Viernes 18 de enero de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
Derrame petrolero: investigación a fondo
(Viene de la 1)
El incidente resulta grave por las pérdidas económicas que Pemex sufrirá, por el daño que se provocó a tierras agrícolas y la posible afectación que habrá a mantos freáticos superficiales, sin mencionar otros estragos colaterales al hecho.
Primero, es necesario apuntar que este suceso es de mayor magnitud que el derrame de gasolina acontecido hace unos meses en la colonia Del Valle de la capital del país; sin embargo, por el centralismo que priva en nuestra nación, los medios de comunicación radicados en el Distrito Federal no dimensionaron en su justa medida la fuga de Acatzingo.
También es importante recordar la pretensión que ha habido de distintos gobiernos federales, incluido el actual, de permitir la entrada de capital privado, preferentemente si es extranjero, a Pemex, bajo el argumento de que no hay la suficiente inversión para aprovechar al máximo los recursos de la paraestatal. Cuando se privatizó Teléfonos de México y la banca nacional, se empezó por generar conflictos en los servicios que ambas entidades ofrecían con la intención de justificar su venta ante la opinión pública. La simultaneidad de lo ocurrido en Acatzingo y la colonia Del Valle hace pensar en una estrategia similar.
En caso de que el incidente se haya provocado por un problema técnico, evidenciaría la falta de mantenimiento que hay en Pemex como resultado de la tendencia del gobierno federal de solventar su déficit en la cuenta pública con los recursos que se obtiene por el expendio de crudo.
Tampoco debe descartarse el supuesto de que el accidente se provocó por el robo de hidrocarburos que se perpetra a las redes de Pemex. Por todo esto, es obligada una investigación a fondo.