Ť Reconoce Powell que la persecución de Bin Laden podría durar una década

Inicia conferencia para reconstruir Afganistán

Ť Se estrella otro helicóptero estadunidense en suelo afgano; dos muertos y 5 heridos

AFP, REUTERS, DPA Y PL

Tokio, lunes 21 de enero. Delegados de más de 60 países y una veintena de organizaciones internacionales comenzaron este lunes aquí la Conferencia de Donantes para la Reconstrucción de Afganistán, país bombardeado por Estados Unidos tras los atentados de septiembre, atribuidos a Osama Bin Laden, y cuya captura podría extenderse al menos una década, según reconoció ayer el jefe de la diplomacia estadunidense Colin Powell.

No obstante, el secretario de Estado estadunidense aseguró que el multimillonario de origen saudita será capturado, si es que sigue con vida.

En declaraciones al canal de televisón Fox, el general retirado, considerado un héroe en su país por su participación en la Guerra del Golfo en 1991, aseveró que "las más recientes informaciones indican que no sabemos dónde se encuentra".

"Utilizaremos todos los recursos a nuestra disposición para encontrarlo y llevarlo ante la justicia", insistió Powell, quien calificó como "especulaciones" las afirmaciones de que el líder de la red Al Qaeda esté muerto, como declaró el presidente paquistaní Pervez Musharraf.

La Conferencia de Donantes para la Reconstrucción de Afganistán -el primer encuentro de este tipo a nivel ministerial- será el marco en el que las naciones más ricas anuncien en qué medida contribuirán a un vasto plan de reconstrucción de Afganistán, tras 20 años de guerra. "Tenemos necesidad de contribuciones firmes y generosas", declaró la copresidenta japonesa de la conferencia, Sadako Ogata, quien agregó: "necesitamos compromisos que se mantengan por varios años".

Durante el evento se decidirá la creación de un fondo especial para Afganistán, que será administrado por el Banco Mundial, el Banco Asiático de Desarrollo y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Cada país tiene previsto por su lado programas de ayuda bilaterales.

El jefe del PNUD, Mark Malloch Brown, estimó en mil 700 millones de dólares la ayuda necesaria en un año, en 5 mil millones en dos y en 10 mil millones en cinco años. Sin embargo, advirtió que espera compromisos "políticos" más que contables de partes de los donantes, incluidos los cuatro copresidentes de la conferencia: Japón, Estados Unidos, Arabia Saudita y la Unión Europea.

Hamid Karzai, jefe del gobierno interino de Afganistán, quien llegó a Japón el domingo, no dio cifras sobre las necesidades de su país, pero deseó poder partir con "las manos llenas" al término de la conferencia.

Japón anunció una ayuda de 500 millones de dólares en dos años; Gran Bretaña aportará más de 288 millones, escalonados en cinco años. Powell deberá anunciar la contribución de su país, y podría ser de 400 millones de dólares.

Por otra parte, un helicóptero militar de Estados Unidos se estrelló este domingo en el noroeste de Afganistán con saldo de dos infantes de marina muertos. Tom Bryant, portavoz de los marines en la base aérea de Bagram, dijo que el aparato hizo "un aterrizaje forzoso", al rededor de las 8 de la mañana local.

"Había siete marines a bordo del helicóptero, dos de ellos, perecieron, y cinco resultaron heridos", dijo Bryant a los periodistas en Bagram, y agregó que todos los marines fueron trasladados del lugar del accidente a una instalación estadunidense secreta en esa localidad afgana.

Bryant mencionó que las investigaciones continúan, pero es demasiado pronto para determinar la causa del percance. El militar estadunidense indicó que helicó ptero CH-53E formaba parte de un equipo de abastecimiento de dos aparatos.

Fuentes del Pentágono atribuyeron a problemas en el aterrizaje la caída del helicóptero y se negaron a dar a conocer los nombres de los fallecidos. Esta es la segunda vez que un helicóptero CH-53E , considerado el caballo de carga de la fuerza aérea estadunidense, se estrella en Afganistán.

Asimismo, en la segunda etapa de la guerra contra el terrorismo, este domingo llegaron al sur de Filipinas por lo menos 650 militares de Estados Unidos, para asesorar al ejército filipino en su lucha contra los extremistas musulmanes del grupo Abu Sayyaf, sospechosos de estar vinculados con la red Al Qaeda.