistema de escritura que me interesa".

Sospechosa idea de totalidad

La idea del libro, añade Bellatin, es que el lector se distancie lo suficiente para que el texto sea artefacto de ficción: ''No creo que ningún lector vaya a tomar el texto para sufrir con uno u otro personaje. Mi interés no es provocar este tipo de situaciones; al contrario, dar dos pasos atrás y ver las posibilidades del 'teatrillo étnico de Sechuán'".

Este tipo de teatro se representa ''con cierta regularidad" en algunas regiones de China central y fue descubierto por casualidad por el pedagogo Lin Pao, aclara Bellatin al final del libro, y agrega:

''Se trata de prolongadas performances constituidas por una serie de pequeñas piezas (...) Sólo al final estos fragmentos -cada uno lleva un título diferente- se insertan al conjunto dando una sospechosa idea de totalidad. Por una extraña razón, cuando este fenómeno ocurre, el público entra en un estado catártico bastante particular. Por tal motivo esta forma teatral es una manifestación controlada por las autoridades."

Además de novela y obra de teatro La escuela del dolor humano de Sechuán deja entrever para los entendidos una fuerte crítica al régimen chino, ya que uno de los relatos centrales es acerca del asesinato de niños en un lugar en el que no puede haber más hijos que el primogénito. Pero esa, dice Bellatin, es sólo una de las lecturas posibles de su libro.

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