Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 11 de febrero de 2002
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TOROS

Amargo despertar en la corrida número 16: cartel poco atractivo, entrada simbólica

Toros de San Lucas con edad y trapío exhiben el fraude de anteriores encierros cinqueños

Buena actuación de Manolo Mejía Empeñoso Alfredo Lomelí Otra gamerada

LEONARDO PAEZ

Ante las declaraciones, un breve preámbulo tauro-globalizado: otra prueba de lo "inmisericorde" que resulta para los países más dependientes la globalización neoliberal, incluso en lo taurino, es "la graciosa huida" emprendida por El Juli luego de su numerito en el Angel.

dibujo toros-MejiaOficialmente fue una "molestia en las cervicales" la que le impidió cumplir con los compromisos de Venezuela y Jalisco. Que si esa molestia le aparece antes de actuar en la México... Desde luego la globalización "no tiene la culpa", sino los globalizonzos que, inseguros y especuladores, entregan en los ambiciosos brazos de los vivos a los países que ya no creen en sus propias causas, recursos ni posibilidades.

Y para "construir una globalización humanizada" (sicazo que casi llega a Washington) hace falta que primero los globalifílicos recuperen la fe en sí mismos y en sus propios pueblos y dejen de confundir la subordinación sistemática y la importación indiscriminada con el propio desarrollo.

¿En materia económica y comercial también es irremediable que existan países productores de julis y países importadores de éstos? Pues entonces ya nos fregamos, y las legiones de julis en potencia que aquí tenemos acabarán por irse al otro lado, de perdis a torear a la migra.

Vuelta a la realidad

Tras el sueño guajiro de dos festejos con una fiesta de toros como de primer mundo -las faenas de El Zotoluco, Ponce y El Juli, si bien con toros dizqueños, o sea dizque cinqueños, a falta de alguna comprobación de la edad y las astas-, despertar de nuevo a la realidad taurina de México, aficionada a tres apellidos no a la fiesta de toros.

En la decimosexta corrida, que no decimoséptima, como dice sin escrúpulo la publicidad de la suspendedora empresa, se lidiaron reses del hierro jalisciense de San Lucas, cuyo ganadero hace dos años enviara un encierro que por su pobre juego no obtuvo el cartel.

Esta vez el criador envió seis ejemplares que evidenciaron los problemas propios de la edad y el trapío reales, tanto en su juego como en su cara y cornamenta, lo que por elemental comparación evidenció el cuento de las corridas cinqueñas del 3 y 5 de febrero pasados

Destacaron por su toreabilidad los corridos en primero, segundo y cuarto lugares, que sin empujar demasiado en varas ?desmontar a un picador, más que prueba de bravura en la res muestra ineptitud en el varilarguero? llegaron al tercio final con recorrido, permitiendo el lucimiento de Manolo Mejía y de Alfredo Lomelí.

Mal, muy mal, las cuadrillas, bregando a los toros desde el callejón y estrellándolos inmisericordes, y pasando en falso con demasiada frecuencia al banderillear, pues ya se sabe que cuando sale el toro, no su aproximación, subalternos y matadores sudan la gota gorda. De ahí la demanda de novillotes de la ilusión por parte de los llenaplazas.

Autoridad julera

Hay jueces de plaza a los que nomás no se les da esto de impartir justicia y ejercer con buen criterio la autoridad. Dadivosos y acomplejados con los ases de fuera y con algunos de los que por aquí todavía figuran, se ponen un grotesco saco de rigoristas con los toreros modestos. Tal es el caso de Manuel Gameros, quien con pinzas fue reconvenido por la Comisión Taurina, luego de indultar un toro por órdenes del matador Jorge Gutiérrez y de soltar apéndices sin ton ni son.

La tarde de ayer, ufano y torpe, simplemente negó la oreja que por mayoritaria petición solicitaba el escaso público para Manolo Mejía, no sólo por su digna actuación en los tres tercios y su inteligente trasteo al débil Cascabel, sino por su fulminante estocada en buen sitio. Pero la vuelta que dio Mejía, vale por muchas de las pueblerinas orejitas concedidas en la temporada. Temple y mando había exhibido el de Tacuba con el que abrió plaza. ¿Estará dispuesto a resurgir?

Los Alfredos ?Lomelí y Gutiérrez? fueron enviados por la visionaria empresa a la cola de la larga fila de los toreros sin administración. El primero, luego de haber toreado la friolera de siete tardes el año pasado, consiguió en su lote algunas tandas por ambos lados, y el segundo, que había cortado dos orejas en la novena corrida, las devolvió al no poder con los deslucidos sanluqueños que le tocaron.

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