Ť Además de diciembre pasado, Don Neto fue absuelto en 1990 por delitos contra la salud

Ernesto Fonseca y su segunda victoria legal

JESUS ARANDA Y GUSTAVO CASTILLO

Ernesto Rafael Fonseca Carrillo, mejor conocido como Don Neto, fue absuelto el pasado 14 de diciembre por el cargo de delitos contra la salud en diversas modalidades, además, una magistrada federal ordenó que le fueran devueltos bienes y cuentas bancarias que superan los 33 millones de pesos.

Aunque en el expediente constan declaraciones ministeriales que lo asocian con Rafael Caro Quintero en la siembra de mariguana entre 1982 y 1983, la juzgadora consideró que esos delitos "no son la materia de la acusación en la causa penal que se revisa".

Este y otros elementos que le habían servido a un juez de distrito y a un tribunal colegiado de circuito para imponerle a Don Neto una sentencia de 11 años seis meses de prisión, multa de 750 mil pesos y el decomiso de bienes y cuentas bancarias en 1999, fueron desestimados por la magistrada del primer tribunal unitario del primer circuito, Irma Rivero Ortiz de Alcántara, quien consideró que "de los elementos probatorios que existen en el sumario (expediente) no se desprende dato alguno que permita determinar, ni siquiera de manera incidiaria, la participación de Fonseca Carrillo en las actividades ilícitas".

De acuerdo con el expediente de la causa -en poder de La Jornada-, el propio narcotraficante Rafael Caro Quintero declaró el 7 de abril de 1995 ante el Ministerio Público federal que en 1982 y 1983 se asoció con Ernesto Rafael Fonseca Carrillo y Juan Esparragoza, El Azul, para sembrar mariguana en La Ciénega y Los Llanos en el estado de Sonora, y que a través de su hermano, José Luis, contrató la compra de los ranchos El Búfalo, El Vaquero y Pocitos, en los cuales se sembró mariguana.

No obstante, la juzgadora consideró que en el caso concreto de los tres últimos ranchos no había evidencia que demostrara la participación de Fonseca Carrillo en los hechos.

Tampoco fueron válidas las declaraciones de Javier Cordero Stauffer, quien dijo que conoció en 1983 a Rafael Caro Quintero, mismo que después le presentó a Ernesto Fonseca Carrillo, con quienes se conformó sociedades anónimas ilícitas y negocios de cultivo, siembra, cosecha, transportación, tráfico y venta de la hierba.

Al respecto, la magistrada estableció en su sentencia que "de esa declaración tampoco se deriva imputación alguna que permita deducir la participación de Ernesto Fonseca Carrillo en los hechos, los cuales ocurrieron en 1994".

La declaración ministerial de Sara Cristina Cossío Martínez -según fuentes oficiales, sobrina del ex gobernador de Jalisco Guillermo Cossío Vidaurri- tampoco fue considerada como válida, a pesar de que declaró que en 1984 tuvo conocimiento directo de que Caro Quintero -quien era su amante- tenía negocios de venta, siembra, cultivo, tráfico y transportación de mariguana con Fonseca Carrillo y El Azul.

Tampoco fueron tomadas en cuenta las declaraciones de los 200 trabajadores del rancho El Búfalo, que aceptaron haber sido contratados para sembrar mariguana, misma que posteriormente se distribuyó en territorio mexicano e incluso en Estados Unidos.

Aquí, la sentencia señala que dichas declaraciones revelan "falta de fundamentación y motivación", pues no se establece cuál fue la participación de Fonseca en cada una de las declaraciones de los trabajadores, como tampoco se cita "bajo qué preceptos legales fueron valoradas y cuál es el hecho que los citados testificantes conocieron por sus propios sentidos".

La misma carencia de "fundamentación" ocurrió con las imputaciones de Cordero Stauffer, quien sí señaló directamente al acusado de realizar actividades de narcotráfico.

Al respecto, la magistrada unitaria consideró válidos los careos que sostuvieron en su momento Fonseca Carrillo y Caro Quintero, quienes en forma reiterada negaron ser socios en actividades ilícitas relacionadas con delitos contra la salud, aunque aceptaron conocerse desde niños.

Cabe señalar que en su declaración preparatoria el 15 de abril de 1995, Fonseca Carrillo aseguró que cuando fue detenido, con motivo de la ubicación de El Búfalo, lo mantuvieron incomunicado ocho días antes de su consignación penal, donde "fue tratado muy mal"..., que los dientes del frente se los quitaron con unas pinzas mecánicas -presuntamente por los agentes que lo capturaron-, que fue amenazado obligándolo a reconocer su responsabilidad bajo amenaza de tomarla contra su familia.

La decisión a favor de Fonseca Carrillo se enmarca en la serie de procesos penales que enfrenta desde su estancia en el penal de máxima seguridad de La Palma, en Almoloya, ubicado en el estado de México.

Independientemente de la sentencia a su favor, el acusado enfrenta otros procesos ante el juzgado primero de distrito en materia penal en Jalisco, acusado de delitos contra la salud e introducción al país de armas de fuego, acopio de armas, portación de armas de fuego exclusivas del Ejército y asociación delictuosa.

Además está a disposición del juzgado cuarto de distrito en materia penal con sede en Jalisco por los delitos de privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro, homicidio calificado, contra la salud, posesión y tráfico de cocaína, portación de arma prohibida y acopio de armas.

No es la primera vez que Don Neto se ve favorecido en contra de acusaciones por narcotráfico, pues en 1990 el tercer tribunal unitario del tercer circuito con sede en Jalisco lo absolvió de delitos contra la salud en su modalidad de venta de mariguana, compra y venta de cocaína.

Concretamente en la siembra de mariguana en los ranchos El Búfalo y Coyame, ubicados en Chihuahua, en los que en 1994 fueron decomisadas más de 3 mil 784 toneladas de la droga.