Viernes 11 de enero de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
Entrepanes

El gran pedo

n Alejandra Fonseca

"Tía, ¿cómo te vuelves homosexual?" me preguntó mi sobrino de 9 años con quien caminaba por el campo un día. "¿Por qué preguntas, mi amor?" contesté. "Es que los papás de un amigo mío se están divorciando y su mamá dice que su papá se volvió puto. ¿Te puedes volver puto así nada más?" Al ver en sus lindos ojos café la enorme sombra de temor y angustia, pensé: "¿Qué responderle? Esto está más allá de la discusión seria y científica de cómo sucede la homosexualidad." Para ser honesta, no había pensado con detenimiento y seriedad en los niños y niñas de nuestra sociedad que, de alguna manera, están en contacto, por un lado con personas de preferencia homosexual, y por el otro, con jóvenes y adultos que no sabemos qué tipo de información emitan al respecto.
-No, mi vida, no te vuelves puto así nada más. ¿Piensas que te puedes volver puto?
-¡¡No séeee!!, es que en mi escuela hay dos niños que parecen puñales. Nos andan espiando en los baños y por eso no me gusta ir a hacer chis. Y aunque les digo a mis amigos que cuiden la entrada, los ves que se meten a otros baños y te espían por arriba... y ya le dije a esos mariquitas que les voy a romper toda su madre.
-¿Piensas que lo puñal se contagia?
-Me da miedo porque así como el papá de mi amigo se volvió puto, a lo mejor fue porque un puñal le tocó su mano por accidente...
-¿Entonces crees que tus compañeros de la escuela que son puñales, si te tocan la mano por accidente, te vas a convertir en puto como le pasó al papá de tu amigo?
-Yo no sé si mis compañeros son puñales deadeveras. Dije: Parecen...
-¿Pero te da miedo que cuando no sabes si alguien es puñal deadeveras y en la escuela le pasas un lápiz o pluma, una goma o colores, o que en la calle te topes con uno y por accidente te toque la mano, el hombro o el pie, o que te vea y te espíe en el baño, eso te vuelva puto...? ¿Es lo que te da miedo?
-No séeeee... -dijo con enorme ansiedad y casi agonía.
Lo abracé y caí en la cuenta de que esto era algo que no había imaginado. El gran pedo era mi respuesta. Ordené mis ideas y categórica continué el diálogo:
-No te vuelves puto, lo puñal no se contagia, no se pega porque no es una infección ni enfermedad. Si alguien parece o es puto, si te da la mano para saludarte o te toca el hombro o el pie por accidente, no te pega lo puñal. A los hombres que les gustan los hombres lo sienten desde dentro y lo saben. A lo mejor al papá de tu amigo le gustaban los hombres desde niño y lo sabía, pero no lo podía decir porque su familia, sus amigos y mucha gente le dijeron que eso es lo peor del mundo, y para él no era lo peor del mundo, pero vivió engañándose solo y a la gente que quiere.., hasta que lo cacharon.
"Por eso tienes que aprender a respetar a los niños que crees que son puñales. Respetar significa que sabes que hay niños que les gustan los niños, que ahí están, que no los ofendes ni te burlas de ellos, pero que tampoco tienes que llevarte o jugar con ellos o dejar que te espíen o te toquen en el baño y a propósito, de manera que no es accidental. Tienes que saber que hay puñales que engañan, a veces para estar cerca de hombres que no son como ellos, y a veces para que los demás no se den cuenta que son putos, como le pasó al papá de tu amigo. Tú tienes que saber en tu corazón que tú no eres puñal y que nadie te puede convertir en puto. Pero debes protegerte de quien engaña, de los niños, jóvenes y adultos hombres que les gusta estar cerca de otros hombres que no son como ellos y hacen cosas raras como espiarlos y tocarlos a propósito. Ahí sí saca tu mejor defensa. Con tus compañeros de escuela diles que tú no vas a permitir que te ofendan, ¡porque eso es una ofensa y tú no los ofendes!, y si no entienden, entonces sí les rompes toda su madre y yo te ayudo. ıse es el gran pedo de los puñales: por un lado tienes que aprender a identificarlos para protegerte y defenderte de cuando engañan; por el otro lado, tienes que aprender a respetarlos cuando ellos lo saben y lo aceptan.