Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 12 de febrero de 2002
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ƑLas dietas sanas son peligrosas?

Según especialista, una alimentación inflexible puede causar transtornos en la salud

REUTERS

San Francisco, 11 de febrero. Primero se dijo que había que incluir vegetales en la dieta. Luego que era preferible consumir sólo vegetales y, más tarde, que los mejores eran los recién recogidos del huerto, con el consejo de que debían masticarse al menos 50 veces.

Steven Bratman comenzó una dieta y terminó padeciendo un nuevo trastorno: ortorexia nervosa, o la nociva obsesión por comer saludablemente.

El médico especialista en medicina alternativa ha añadido una nueva página a los anales de la obsesión con la comida y la dieta en Estados Unidos.

Bratman, que durante 25 años ha pertenecido al movimiento de alimentos naturales de Estados Unidos, está haciendo campaña en contra de lo que considera una dedicación excesiva a las dietas estrictas, que pueden impedir que el cuerpo se beneficie de la nutrición básica.

"No estoy presentando esto como un problema médico, pero quiero que la gente reconsidere lo que está haciendo", dijo Bratman en una entrevista.

"La mayoría de los estadunidenses haría bien en mejorar su dieta, no hay duda sobre ello. Sin embargo, en el campo de los alimentos sanos hay muchas personas que se beneficiaría si se pasaran al bando contrario y no fueran tan estrictas", añadió.

Bratman se graduó en la Escuela de Medicina de la Universidad de California y acuñó el término ortorexia nervosa en 1996.

Como cocinero y agricultor orgánico de una comunidad en Nueva York en la década de 1970, se caracterizaba como "comedor de extremos" que se vio en un vivero de teorías alimentarias de la nueva era, disputadas por gente de diferentes campos dietéticos.

La carne era mala. En esto todos estuvieron de acuerdo. Pero más allá subyacía un conjunto de dichos contradictorios sobre lo que constituía "una buena alimentación".

ƑLos vegetales picados? Mejor olvidarlos, pues al cortarlos se destruye su campo natural de energía. ƑLa miel? Veneno puro. ƑLas cebollas y ajos? Era preferible evitarlos debido a los efectos nocivos sobre el impulso sexual.

En medio de esta cacofonía de menús competidores, Bratman se apresuró a componer su propia dieta. Sólo comía vegetales acabados de recoger del huerto y los masticaba al menos 50 veces.

"Después de alrededor de un año me sentía ligero, con la mente despejada, lleno de energías, fuerte y virtuoso", escribió Bratman resumiendo su experiencia.

"Consideraba a las almas corruptas y descarriadas que a mi alrededor comíanchinese noodles-44 chocolates y papas fritas como animales que sólo buscaban la satisfacción de su lujuria gustativa", agregó.

Bratman explicó que, como muchos otros ortoréxicos, sus restricciones dietéticas se tornaron cada vez más inflexibles, y por eso exhortaba a los demás a seguir su ejemplo y a castigarse cuando probaban una pequeña porción de algún alimento prohibido. "Es casi imposible convertirse en ortoréxico si no se cree en una teoría dietética", dijo. "Es como una seudoreligión.''

Según Bartman, sus creencias lo llevaron al camino de los trastornos alimentarios, como la anorexia y la bulimia, que pueden hacer que quienes los padecen se maten de hambre en su lucha por lograr una figura delgada.

Utilizó el término "ortorexia" debido al vocablo griego que significa "apetito correcto". En el 2000 escribió un libro llamado Health food junkies: overcoming the obsession with healthful eating (Fanáticos de la alimentación saludable: la obsesión con la comida sana), el cual fue publicado por Broadway Books en Nueva York.

Aunque la ortorexia no ha sido reconocida oficialmente en los manuales terapéuticos de trastornos mentales, el término ha desencadenado muchas discusiones en Internet, así como en grupos de apoyo. También ha sido abordado por la revista de la Asociación Médica de Estados Unidos.

"Sospecho que la ortorexia es un trastorno alimentario más común que la anorexia y la bulimia", escribió Adriane Fugh-Berman sobre el libro de Bratman. Añadió que "defiende muy bien el caso de la ortorexia nervosa como para hacer que el término entre en el léxico médico".

Holly Hoff, directora de programas de la Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación, dijo que aunque la ortorexia aún no pase a formar parte oficial de los trastornos alimentarios, se ha convertido en un área de atención creciente.

"La clave en cualquier trastorno alimentario radica en si la actitud de la persona con respecto a la comida, al peso y a los ejercicios es significativa como para cambiar su estilo de vida", explicó Hoff. "Si piensan en esto la mayor parte del día, entonces es para preocuparse".

ƑQué pasa con esta gente?

La advertencia de Bratman sobre el peligro de una dieta estricta llega en un momento en que se han multiplicado las teorías populares acerca de los riesgos y beneficios de varios programas de alimentación.

Los viejos patrones, como las dietas macrobióticas, que suelen recomendar el consumo de alimentos orgánicos cultivados en la localidad, ahora rivalizan con un gran número de dietas que van de simples a simplemente peligrosas.

Los que favorecen el consumo de frutas, por ejemplo, insisten en la fruta natural y las semillas, ya que éstas encierran "el grado nutritivo más alto".

Por otro lado, los partidarios de la "paleodieta" consideran que los seres humanos sólo deben comer frutas, pescado, semillas y mucha carne magra, como hicieron nuestros ancestros en los tiempos prehistóricos.

Hay una dieta tan estricta que pro- híbe todo tipo de alimento y asegura que los seres humanos pueden vivir de la luz, teoría que ha sido ampliamente rebatida.

Según Bratman, la mayor parte de estas dietas, si se siguen rigurosamente, pueden conducir a la ortorexia que, como muchos trastornos alimentarios, parece guardar mayor relación con el control sicológico que con determinados alimentos.

Sin embargo, aunque la compulsión obsesiva interviene en muchos casos de ortorexia, no es el único signo de advertencia. La alergia a ciertos alimentos puede conducir a la ortorexia en la medida en que la gente deja de ingerir un producto tras otro para estar saludable. La autoestima y la "identidad dietética" también pueden jugar un papel en el trastorno.

"Hay gente que necesita pertenecer a algo", dijo Bratman. "Pueden decir: sé que soy un vegetariano puro y por esto me conozco a mí mismo".

A pesar de la creciente popularidad del concepto, en la actualidad hay muy pocos tratamientos para la ortorexia. Bratman se curó de su obsesión por la comida natural con la ayuda de un monje benedictino que le ayudó a ver el lado positivo de la comida china y los helados.

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