Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 7 de febrero de 2002
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Espectáculos

Ť Podrán vestir ropa "moderna" que no incite a la relajación, señala la disposición

Prohíben bikinis y tangas a participantes en Carnaval de Mérida

LUIS A. BOFFIL GOMEZ CORRESPONSAL

Merida, 6 de febrero. Los festejos del carnaval de Mérida empezaron este miércoles, como hace 12 años: bajo la supuesta línea de respeto a la moral y las buenas costumbres.

En 1990, Ana Rosa Payán Cervera asumió por primera ocasión la alcaldía de Mérida y de allí dio inicio a una hegemonía del blanquiazul en la capital yucateca de cinco administraciones consecutivas.

Ahora, Payán Cervera repite una de sus polémicas decisiones: regresar los festejos del carnaval a un ambiente en el que prevalezca la moral como eje de la conducta ciudadana. Para ello, la comuna prohibió las tangas, bikinis y escasa ropa a las mujeres que participen en coreografías y en los desfiles en carros alegóricos.

Bajo la consigna de la edil y ex senadora, la presidenta del Comité Organizador del Carnaval, María Victoria Madáhuar Cámara, informó que las modelos y bailarinas participantes en los festejos, que durarán ocho días, podrán vestir ropa "moderna", pero que no incite a la provocación y a la relajación de las "buenas costumbres" de los meridanos y yucatecos en general.

La funcionaria añadió que las compañías patrocinadoras del carnaval están informadas sobre las disposiciones.

Reconoció que un poderoso consorcio cervecero se inconformó, pero que se está en pláticas para aclarar dudas y quejas. Las jóvenes que salen con tangas cambiarán su vestuario por ropas ligeras que, en otras palabras, significan licras, pantalones cortos y playeras que cubran torso y espalda, de acuerdo con la versión de la comuna meridana.

Cuando la alcaldesa Payán Cervera asumió funciones, el primero de julio de 1990, implantó una ley no escrita para preservar "la moral y las buenas" costumbres y evitar, en lo posible, el libertinaje de la ciudadanía. Prohibió los espectáculos "inmorales" en el carnaval y los trajes minúsculos de las bailarinas. Poco después de una década, la situación se repite bajo la orden del ayuntamiento meridano 2001-2004.

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