Ť Las UMAS sólo han favorecido la cacería ilegal, asegura la dependencia

Critica la Profepa acciones establecidas el sexenio pasado para conservar vida silvestre

Ť Identifica a Sonora, Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila como las zonas más críticas

ANGELICA ENCISO L.

Las Unidades de Manejo y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre (UMAS), impulsadas por la administración anterior, no han cumplido con la conservación y han favorecido la cacería ilegal, indica la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

Advierte que hay serias irregularidades en el manejo de las unidades y destaca como las zonas más críticas Sonora, Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, donde se localizan mil 877 de las 3 mil 800 que existen en todo el país, las cuales están relacionadas básicamente con la cacería del borrego cimarrón y del venado.

La Profepa sostiene que las UMAS "no han cumplido cabalmente con los objetivos de conservación de los recursos naturales ni han representado una alternativa viable para el desarrollo sustentable en el sector rural, tal como estaba previsto" con su establecimiento.

Las UMAS surgieron en 1997 y en ellas están integrados los viveros, jardines botánicos, zoológicos, criaderos y ranchos cinegéticos. Entre los tipos de aprovechamiento más comunes que se llevan a cabo en esas unidades están cacería deportiva, mascotas, ornato, alimento, insumos para la industria y la artesanía, exhibición, colecta, ecoturismo, investigación y educación ambiental.

La función de estas unidades es como centros productores de pies de cría; bancos de germoplasma para la conservación y reproducción de especies; labores de investigación; educación ambiental y capacitación, además de que también producen ejemplares, partes y derivados para ser incorporados a los diferentes circuitos del mercado legal, indica la Estrategia nacional para la vida silvestre del Instituto Nacional de Ecología (INE).

En un análisis de las áreas críticas de aprovechamiento de la vida silvestre, la dependencia indica que en Sonora la mayor problemática en cacería se debe a los aprovechamientos cinegéticos, sobre todo en especies de caza mayor como el borrego cimarrón, venado bura, venado cola blanca y pecarí, actividades en las que se presentan irregularidades por parte de organizaciones y prestadores de servicios.

En Coahuila sucede algo similar, pero las especies que se cazan, además del venado cola blanca y pecarí, son la paloma ala blanca, huilota y patos, en los que se presentan problemas similares a los de Sonora.

En Nuevo León el problema fundamental es por la falta de reglamento de la Ley General de Vida Silvestre, lo cual dificulta el acto de inspección en la captura, venta y traslado de aves, además de dificultades con el aprovechamiento de aves canoras y de ornato.

También en Tamaulipas se desaprovechan aves canoras y de ornato, además de que por la falta de reglamento de la citada ley se dificulta también la captura, venta y traslado de aves, así como el aprovechamiento cinegético, principalmente en venado cola blanca, pecarí, paloma ala blanca, huilota y patos. Este estado, con 750 UMAS, es el que tiene el mayor número de unidades.

En estas entidades, la Profepa ha buscado realizar una vigilancia periódica; llevar a cabo operativos especiales para combatir el caza ilegal de especies animales, e inspección a criadores, vendedores y transportadores para verificar la procedencia legal de los ejemplares.