Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 10 de febrero de 2002
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Política

Podrían seguir en la inercia de la cultura de la corrupción, señala Bravo Mena

Refrenda la cúpula panista su recelo hacia colaboradores de Fox ajenos al blanquiazul

Algunos funcionarios públicos maniobran en demérito del partido, advierte Durante la presentación del código de ética el Presidente destaca la conveniencia de ''caminar juntos''

GEORGINA SALDIERNA Y JUAN MANUEL VENEGAS

La presentación del código de ética panista sirvió para que Luis Felipe Bravo Mena -en campaña por la relección al frente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Acción Nacional (PAN)- refrendara ante el presidente Vicente Fox Quesada el recelo que persiste en amplios sectores del partido hacia su administración, integrada -en su mayoría y en todos los niveles- por personas ajenas a los principios de ese instituto político.

''Es motivo de preocupación... la conducta de colaboradores que no siendo miembros del partido y, por lo tanto, sin aparente vínculo directo con nuestro código de ética, podrían seguir en la inercia de la vieja cultura de la corrupción y del abuso, causando severo daño a los gobiernos por los que el PAN, a final de cuentas, va a responder frente a los ciudadanos'', enfatizó el dirigente.

Y deslindó, desde ahora, responsabilidades. Advirtió que el PAN denunciará eventuales desviaciones, pues tiene evidencias de que ''desde la plataforma de gobierno de Acción Nacional, algunos funcionarios van en contra del sentido ético de la función pública, e incluso maniobran en demérito del partido''.

Esquivo al debate con la dirigencia, Vicente Fox insistió en la conveniencia de ''caminar juntos'', gobierno y partido; elogió al PAN por ''la libertad que tienen sus militantes para afiliarse, manifestarse y expresar de manera abierta sus ideas y sus preferencias'', y les pidió a sus correligionarios entender que ''somos depositarios del poder, no sus propietarios''.

Los llamó a promover una ''vinculación democrática'' que les permita ''combatir de frente la corrupción e imprimir al cambio el sello que la ciudadanía nos exige. De nosotros depende el futuro de la democracia (pues) somos responsables de la construcción de una vida pública más íntegra, responsable, ordenada y transparente''.

Orador ad hoc

Otro orador en el acto blanquiazul -ad hoc con el momento- fue el secretario de la Contraloría, Francisco Barrio Terrazas, quien demandó a los servidores surgidos del PAN mantenerse alertas, pues la integridad de la función pública ''puede verse amenazada de maneras muy diversas, que tienen que ver no sólo con la corrupción abierta y descarada, sino también y quizás más todavía, con un uso impropio del poder''.

Señaló que el gobierno de Vicente Fox está abierto al escrutinio público, pues la ciudadanía tiene todo el derecho de saber cómo aplicamos el poder y los recursos que se nos han confiado. ''Una administración corrupta o ineficiente, casi por definición, siempre deseará tapar sus miserias negando el acceso a la información'', apuntó.

Les pidió a los funcionarios emanados del PAN, ''altos estándares éticos en sus conductas", ya que si no lo hacen ''no tendrán autoridad moral para reprender a otros, cuando se salgan de la línea''.

Frialdad blanquiazul

 

Metidos de lleno en el proceso interno de renovación de su dirigencia nacional, polarizados los grupos de Carlos Medina Plascencia y el propio Bravo Mena, el acto en el que más de 3 mil funcionarios surgidos de las filas blanquiazules juraron su código de ética fue, sin embargo, extremadamente cuidado por los organizadores y los protagonistas de la contienda.

Contra la costumbre de los panistas de vitorear a sus líderes -hasta el desgañitamiento, a veces-, en esta ocasión callaron las voces. Y ninguna, šni una sola alusión hubo!, a las campañas en curso.

Fue evidente, sí, que Bravo Mena utilizó (Ricardo García Cervantes dixit) su puesto para jalar agua a su molino. Aprovechando su cargo -lo hicieron notar los medinistas- presentó una pieza de oratoria que, además de larga, fue ''un intento proselitista'' ante una concurrencia en la que destacaba la presencia de decenas defox_etica_pan04 consejeros nacionales que el próximo 9 de marzo habrán de votar entre su permanencia o su sustitución en el CEN.

Por ello, quizás, los aislados gritos que se escucharon pidiendo la aparición del ex gobernador interino de Guanajuato. ''šQueremos a Carlos Medina!'', se escuchó por ahí, como recordando la queja de los colaboradores del senador, en el sentido de que Bravo Mena utiliza su cargo y los recursos del partido para hacer su campaña.

Cúpula en pleno

Pero ni así se prendieron los panistas. Fríos en todo momento, si acaso manifestaron cierta calidez con Vicente Fox y su esposa, Marta Sahagún, a quien desde hoy habrá que contar entre los iconos de las mujeres panistas: tan requerida como el mandatario, las manos que se estiraron para saludarla y pedirle su autógrafo retrasaron casi una hora la salida de la comitiva presidencial del World Trade Center.

Estaba la cúpula en pleno. Pero ni el jefe Diego Fernández de Cevallos, ni Francisco Barrio, ni Felipe Calderón... ni los candidatos en campaña y mucho menos los secretarios de reciente militancia lograron entusiasmar.

Bravo Mena, en el presidium, esperaba la llegada de Fox para hacer valer su condición de dirigente nacional. Abajo, en los pasillos, Medina se placeaba y sus allegados no dejaban de presumir, a todo el que se acercaba, que los votos ''amarrados'' para el 9 de marzo ya superaron a los de su contendiente.

Más cautos, los bravomenistas prefirieron no hacer cuentas; para ellos, no hay nada definido y exactamente a un mes de la elección dijeron que tanto Bravo como Medina tienen apoyos sólidos. Para los medinistas, sobrados muchos de ellos, esa actitud es muestra del "nerviosismo" que priva en el equipo de enfrente.

Sin embargo, tan nerviosos no deben andar. Porque si se comparan los respaldos, tan sólo en el presidium fue claro que la balanza estaba en favor de Bravo Mena.

Secretarios de Estado como Pedro Cerisola, Josefina Vázquez Mota, Javier Usabiaga y María Teresa Herrera, que están en favor de Medina Plascencia, no votan ni pintan dentro del panismo. De los ahí presentes, sólo el contralor Francisco Barrio tiene voto y fuerza propia dentro de las filas partidistas.

El otro de los funcionarios federales con presencia, Santiago Creel, tiene claras sus preferencias por el actual dirigente, con quien también están los coordinadores de los grupos parlamentarios, Diego Fernández de Cevallos y Felipe Calderón -de reconocida influencia en el partido-, y los gobernadores de Querétaro, Jalisco y Baja California.

Para dar cuenta de cómo andan las cosas entre los mandones en el PAN y de que el triunfalismo medinista podría resultar un espejismo, el desaire con el que fueron tratados el vocero presidencial, Rodolfo Elizondo Torres, y el coordinador de la Oficina para la Innovación Gubernamental, Ramón Muñoz -ambos con tendencia medinista-, fue un ejemplo de que el orden en el partido lo impone el jefe. Y él establece las preferencias.

Ninguno de los dos funcionarios tuvieron silla en el salón. Ya no digamos en el presidium, tampoco en las filas reservadas para los más renombrados militantes con cargo en el servicio público.

Molestos, salieron del lugar. Elizondo, de plano abandonó el edificio sin esperar siquiera los discursos. A Muñoz -el artífice de la idea de que el gobierno debe estar compuesto por ''gente con capacidad y calidad'', venga de donde venga- ningún panista de abolengo se le acercó.

Y así, solo, se quedó afuera del salón, esperando a que llegara Fox.

Marcaje a los funcionarios que no son del partido, pero viven de él...

En su discurso, Bravo Mena aseguró que el código de ética que ayer protestaron los funcionarios panistas es ''expresión y consecuencia'' de la doctrina política del PAN y se funda en sus lineamientos esenciales: respeto a la dignidad de la persona, la consecución del bien común, la preeminencia del interés nacional, la solidaridad, la subsidiariedad y la democracia.

Con estos principios consideró que se ''redignifica la política'', y entre los dos aspectos que llamó a cuidar destacó el de los salarios de los funcionarios públicos y la conducta alejada de la prepotencia y la corrupción. De lo primero, acusó que las reglas imperantes ''son difusas'', por lo que no permiten establecer criterios certeros sobre un justo pago. ''En la mayoría de los estados de la República vivimos en tierra de nadie y hay casos en los que la situación es abiertamente ofensiva y despierta la indignación general de los ciudadanos y del partido.''

Propuso sueldos ''justos y transparentes'' e instó a los funcionarios a promover esa idea, con un llamado a las otras fuerzas políticas a sumarse a revisar las percepciones de los servidores públicos.

Luego, hizo énfasis en la ''preocupación'' que hay en el partido por la presencia de una gran cantidad de funcionarios ajenos a los principios del partido y que podrían ''seguir en la inercia de la vieja cultura de la corrupción y el abuso, causando severo daño a los gobiernos por los que el PAN, a final de cuentas, va a responder a los ciudadanos''.

Agregó que la directiva no ''eludirá este problema'', ni por sectarismo ni por egoísmo partidista, sino porque ''estamos en nuestro derecho de denunciar a aquellos funcionarios que, desde la plataforma de gobierno de Acción Nacional, van en contra del sentido ético de la función pública e incluso maniobran en demérito del PAN''.

El presidente Fox, por su parte, subrayó que su gobierno ha asumido un auténtico compromiso con las demandas de la ciudadanía, entre ellas ''la más sentida y recordada diariamente, que es la de contar con una autoridad honesta, guiada por principios democráticos y que enmarca su desempeño en los límites de la legalidad''.

Para contar con un gobierno ceñido a esos principios destacó sus propuestas que aterrizaron en la firma del Acuerdo Nacional para la Transparencia y Combate a la Corrupción, y la próxima presentación de la iniciativa de ley de transparencia y acceso a la información.

Pidió a los panistas ''predicar con el ejemplo en toda la República Mexicana'', para que este propósito de que el ejercicio de gobierno se traduzca en confianza y en resultados concretos de beneficio para las familias y las personas, ''se extienda a todos los servidores públicos, sin importar filiación política, y lograr que en cada comunidad se privilegie el interés general, el bien común, por encima de el de unos cuantos, y que la sociedad entera se convenza de la nobleza de la actividad política y el servicio público''. Regresemos ''la dignidad y el reconocimiento a esta noble tarea que es la política'', exhortó finalmente.

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