Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 19 de febrero de 2002
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Economía
Ambas paraestatales tienen compromisos de pago por 18 mil 117 mdd, según Hacienda

La deuda de Pemex y la CFE suma 46% del débito público externo

El gobierno mexicano ha contratado 88 obras a través del esquema Pidiregas por un monto aprobado de 58 mil 128 mdd, de acuerdo con un documento especial de la Cepal

JUAN ANTONIO ZUÑIGA E ISRAEL RODRIGUEZ

En constante ascenso desde 1997, la deuda pública externa contratada por el sector privado para la construcción de obras de infraestructura en Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) asciende a 18 mil 117 millones de dólares, indican informes preliminares de ambas paraestatales.

De esa cantidad, 14 mil 953.1 millones de dólares corresponden a débitos que finalmente serán registrados en las cuentas de Pemex, y es 72.2 por ciento superior a la contratada directamente por la paraestatal, de tal manera que la deuda externa de Petróleos Mexicanos es de 26 mil 739.1 millones de dólares,

La deuda de la petrolera representa 35 por ciento del endeudamiento neto total del sector público mexicano, el cual se ubica en 76 mil 632.1 millones de dólares, según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
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En tanto, la deuda vigente ''contratada por terceros'' de la CFE se ubica en 3 mil 163.9 millones de dólares, a los que hay que agregar casi 5 mil millones de su endeudamiento directo, por lo que el débito de la paraestatal eléctrica asciende a casi 8 mil 164 millones de dólares, de acuerdo con un directivo gubernamental relacionado con el sector energético.

Así, la deuda conjunta de Pemex y la CFE representa 46 por ciento del endeudamiento público externo neto, registrado oficialmente en la contabilidad gubernamental en la materia.

Al respecto, los informes preliminares de estas dos paraestatales indican que ''en el saldo obtenido por terceros, las entidades estimaron compromisos acumulados en dichos proyectos, con base en los avances de la obra y en los contratos respectivos, mismos que una vez recibidas las obras y proyectos en los términos pactados se reflejarán en los balances de las entidades''.

De acuerdo con el calendario de pagos de capital ''del pasivo contingente de los proyectos de infraestructura productiva de largo plazo'', entre 2003 y 2012 se tendrán que cubrir 6 mil 605.9 millones de dólares, sin considerar los intereses cubiertos en ese periodo; y a más largo plazo, entre 2013 y 2018, hasta el momento se estima una amortización de 657.7 millones de dólares adicionales.

Diseñado entre 1994 y 1995, después de impulsar varios cambios legislativos en la materia, el esquema Pidiregas entró en operación propiamente en 1997 y consiste en que el sector público convoca a concurso obras y adquisiciones para que el sector privado las realice y financie con recursos crediticios que finalmente son asumidos por el gobierno federal.

Los pagos correspondientes a los vencimientos del ejercicio corriente y del siguiente ''se registran como pasivos directos'', mientras el resto se considera ''pasivo contingente'' conforme avanza el proyecto financiado, y el pago se inicia a la entrega de la obra y se escalona por varios años, hasta la recuperación de la inversión. Al firmar el contrato como aval de la empresa pública ''el Estado asume el riesgo de la inversión''.

Los informes preliminares de Pemex enumeran diez ''proyectos de inversión que suponen obligaciones financieras'' por 14 mil 953.1 millones de dólares, entre los cuales sobresalen por su dimensión y cuantía Cantarell, con 8 mil 192.3 millones de dólares; la Cuenca de Burgos, con 2 mil 508.4 millones, y Cadereyta, con mil 451.9 millones de dólares.

Por su parte, la CFE informa sobre 33 obras y proyectos financiados a través del esquema Pidiregas, y de otros 15 que aún no son asignados. En conjunto, los primeros implican una deuda pública contratada por empresas privadas por 3 mil 163.9 millones de dólares, y de ellas los más grandes son: la planta generadora de Samalayuca, con 560.8 millones; la de Monterrey II, con 331.1 millones de dólares; la de Rosarito III, con 303.3 millones; la Chihuahua, con 266.1, y la red asociada Altamira, con 215.5 millones de dólares.

Según el informe especial Retos y posibles soluciones para el sector energético mexicano, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) con el aporte financiero de la Sociedad Alemana de Cooperación Técnica, entre 1997 y 2001 el sector público mexicano ha contratado 88 obras a través del esquema Pidiregas.

El monto del financiamiento aprobado, precisa, asciende ''a unos 58 mil 128 millones de dólares, equivalentes a 80 por ciento de la deuda pública externa neta que el país tiene contratada en dólares''.

El documento de la Cepal anota que Pemex es responsable de 81 por ciento de ese nuevo endeudamiento, y el otro 19 por ciento corre a cargo de la CRE. El 70 por ciento del total del nuevo endeudamiento, indica, corresponde a amortizaciones, y 17 mil 438 millones de dólares, el 30 por ciento restante, al pago de intereses.

Otro de los fenómenos observados por el estudio de la Cepal es el crecimiento en el uso de este tipo de financiamiento para la construcción de obras en estas dos paraestatales. ''La importancia de la inversión financiada ha ido en continuo aumento. En 2001 representa 64.2 por ciento de la inversión pública en petróleo y electricidad, cuando en 1995 era inexistente. Su participación en Pemex es del orden de 66 por ciento, y en la CFE de 61 por ciento''.

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