Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Domingo 27 de enero de 2002

Espectáculos

Ť José Raúl Hellmer los recopiló hace 40 años

Lanzan disco con 19 temas de la tradición sonera veracruzana

MARIANA NORANDI ESPECIAL

La Colección Fonoteca del Instituto Nacional de Antropología e Historia acaba de lanzar su número 39 titulado A la trova más bonita de estos nobles cantadores... que contiene 19 temas de la tradición sonera veracruzana grabados hace más de 40 años, recopilados por el investigador estadunidense Joseph Roul Hellmer (1913-1971).

veracruz-musicos-jpgJosé Raúl -como lo llamaban en Veracruz- se topó un día, en un puesto de discos viejos de su natal Filadelfia, con un ejemplar que incluía el tradicional son jarocho llamado El siquisirí. Este disco lo trajo a tierras mexicanas para inmiscuirse y profundizar en las raíces musicales jarochas. Con una grabadora que pesaba más de 40 kilos a cuestas, Hellmer recorrió cantinas, fandangos y velorios registrando momentos que quedaron inmortalizados en sus cintas de carrete abierto. Hoy, varias décadas después, aquellas deterioradas grabaciones son recopiladas y restauradas digitalmente por la Fonoteca del INAH para ser divulgadas a través de este disco que representa un tesoro musical para la historia del son jarocho.

Los sones seleccionados en este compacto fueron grabados en diferentes localidades de la zona que antiguamente se llamaba Costa de Sotavento, la cual comprende la comarca tropical del centro y sur de Veracruz, las tierras bajas del norte de Oaxaca y el occidente de Tabasco. Sones de Alvarado, Tlacotlalpan o Boca del Río, grabados durante el periodo que abarca de finales de los años cincuenta hasta fines de la siguiente década, quedan plasmados en este disco como testimonio de la riqueza rítmica y poética que posee esta región. Arpistas, jaraneros, pregoneros, requinteros y muy diversos trovadores recrean con sus sones paisajes veracruzanos de tierra y mar, de voces y rostros de un pueblo vivo, cuya música forma parte de su identidad cultural, de su cotidianidad. Algunos de los intérpretes que aparecen en estas grabaciones han dejado huella con nombre y apellido, como los hermanos Rafael y Manuel Rosas, Rutilo Parroquín, Darío Yépez o Antonio García de León, mientras que otros quedan totalmente en el anonimato, añadiendo a su sustancial legado un aura de misterio y curiosidad.

Muchas de las canciones que aparecen tienen sus orígenes en los barrocos siglos XVII y XVIII, que con el paso del tiempo fueron absorbiendo influencias musicales de otras regiones, como del fandango español o del son cubano. En canciones como La rama o La morena podemos ver estos influjos. Otras en cambio permanecen fieles a su estirpe veracruzana.

Temas singulares en este álbum son El butaquito, que es la versión jarocha del Cielito lindo, o Los versos de la rama, canción navideña que solían cantar los niños de casa en casa, con una rama adornada, para pedir el aguinaldo. La arcaica versión que registró Hellmer pertenece a la cuenca del Papaloapan y un coro de niños acompaña al trovador.

Este trabajo discográfico posee un doble interés: por un lado, el arduo e inestimable trabajo de investigación que llevó a cabo J.R. Hellmer durante más de la mitad de su vida, al rescatar de la amnesia cultural este valioso legado musical, y por otro, el esfuerzo del INAH al restaurar estas cintas como aporte a la necesaria recuperación y valoración de la música tradicional mexicana.