Enrique Calderón A.

El DF y sus consultas

1. Ante las críticas y las dudas respecto al proyecto anunciado recientemente por el jefe de Gobierno del DF, Andrés Manuel López Obrador, de construir un segundo piso para algunas vías rápidas del Distrito Federal, él mismo ha planteado y decidido realizar una consulta sobre el tema y sujetar la decisión final a la opinión popular.

Considero la medida no sólo correcta sino estrictamente necesaria. Muestra de congruencia en el Gobierno del DF, pues no sería conveniente ni sano iniciar un proyecto tan costoso y controversial sin consultar a la gente, cuando se ha hecho así en relación al horario de verano y al incremento reciente en las tarifas del transporte público. Considero también que se trata de una medida ejemplar, en cuanto que marca una pauta que la gente, el pueblo mismo, empezará a exigir a otros gobernantes.

Sin embargo, la instrumentación de la consulta adolece de una falla que debiera ser corregida en este caso: el tema es complejo y no se ha discutido suficientemente, por lo cual se corre el riesgo de que la gente opine al respecto sin mayor conocimiento de causa, y que la decisión que se tome se sustente más en el entusiasmo que en la razón. Creo que un foro público en el que se discutan ampliamente los pros y los contras del proyecto, utilizando algún medio de comunicación masiva de alta penetración para su difusión, permitiría que la gente decidiera con bases más sólidas, sin que la posible realización del proyecto sufra un retraso grave.

Como no sé si esto pueda hacerse, considero necesario indicar cuál es mi posición. Para mí el proyecto del segundo piso no debiera realizarse, porque sus beneficios serán reducidos, y anulados a corto plazo, mientras el monto de la inversión será considerable y repercutirá en la desatención de otros problemas; asimismo, porque se trata de una medida que incentiva el uso y la compra de más automóviles. Estoy convencido de que el problema del transporte en la ciudad de México y en las demás ciudades del país sólo podrá resolverse a través del transporte público y de otras formas de transporte más eficientes y menos agresivas para el medio ambiente, como podría ser la bicicleta.

2. Un día de esta semana, un anuncio espectacular tan grande como horroroso cayó de bruces sobre Insurgentes, cortando la circulación en la avenida más importante de la ciudad por varias horas. El incidente me hizo recordar la campaña iniciada por el Gobierno de la ciudad para retirar todos esos adefesios, cuya finalidad exclusiva es que un grupo de vivales imponga a los habitantes de la ciudad su visión del mundo, la cual se reduce a la existencia de algunos brandys, calzoncillos, brasieres, películas y tiendas comerciales, y de paso hacerse de un buen monto de dinero, por concepto de "publicidad".

Mi impresión es que las buenas intenciones del gobierno se han estrellado con la serie de reglamentos e instancias judiciales, establecidas para beneficio de intereses particulares contrarios a la sociedad. Por ello creo que en este tema una consulta ciudadana es indispensable para hacer ver a los legisladores locales cuál es la opinión y la demanda de los habitantes de la ciudad, para que ellos legislen en consecuencia y el gobierno pueda concretar su proyecto. Ahora que si los ciudadanos aprobaran la presencia de los espectaculares, pues qué le hacemos, a fin de cuentas, estos son los riesgos de la democracia.