Las FARC y el enviado de ONU, optimistas en salvar el proceso de pacificación en Colombia

Ť Critica ex ministro a Pastrana por excluir temas básicos para el país en el ultimátum a la guerrilla

AFP, DPA Y REUTERS

Los Pozos, 11 de enero. Representantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el enviado de Naciones Unidas, James Lemoyne, concluyeron hoy una primera ronda de pláticas y acordaron continuarlas este sábado, con declaraciones de ambas partes de optimismo para salvar el proceso de paz.

El plazo de 48 horas dado la víspera por el presidente Andrés Pastrana para reactivar el diálogo con la mayor insurgencia del país, que vence este sábado a las 21:30 de la noche, fue considerado en forma encontrada, ya que para algunos sectores políticos por fin el gobierno tomó la "sartén por el mango", mientras que otros criticaron que el mandatario haya privilegiado los controles militares en vez del cese al fuego y de las hostilidades.

"Hemos pasado la tarde aquí dialogando sobre una solución posible a la crisis actual del proceso de paz y formas de reforzar la búsqueda de un cese al fuego en el país. Siento que ha sido una sesión positiva que aún no ha terminado" y que continuará el sábado, de común acuerdo, señaló el estadunidense Lemoyne.

Para las FARC se trató de una jornada "valiosa y constructiva" de cuatro horas. Señaló que decidieron continuar las pláticas "con la seguridad de encontrar fórmulas que nos permitan salvar el difícil momento que enfrenta el proceso", acorde con un comunicado firmado por los comandantes rebeldes Raúl Reyes, Joaquín Gómez, Carlos Antonio Lozada, Simón Trinidad y Andrés París.

París había anticipado que esperaban a Lemoyne con objeto de destrabar el proceso, luego de que la noche del jueves el presidente Pastrana autorizó al representante de la ONU a acudir a la zona de distensión a hablar con la insurgencia, a la que dio un ultimátum de 48 horas para aceptar la reactivación de las negociaciones de paz.

Lemoyne puntualizó que se discutieron varias propuestas del gobierno, de la misma guerrilla y de otros sectores de la sociedad colombiana, y que ahora se aprestaba a comunicarse con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, así como con el gobierno de Pastrana y con los países facilitadores del proceso para intercambiar ideas.

El enviado del organismo mundial, quien dijo que pasaría la noche en Los Pozos, para continuar el sábado muy temprano las pláticas con las FARC, había llegado a la zona de distensión esta mañana para salvar el proceso. No obstante, admitió que el plazo dado por el presidente era "corto" pero que aún así era optimista porque veía voluntad de paz. Con todo, advirtió, "no hay fórmulas salvadoras".

En su comunicado, las FARC señalaron que "valoran altamente la preocupación expresada por la comunidad internacional acerca de los diálogos y, muy especialmente el esfuerzo realizado" por Lemoyne, en nombre de Kofi Annan.

La acción facilitadora de la ONU, empujada además por la Comunidad Europea y el grupo de los llamados países amigos ?entre latinoamericanos y euro-peos?, se da en momentos en que las FARC y el gobierno de Pastrana enfrentaron discrepancias sobre los controles militares en torno a la zona de distensión, que el gobierno quiere mantener y la guerrilla rechaza o pretende que se limiten.

El ejército, en alerta máxima

En ese marco, el ejército se mantiene en máxima alerta, con preparativos para un eventual operativo para recuperar la zona de distensión de 42 mil kilómetros cuadrados, en caso de que la ONU no logre reactivar el diálogo en sus pláticas con la insurgencia.

El ex ministro de Defensa, general Rafael Samudio, criticó que el presidente Pastrana haya supeditado en su ultimátum el tema del cese al fuego y de las hostilidades en las negociaciones de paz con las FARC, a un aspecto menos trascedente como los controles militares en la zona desmilitarizada.

Señaló que Pastrana ni siquiera mencionó tales puntos tan importantes para la paz, y consideró que eso era algo que más bien le permitirá a las FARC ganar tiempo y espacio, ya que al final la guerrilla terminará aceptando los controles. Pero, insistió, la clave es definir un plazo para el cese al fuego y las hostilidades.

Para otro ex ministro de Defensa, Rafael Pardo, el gobierno colombiano está "por primera vez" a la ofensiva en el proceso de paz que inició hace tres años con la insurgencia, al darle un ultimátum de 48 horas para que decida si continúan las negociaciones. "Por primera vez el gobierno tiene la sartén por el mango porque ayer el presidente retomó totalmente la iniciativa...", consideró.

Los grupos paramilitares de ultraderecha interpretaron que las FARC apostaron a la debilidad del presidente pero fallaron, ya que buscaban dilatar el proceso hasta el 7 de agosto cuando termina su mandato para "asumir el papel de enterrador del propio gobierno". Añadió que paradójicamente ahora es cuando podrían comenzar a darse los primeros pasos, ya que los paramilitares nunca vieron que la guerrilla disminuyera sus acciones y que por eso ellos mantenían su política de crecimiento militar.

En tanto, delegados del gobierno colombiano y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se reunían este día en La Habana, junto con otros sectores políticos de su país, para examinar propuestas de cese al fuego y de las hostilidades.

La Comisión Europea hizo saber que el desbloqueo de una ayuda de unos 9 millones de dólares a Colombia para este año en apoyo al proceso de paz depende de la reanudación del diálogo. Un vocero aclaró que la ayuda no se congela, sino que si no se reanuda el diálogo simplemente no se comienza a entregar el dinero.

Al tiempo que el presidente cubano Fidel Castro seguía con "detenimiento" la evolución de la crisis de paz en Colombia, el venezolano Hugo Chávez criticó el ultimátum de Pastrana por considerarlo algo "dramático".